Capítulo 04

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Después de que Ruki bebiera mi sangre de nuevo, me tuve que sacar la bufanda, si no esta se marcharía con sangre, me había tapado la herida con un poco de papel higiénico que había traído y seguía sangrando, tuve que pedir permiso al profesor de literatura para salir al baño. Ruki me había dicho que no me tardara. Iba a taparme la herida.

Estaba frente al espejo, mirando como la sangre no paraba de salir. Me lavé un poco la zona para posteriormente ponerme el parche sobre la herida. Me lavé las manos y salí del baño.

Estaba caminando tranquilamente hacia el salón, hasta que me tropecé con algo o mejor dicho, con alguien. Estaba por caer, pero esa persona me atrapó.

- Gracias.- dije mirando al chico rubio que se encontraba sentado sobre el suelo con unos auriculares. Me levanté, nerviosa, pues era un Sakamaki, si no me equivocaba, era el mayor, Shu.

- No se porqué me agradeces, sólo te atrapé para que no cayeras sobre mí. Por cierto... - miró mi cuello detenidamente - Tapando esa marca se nota más.- dijo bostezando. Abrí los ojos como plato y decidí irme del lugar.

El rubio no dijo nada más, pero pude sentir su mirada sobre mí, preferí ignorarlo y volver al salón.

Estaba algo nerviosa, esperaba que Ruki no se enojase por tardarme. Entré al salón con la mirada hacia el suelo y caminé hasta mi asiento. Agradecí internamente que Ruki no dijese nada, estaba absuelto en la clase, decidí concentrarme, si reprobaba, seguramente Ruki se molestaría porque supuestamente lo dejaría en vergüenza ya que yo siempre estaba a su lado.

- Luego hablaremos.- escuché la voz de Ruki. Fruncí el ceño y lo miré, estaba tan serio como siempre. Su voz había sonado terrorífica.

- Acercate.- dijo Ruki en un tono frío. Obedecí, él puso sus manos sobre la pared, y me acorraló, su rostro estaba cerca de mi cuello.

- Ruki-kun... La verdad es que... Estoy algo débil.- dije asustada, tratando de que el vampiro no bebiese mi sangre.

- Él... ¿Bebió tu sangre? - preguntó alejándose poco a poco, su rostro estaba muy cerca del mío.

- ¿A... A qué t-te refieres? - dije nerviosa por la cercanía, por su mirada que estaba posada sobre mis ojos. A pesar del momento, amaba que me mirara a los ojos, podría estarlo haciendo siempre y no me cansaría.

- El Sakamaki con el que te encontraste cuando saliste del salón.- ¿Cómo... Lo supo?

- ¿Eh? - pregunté extrañada. Oh, cierto, soy una idiota, tiene buen olfato.

- Ese apestoso aroma... Hueles a él.- dijo desviando la mirada de mis ojos. Estaba enojado, tenía los puños apretados. Me asusté aún más.

- Shu...- el me miró con más enojo - Shu-san.- corregí, su mirada se ¿calmó? Al oírme decir el nombre del rubio con el honorífico - No bebió mi sangre.- terminé de decir. Ruki me miró, como si estuviese viendo a través de mi, pero no había dudado en decirlo, puesto que esa era la verdad.

- Bien.- se alejó un poco a lo que solté un suspiro - No quiero que te acerques más a él, a ningún Sakamaki, ya te lo he dicho, ¿O es que acaso el ganado es lo suficientemente idiota como para no entender algo tan simple? - negué con la cabeza.

Nos quedamos en silencio unos segundos más, yo miraba hacia el suelo, esperando con fe que Ruki no bebiese mi sangre.

- De todos modos, te espera un castigo.- dijo parándose de manera educada, me miraba desde arriba ya que yo era más baja que él, aunque me hacía sentir mal su mirada... Tan fría, tan distante - Pero no hoy, mañana  iré a tu apartamento, espero que recibas de buena forma a tu amo.- jugué con mis dedos nerviosamente. El seguía mirándome, no sé si quería que dijese algo o no - ¿Entendiste?

- S-si.- respondí con voz baja, aunque Ruki sí escuchó.

Comenzó a caminar, yo me quedé parada, aún apoyada sobre la pared mirando hacia el suelo. Miré mi bufanda - que me había vuelto a poner durante las clases - y sentí angustia, en la mañana me había sentido tan mal que ni siquiera había notado que me había puesto la bufanda de mi difunto padre. Las lágrimas no tardaron en aparecer, lo extrañaba, demasiado.

- Oye, no me hag... - habló Ruki girándose, pero al verme sólo se quedó en silencio. Noté que las lágrimas corrían por mis mejillas, me las limpié rápidamente esperando que él no las hubiese visto y corrí hasta su lado.

- L-lo siento.- me disculpé por no ir a su lado. Miré a Ruki, pero este miraba hacia el lado contrario a mí. No dijo nada.

Iba caminando al lado de Ruki en silencio, nos dirigíamos hacia la biblioteca, ya que él lo había querido así. La mayor parte del tiempo, cuando vamos a la biblioteca, suelo quedarme mirando como Ruki lee, mirando a mí alrededor o leyendo, aunque no mucho, ya que Ruki siempre me decía que leía libros sin sentido e irrealistas , historias de amor que no hacían más que hacerme sentir más miserable de lo que ya era.

Ruki tomó un libro, no tenía idea de qué era, pero tampoco quise preguntar, la última vez que lo hice respondió de mala manera y me trató de ignorante.

Estaba todo en silencio. Miré a mí alrededor, viendo a la poca gente que había en la sala. Miré hacia el suelo y comencé a columpiar mis pies. Al rato oí como la puerta se abría, levanté la mirada y vi a Kou, que me miraba con una sonrisa, me saludó a lo lejos con la mano, yo hice lo mismo y le sonreí.

- Deja de estar coqueteando con otros hombres. Tu amo está aquí. Al único que tienes que prestarle atención es a mí, Kachiku.

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Lo sé, tenía que poner a Shu, aunque fuese un poco, se nota poco que lo amo, ¿no?
Gracias por leer<3

Love Hurts (Ruki Mukami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora