Capítulo 10

2.3K 209 70
                                    

- Reiji-san, quería agradecer la ayuda que me brindaste ayer.- dije jugando con mis dedos, pero mirándolo a los ojos, me lo había encontrado en el pasillo cuando venía de camino al salón.

- Un caballero debe ayudar a una dama, además, puedo ver que usted tiene los modales de una.- dijo acomodando sus lentes, me sentí algo alagada, y me sonrojé - Si me disculpa, debo ir a mi salón.- dijo y se retiró.

" Que chico tan... Atractivo y elegante"

Caminé hasta el salón, al hablar con Reiji me sentí... Distinta a como me sentía con Ruki, quien siempre se encargaba de hacerme sentir poca cosa, en cambio, Reiji me daba el trato de una dama.

Entré al salón y me senté al lado de Ruki, que ya había llegado.

- No saludas a tu amo, Kachiku.- dijo Ruki mirándome. Por alguna razón, que me llamase Kachiku me enojó, quizá después de haber sido tratada tan educadamente por Reiji me había hecho cambiar en la forma de pensar.

- Ruki-kun... Siempre me llama Kachiku... Es... ¡Algo que realmente odio! - dije, me paré de mi asiento y salí rápidamente del salón.

Caminé hasta el baño, las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos, no entendía porqué me sentía de esa manera, jamás me había molestado que Ruki me llamase Kachiku y ahora si lo hacía.

- Realmente... Debo ser una idiota.- dije hablando a mi misma.

Ya era el receso, Ruki no había dicho nada sobre lo ocurrido, y yo seguía estando guardando las palabras que me habían faltado por decir. No se que me sucedía.

Miré a Ruki, estaba leyendo un libro y no hablaba, me quedé en silencio mirándolo, amaba contemplarlo, y al parecer a él no le gustaba que lo hiciese. Levantó la mirada y nuestros ojos se toparon.

- Oi, Kachiku, hoy fuiste muy maleducada.- habló Ruki cerrando el libro que tenía en sus manos. Me  mordí el labio, intentando reprimir las palabras que querían salir de mi boca, pero al darme cuenta de que era inútil hacerlo, ya que en cualquier momento iba a suceder, hablé.

- Y-yo... Dije que odio que Ruki-kun me llame Kachiku.- comencé a hablar, la mirada del azabache me estaba sobre mí, tenía la misma expresión en su rostro  - Y Y-yo no quiero que Ruki-kun me vea solo como una presa....

- No se qué es lo que te sucede. Llevó meses diciéndote Kachiku. Además, deberías estar agradecida de ser mi ganado, de que yo sea tu amo.- dijo él. Me sentí aún peor al oír aquellas palabras.

- Realmente, Ruki-kun no... ¡No entiende nada! - dije reprimiendo las lágrimas que amenazaban con salir.

- ¿Que no entiendo nada? ¿De qué hablas? - hablo. Lo que más odiaba es que seguía teniendo la misma expresión de siempre. ¿Acaso no lo entendía? - Hoy haz estado extraña, Kachiku. - e insistía en llamarme así.

- Yo no quiero que Ruki-kun me vea como su ganado... ¡Quiero que me veas como una mujer! - dije levantando la voz, mis mejillas comenzaron a sonrojarse, y las lágrimas salían de mis ojos - ¡Quiero que Ruki-kun me ame en la forma en que yo lo amo a él! - bajé la mirada, al fin lo había dicho. Jamás había pensando en que llegaría el día en que expresaría mis sentimientos, pero lo hice. Después de tanto tiempo enamorada, después de tanto tiempo sufriendo la forma en que Ruki me trataba.

Jugué con mis dedos y levanté la mirada. La cara de Ruki se veía sorprendida, quizá jamás habría esperado que yo sintiera esos sentimientos por él. Quizá... Él deseaba que no lo amase.

Al ver que no dijo nada, solté un "Tsk" y salí del salón, pero esta vez sin apuro, sin escapar de nada. Quizá Ruki necesitaba tiempo solo para pensar. Aunque tenía la esperanza de que saliera tras mí.

Caminé por los pasillos hasta llegar al patio trasero del instituto, caminé hasta una banca y me senté. Tapé mi rostro y comencé a llorar. Ruki ni siquiera había sido capaz de decir algo, o al menos de mentirme para ganar algo. A él yo no le importaba en lo más mínimo.

- Usted... - escuché una voz a mi lado, era Reiji - ¿Por qué llora? - me preguntó, se sentó a mi lado esperando una respuesta.

- No quiero ser maleducada, pero no sé... Si sea prudente contarle mis penas a alguien que acabo de conocer.- dije limpiando mis lágrimas y conteniéndolas, no quería que nadie me viese llorando.

- Entiendo...- dijo él, me sorprendí, creí que diría algo como "puedes confiar en mí" o "si tienes algo que decir debes sacarlo aunque sea con un extraño" - Y también entiendo un poco la situación.

- ¿Eh? - me extrañé al oír eso - ¿De que hablas, Reiji-san? - pregunté, él se acomodó los lentes listo para hablar.

- Tiene que ver con la relación que tiene con Mukami Ruki, ¿no es así? - no respondí, pero el continúo hablando, creo que mi expresión fue la que le respondió - Una dama como tú, debe buscar a alguien que sea digno de beber tu sangre.- comenzó, era extraña la forma en que lo decía - Y yo puedo ser esa persona... He oído por uno de mis hermanos que su sangre es... Deliciosa.- la expresión de su rostro cambió al decir eso, sentí temor, y ganas de correr, pero antes de poder hacerlo, Reiji me tenía agarrada del brazo, me tiró haciendo que chocara con él, estábamos muy cerca - Seré el que robe esta sangre.- se acercó a mi cuello, me intenté resistir, y lo alejé.

- Y-yo... No dejaré que nadie más que no sea Ruki-kun beba mi sangre.- dije - Le pertenezco a Ruki-kun.- retrocedí.

- Que mujer más idiota.- dijo él, mostrando su verdadera cara, y antes de que lograse acercarse o hacer algo, corrí del lugar en dirección al salón. Reiji parecía no haberme seguido, cosa que me pareció extraño, ¿No era que quería beber mi sangre?

Cuando llegué al salón intenté controlar mi acelerada respiración. Ruki estaba sentado mirando hacia la nada. Me acerqué y me senté a su lado, no hablé ni dije nada.

Y así continuamos hasta que llegó la hora del término de clases.

______________________

Love Hurts (Ruki Mukami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora