31 de Julio 1998
Matías
Hace dos días que Gabo se fue, estoy seguro que no fue porque quisiera, espero que esté bien, la última vez que lo vi apenas podía hablar, se había puesto mal rápidamente, la enfermera Margaret ha dicho que ha cogido una infección y que habían tenido que llevárselo para ser atendido, estoy preocupado, seguramente ahora mismo ya está en casa con sus padres y mejor de salud, una parte de mí no lo cree, pero trato de evitar tener malos pensamientos, realmente deseo que se encuentre bien.
He notado que las horas de ejercicio han disminuido, al principio pensaba que me había acostumbrado, pero no es así, estoy seguro que entrenamos menos horas al día pero hay algo que realmente no me cuadra, no sé si es porque los días son nublados y difícilmente se ven los rayos del sol pero he llegado a sentir que el día se pasa demasiado rápido, más de lo normal y otras veces pareciera que se hace eterno, había traído un reloj despertador conmigo, pero se descompuso la otra noche que lo tire por accidente, ahora no tengo con que medir las horas que pasan y pareciera que a todos les importa poco el transcurrir del tiempo.
Me he preguntado si el campamento estaba sirviendo de algo hasta ahora y concluí que de una u otra forma si, había estado alimentándome bastante mal como para bajar de peso por no comer, a excepción de los días que servían carne en la cafetería, esos sí que comía sin control, no lograba entender como es que los mismos cocineros que preparaban la incomible pasta gris pudieran preparar la carne con tanta calidad.
La enfermera Margaret se ha pasado ya varias veces por mi cabaña, sabe bien que no estoy comiendo la pasta y estoy seguro que me está vigilando. Sigo sin explicarme por que todos son tan raros, ya varias veces he tratado de hablar con los demás chicos, pero son tan reservados y antipáticos, comienzo a creer que me ignoran por no ser delgado como ellos, la gente mayor no es diferente, no parece existir.
Esta mañana cuando llegué al comedor para el desayuno me pareció ver un rostro familiar, dudé un poco, pero seguí mirándolo durante un buen rato, parecía otra persona, no había ninguna explicación lógica a tal cambio y repentino regreso, se trataba de Brandon, ¿Cómo había logrado bajar tan rápido de peso? Hablaba con una mujer o al menos la escuchaba por que de su boca no había salido una palabra en el rato que llevaba mirándoles, a ella no la había visto antes, no era vieja como la mayoría de la gente de aquí aparte de los chicos y al decir verdad hasta me pareció atractiva, cuando se ha dado cuenta que los estaba mirando he tratado de disimular lo mejor que pude pero de poco sirvió, volteo a verme al salir de la cafetería confirmando que había notado cuando los espiaba. Después de aquello me he pensado ir a hablar con Brandon pero por ahora sería mejor encontrar un mejor momento para no levantar sospechas .
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Campamento para Gordos
KorkuOjalá nunca hubiera aceptado venir a este lugar, tan pronto llegué note cosas muy extrañas, nada era como lo había imaginado, pero tan solo tenía que aguantar seis semanas y quizás sería como decía en el folleto "Al final serás distinto, con ganas d...