Escuela de híbridos

Ignorante

—Maerwen por favor no volvamos a tener este charla, eso fue hace años— el director hablo con tranquilidad pero eso solo causo que la mujer se echara a gritar.

— ¡Como puedes decir eso!— comencé a sentir como si alguien hubiera bajado la temperatura del closet, me comenzaron a castañear los dientes y comencé a temblar incontrolablemente, algo en la manera que gritaba me causaba terror— ¡eso paso hace años pero sigue siendo mi vida!

Di un paso hacia atrás, mis piernas se sentían como gelatina y tenía la mente nublada.

Antes de que pudiera retroceder más mi pie se volvió a atascar en una prenda y me fui de espaldas hacia el piso. Mi espalda golpeo contra el piso de madera causando que una correntada de dolor se extendiera por todo mi cuerpo y me dejara sin habla.

Mis ojos se desenfocaron dejándome ligeramente ciega en los siguientes minutos, minutos en los cuales los directores y su visitante abrieron el closet.

— ¿Anya?— por el tono de voz del director podía notar que no esperaba que yo fuera la espía del closet.

— Hola director— dije mientras levantaba la mirada, él y su esposa me veían con cara de reproche mientras Maerwen me miraba con curiosidad.

— Me podrías explicar que hacías ahí adentro— me pregunto el director antes de extender una mano que tome para levantarme.

—El profesor Blackjoy me mando a traer conos para su clase y me perdí en el camino de regreso— le dije mientras ponía los conos frente a mí para que pudiera ver lo obvio.

— Muy bien— dijo la directora Rowan— supongo que escuchaste la charla— dijo con una voz amenazadora.

—Si— respondí devolviendo los conos a mi pecho como si de alguna manera ellos me pudieran defender de ella— lo siento.

Vi como la directora posaba su mirada sobre el director Adelgrieff, apostaba que él iba a decidir mi castigo, al pasar lo que parecían siglos mi veredicto fue expuesto— no te preocupes Anya, eres nueva era de esperarse que te perdieras, sobre lo que escuchaste te lo explicaremos cuando tengamos más tiempo— dijo mientras posaba su mirada sobre Maerwen.

—Lo comprendo— dije lo más rápido que pude, estaba aliviada por lo que acababa de decir y no pensaba quedarme más tiempo en este lugar para que cambiara de opinión— siento mucho haberlos interrumpido— había dado dos pasos hacia la salida cuando el director me agarro por la parte de atrás de la camisa— antes de que te vayas— me halo hasta que quede frente a frente con la mujer que me había aterrado hace unos segundos— quiero presentarte a Maerwen Draint, es una híbrida que vive fuera del campus, rescata a otros híbridos y los trae aquí.

Ahora me sentía avergonzada de haber pensado de ella como una persona aterradora, cierto que tenía algún trauma pero aun así escuchar que rescataba a híbridos para traerlos aquí era algo maravilloso.

—Maerwen, esta es Anya Cortsen la primera y única híbrida mitad ángel, mitad demonio— Dante nombro mi título mientras que yo me sonrojaba ligeramente.

—Un gusto— dije tímidamente, algunas veces pensaba que ser única me hacia extraña lo cual era una absurda costumbre de una mente humana.

—Me han hablado tanto de ti— dijo mientras estiraba su mano y agarraba las mías, una corriente de calor recorrió todo mi cuerpo y me dejo sin palabras— es un placer Anya espero que nos llevemos bien.

Al ver que no respondía la señora Maerwen me soltó las manos y dejo que el director me guiara a la salida, estaba a punto de agarrar la perilla de la puerta cuando esta se abrió golpeando la pared de paso.