14 de Julio de 1998
Matías
El día había comenzado bastante bien, fui con Douglas en bicicleta a pasear por el lago y a lanzar piedras para ver quien lograba que dieran más saltos, la pasamos bien, había regresado a casa relativamente temprano para almorzar, moría de hambre, pero cuando vi a mi madre con aquel folleto en las manos y mi padre tratándola de convencer de que sería algo bueno para mí, se me fue el apetito.
- ¿Por qué no nos habías mencionado este campamento Matías?- Pregunto mi padre.
- Es para gordos.- Respondí.
Él me miro sorprendido.
- Tú siempre has querido ir a un campamento, y tu maestra te ha conseguido un descuento del 50%.- Sentenció.
No me había percatado de aquello ya que venía al reverso de la carta
- No puedes desaprovechar la oportunidad corazón.- Dijo mi madre al momento que se levantaba y me tomaba suavemente de los hombros.- Hay que aceptar que tenemos todos que cambiar algunos hábitos, llevar una vida más saludable, te vas a divertir mucho Matías.
Pero es que acaso ¿Se habían vuelto locos mis padres? Los chicos de las fotos claramente no se estaban divirtiendo, pero era demasiado tarde, mi padre ya había llamado al campamento para pedir informes y había quedado encantado con el trato que le ofrecían, en especial porque lo convencieron de que le entregarían de regreso a un hijo diferente, casi irreconocible.
Estaba muy molesto con ellos, casi me habían escupido en mi cara que era gordo, al mirarme al espejo con los ojos a punto de soltar en lágrimas por el coraje, note que quizás no era un chico precisamente delgado, las papitas, la gaseosa y las comida deliciosa de mi madre me habían pasado factura, en especial esos postres que suele preparar por las noches, al decir verdad, nunca había sido un chico delgado, desde niño había sido un poco regordete y con grandes cachetes, quizás era gordo y no lo había querido aceptar hasta el momento, siempre me había refugiado en la idea de que había chicos mucho más gordos que yo, pero al fin de cuentas era uno más.
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Campamento para Gordos
HorrorOjalá nunca hubiera aceptado venir a este lugar, tan pronto llegué note cosas muy extrañas, nada era como lo había imaginado, pero tan solo tenía que aguantar seis semanas y quizás sería como decía en el folleto "Al final serás distinto, con ganas d...