Touch (Newtina)

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Tina:
Ya que estaba en mi habitación poniendo me la pijama, hasta que llegó mi hermana.
-¿Tina le vas a hacer caso a Fleamont?-
-No se de que hablas-
-Por favor Tina, de que le tienes que decir a Newt que te gusta-
-No creo, aunque todos digan que le gusto no es cierto, el a de preferir a una   británica, no aúna neoyorquina, aún sangre pura-
-Tina, no es cierto- seguía insistiendo.
-Yo conozco a Fleamont, y el es sabio-
-¿Donde lo conociste?- me detuve para ponerle más atención.
-Pues una vez fue a New York y le ayude con su estadía, bueno me encargaron que hiciera su estancia más cómoda- me ocultaba algo.
-pues deberías dejar a Jacob y regresar con Fleamont- dije sin pensar.
-No, no voy a dejar a mi Jacob por un mago como cualquiera- tomó sus cosas y salió muy molesta.
-¡Quinnie!- la trate de detener, así que no me hizo caso, salí a buscarla.
-Quinnie, perdón- le dije desde el otro lado de la puerta.
-Largo Tina- insistía.
No me hacía caso, así quédate mi varita y dije "Alohamora" a lo evidentemente abrí la puerta y entre.
-Quinnie, escucha, sabes que si siento algo por el, y todos dicen que el también siente algo por mi, a lo cual no siento su afecto, la verdad es que no fue mi intención decirte eso de Jacob, solo que siento algo de celos, ustedes si son correspondidos, nosotros no-
-Tina- me abrazo.
-Ya verás, el tiempo lo dirá y me dará la razón, ustedes están hechos el uno para el otro- salí de ahí con esas palabras en la mente.
"Están hechos el uno para el otro" pensaba una y otra vez.
"Están hechos el uno para el otro" seguía hasta que choque con alguien.
-Perdón- era Newt.
-No te preocupes fue mi culpa- le dije.
-bueno té dejo- lo tome de la mano para evitar ir se fuera.
-Nada pasó Newt, nada pasó entre Fleamont y yo, solo me dio unos consejos- trate de aclarar las cosas.
-Si está bien- no se notaba muy feliz.
Ambos nos quedamos callados por un segundo.
-Bueno iré a ver a mis animales- interrumpió el silencio.
-¿quieres venir?-
-Claro- respondí sin pensar.
Nos dirigimos a su maleta y entramos, le ayude a alimentar a sus criaturas.
Cuando acabamos nos sentamos debajo de un árbol, y hablamos de cosas al lazar.
-¿Y te está gustando Londres?- me pregunto.
-Pues aún lo conozco bien- reí.
-Que dices ¿si mañana terminando la conferencia te llevo al Big Ben?- me sonrió.
-Claro, me gusta la idea-
-Si quiere  pueden venir Jacob y Quinnie- agregó.
-La verdad es que creo que ellos prefieren estar solos, me imagino que tienen planes-
-Está bien- me dio un beso en la mejilla.