¿Y ahora qué?

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Narra Fer.

Llegue a casa de Javier y sus padres ya estaban ahí. Saludé a todos los presentes y tomé asiento a un lado de Javier. 

Mariana (Mamá de Javier): me da tanta alegría que mi hijo se vaya a casar. 

Fernando (Papá de Javier): A mí tambien me alegra, pero Fernanda. –me volteo a ver con una cara de seriedad que he de confesar que me daba un poco de miedo. –solo quiero que me digas una cosa. ¿Estás dispuesta a hacer feliz a mi hijo? No quiero verlo sufrir por nadie-¿Qué les pasa? Si no fuera porque mis padres murieron, sería Javier quien debería de soportar esta estúpida charla, ¿Tanto quieren a su niño? Esto me supera...

Fer: Yo... -estaba muy nerviosa, no quería hacerle daño a nadie, Javier no se lo merecía al igual que Héctor pero estaba claro que mis sentimientos comenzaban a cambiar. Javier me miraba preocupado al tardar en mi respuesta. –yo haré todo lo que este en mis manos para que Javier no sufra y dedicare mis días a hacerlo feliz y espero él también me haga feliz-No sé porque dije eso o quizá si lo sepa, soy una mujer de palabra y me casaré con este chico para hacerlo feliz. Su padre solo me dedicó una sonrisa. 

Javier: Así será cariño-sonrió.

Mariana: Ay hijo te vas a casar. –dijo levantándose y abrazando a Javier. Ambos comenzaron a llorar de alegría mientras que su padre se levantó de donde estaba y se detuvo delante de mí con sus brazos abiertos. Yo me levanté igual y lo abracé. 

Fernando: Bienvenida a la familia.  Ambos sonreímos.

La plática siguió, Javier y su mamá hablaban de los planes para la boda. La verdad es que no estaba prestando mucha atencion, Héctor me habia mandado un mensaje y llevaba alrededor de 30min hablando con él. 

*conversación entre ambos* 

Héctor: ¿Cómo vas con tus asuntos? 

Fer: Bien supongo, la verdad me estoy aburriendo un poco. 

Héctor: ¿Y qué haces? 

Fer: Arreglo unos asuntos. Por cierto ¿Te gustaría ir a cenar?

Héctor: Claro que si mija. 

Javier: Fer. 

Fer: Dime. 

Javier: Dicen mis padres que si vamos a cenar con ellos. 

Fer: La verdad no sé si pueda, ya sabes que tengo que grabar. 

Javier: Cierto, se lo diré a mis padres, seguro ellos comprenderán tu trabajo-Besó dulcemente mis labios, esos labios que antes parecían encajar en los míos ahora me resultaban tan ajenos. 

Narra Héctor. 

Estábamos cenando en casa viendo una serie y comiendo comida china que habíamos ordenado. Fer había llegado tarde y cansada, sea lo que sea que fue a hacer lo dejo algo cansada y distraída ya que no prestaba atencion a la televisión. 

Fer: Me iré a dormir. Descansa. –pronunció de repente. 

Héctor: Tú también-La vi desaparecer en el pasillo, ¿Será que ya se está arrepintiendo de lo que me habia dicho? Tal vez no debí besarla también. Quizá sea mejor volver con nuestra amistad.