12 de Julio de 1998

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12 de Julio de 1998

Matías  

Esta mañana ha llegado un sobre dirigido a mí con el correo, me extrañe cuando mi madre me lo ha dado, pero no le di demasiado rollo y lo abrí, era una carta y una especie de folleto, la carta la había escrito una mujer que se había presentado como Marta, una profesora que daba clases en mi colegio, dijo que no le había tocado darme clases aún, pero sabía bien quién era yo, quería recomendarme un campamento para éstas vacaciones de verano, me rogaba que no lo tomara a manera de insulto ya que su hijo había tomado el mismo campamento el año pasado, y que si me agradaba la idea estaba segura de que contaría con el apoyo de mis padres para asistir a aquel misterioso campamento, pensaba ¿Por qué habría de ofenderme? Había escuchado que los campamentos de verano eran lo mejor del mundo, hacías muchos amigos y regresabas con historias inolvidables, en ese momento, acostado sobre mi cama me dispuse a mirar detenidamente el folleto que venía dentro del sobre emocionado por la idea de asistir, ya que nunca se me había presentado la oportunidad de ir a uno, iba a cumplir dieciséis el mes entrante y seguramente no había mejor manera de festejar que con nuevos amigos.

Mi sorpresa fue enorme al comprender mejor las palabras de la maestra. El campamento se llamaba "Pour Toujours", en el folleto se miraban varios chicos y chicas un tanto regordetes que hacían actividades exhaustivas bajo los rayos del sol, correr, esquivar obstáculos, subir una colina pronunciada y algunas otras fotos eran bajo la lluvia. A pesar de todo, las caras de los chicos se miraban concentradas, parecía que disfrutaban el riguroso ejercicio, el campamento ponía que te harían cambiar tus hábitos drásticamente a unos más sanos en seis semanas, y que romperías la barrera del sobrepeso con ellos, te aseguraban que al terminar serías alguien distinto, con ganas vivir.

No me lo podía creer ¿alguien me estaba jugando una broma? Sabía que estaba un poco arriba del peso promedio, pero no era precisamente gordo, no como los chicos de las fotos, ellos sí que estaban pasados de peso, de ninguna manera pensaba pasar mis vacaciones de verano haciendo ejercicio con un montón de gordos, prefería quedarme en casa y jugar videojuegos con Martín y Douglas, mis mejores amigos.

Campamento para GordosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora