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Narra Héctor. 

Estábamos en la cocina besándonos cuando se escuchó el timbre, me separé de Fer un poco para poder verla a los ojos, ella me dedicó una sonrisa. 

Fer: Voy yo. –antes de salir de la cocina besé de nuevo sus labios. –para ya.  Dijo dedicándome una sonrisa la cual se me contagió, me dio otro beso corto y salió caminando hasta la puerta, pude ver sus bellas piernas y su cadera moviéndose de lado a lado, es perfecta, yo fui detrás de ella aún con una sonrisa. Fer abrió la puerta y mi sonrisa desapareció. De todas las personas que podían llegar era precisamente esa persona a la que no quería ver. Se abalanzó sobre Fer, le dio un abrazo y besó sus labios. 

Javier: Hola cariño. –saludó felizmente. 

Fer: Ho-hola Javier. 

Javier: Me dejarás aquí afuera? 

Fer: Claro que no, pasa. –se hizo a un lado para dejarlo pasar, yo aún seguía quieto a mitad del salón. 

Javier: Hola Héctor. -dijo algo sonriente. 

Héctor: Hola Javier, creo que me voy a mi habitación, nos vemos en un rato. 

Javier: Va.  Fui a mi habitación, busqué una camisa y me puse a grabar lo primero que se me ocurrió, lo que quería era dejar de pensar en que en la otra habitación estaban Fer y Javier hablando de quién sabe qué cosa, o quizá si sabía de qué se trataba el tema de conversación pero yo no quería aceptarlo. 

Fer: ¿Mijo? –pronunció asomándose por la puerta. 

Héctor: Dime. –volteé a verla. 

Fer: ¿Vas a cenar?-¿En serio ya era hora de cenar? Ni cuenta me habia dado. 

Héctor: ¿Ya es hora de cenar? 

Fer: Claro que sí mijo.

Héctor: Si, ahorita bajo-Cerré el programa de grabación y dejé subiendo los videos de mañana. Fui a la cocina y vi una escena que me dejo en shock. Fer y Javier se estaban besando. 

Héctor: Lo-Lo siento, no quería interrumpir. 

Javier: No te preocupes. –dijo alejándose de Fer. –bien chicos siéntense ahora les sirvo la cena.  Fer y yo nos sentamos y Javier nos sirvió, amaba atendernos, bueno atender a Fer, comenzamos a comer, bueno ellos comenzaron a hacerlo yo simplemente jugaba con la comida. 

Javier: ¿No te gusto? 

Héctor: La verdad es que no tengo mucha hambre. 

Javier: Que mal, Fer se empeñó en cocinar porque dice que es tu favorito.  Sonreí al escuchar eso, voltee a ver a Fer quien se veía algo sonrojada y con la mirada centrada en su plato. 

Héctor: ¿De verdad? –dije comiendo un bocado. 

Javier: Así es. Por cierto, -volteo a ver a Fer quien seguía comiendo. -¿Ya le dijiste a Héctor que sea tu padrino?-Ambos nos atragantamos. ¿Qué decía este chico?

Narra Fer.

Javier había llegado de visita, tener a dos de las personas más importantes en mi vida me tenía preocupada, sé que a Héctor le dolió ver la forma en la que Javier me abrazó y besó mis labios, sé que para él debió ser incomodo, bueno hasta para mí lo fue. La tarde pasó algo rápido, Javier estaba conmigo todo el tiempo y Héctor no salía de su habitación. Grabé lo que pude, Javier comprendía mi trabajo así que él veía cualquier cosa en su móvil mientras yo trabajaba. 

Fer: Listo, terminé. –dije subiendo el último video del día. 

Javier: Que bien, ¿Ya viste la hora? Creo que será mejor que prepare la cena. 

Fer: No, no hoy quiero prepararla yo.

Javier: ¿Por qué? 

Fer: Quiero prepararle algo a Héctor, ha estado algo desanimado y quiero ayudarlo. 

Javier: Me alegra que te preocupes por tu amigo. Vamos a la cocina entonces-Fuimos al lugar mencionado y después de preparar algo que estaba seguro le gustaba a Héctor fui a hablarle, su respuesta fue un simple "Va, ahora voy" me fui directo a la cocina de nuevo en donde Javier estaba tomando algo de agua. 

Javier: ¿Y Héctor? 

Fer: Ahora baja. 

Javier: Va. –dejó el vaso de lado y paso sus manos por mi cuello hasta unirlas por mi nuca. –no puedo creer que dentro de poco nos vayamos a casar. 

Fer: Si verdad. –dije algo nerviosa. 

Javier: Gracias Cariño. 

Fer: ¿Por qué? 

Javier: Por hacerme el hombre más feliz del mundo.  Sin decir nada más unió sus labios con los míos, yo no correspondí a aquellos labios que ahora me resultaban tan ajenos. Una voz se dejó oír en aquella habitación. 

Héctor: Lo- lo siento, no quería interrumpir. 

Javier: No te preocupes. –dijo alejándose de mí, observé la mirada triste de Héctor, me sentía muy mal, estaba jugando con dos personas importantes para mí. 
La cena continua normal, un poco de plática, y mucha incomodidad por parte de Héctor y mía, Javier estaba feliz que ni cuenta se daba. 

Javier: ¿Ya le dijiste a Héctor que sea tu padrino?-Ambos comenzamos a toser ya que dicha pregunta hizo que nos ahogáramos, solo podia observar la mirada de tristeza y desilución por parte de Héctor.

¿Y ahora qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora