Escuela de híbridos

Entre lágrimas

Los fuegos artificiales seguían bailando en el cielo mientras  intentaba procesar lo que Anael me acababa de decir— estas intentando decirme que tú me hechizaste para que me durmiera y los híbridos con sangre de hechicero tuvieran tiempo para hacer una réplica exacta del carnaval de Venecia en la sala de reuniones del campus.

—Exactamente— dijo ella mientras me pasaba el antifaz por el rostro y me lo amarraba por detrás, aun no podía creer que me estuviera cambiando en un vestido azul y plateado de época, era hermoso y combinaba a la perfección con mis ojos por lo cual lo amaba.

— Eres la mejor amiga del mundo ¿sabías eso Anael?— pregunte mientras giraba, los vuelos del vestido se movieron con flexibilidad y reflejaron la luz de la habitación en donde nos encontrábamos.

—Lo sé— dijo ella mientras la volteaba a ver, una sonrisa apareció en su rostro y se ilumino cuando otro fuego artificial exploto en el cielo.

Voltee a ver  por la ventana, nos encontrábamos en el segundo piso de un edifico que quedaba contiguo a la plaza, por lo que me habían contado este había sido uno de los hechizos más complicados que habían hecho los híbridos con sangre de hechiceros porque hicieron una réplica exacta de Venecia.

Esto quería decir que si yo salía de la plaza y comenzaba a caminar en cualquier dirección los edificios que existían en Venecia aparecerían, tal vez no con muebles pero la estructura y la fachada estarían en su lugar.

—¿Puedo subirme en una góndola?— le pregunte a mi amiga, ella ya estaba desapareciendo por el marco de la puerta cuando me volteo a ver.

—Y no te hundirías— dijo como afirmación.

Yo me eche a correr, mientras que pasaba a lado de Anael le agarre la mano y la jale hacia el exterior.

Los fuegos artificiales volaron en el cielo del campus, era dos de enero y por lo que me habían dicho el día del deporte en el campus.

Obviamente los días del deporte no son iguales a los del mundo humano, todos los años los directores planeaban algo entretenido y nuevo que presentarles a los alumnos, el día de hoy eso entretenido y nuevo sería la primera exhibición de los pilares.

Pero como yo era la única pilar oficial se buscaron personas que buscaran entrar en el grupo, se hicieron un par de pruebas de las cuales yo no me di cuenta, porque pase dormida todo el primer día de año nuevo por el cansancio causado por el festejo en “Venecia”

Hoy en la pista de carrera me debería encontrar con las personas que habían logrado pasar la prueba o pruebas con éxito.

Mientras caminaba por el campus, mis manos en las bolsas de mis pantalones, pensé en quienes podían ser los nuevos pilares.

Anael no había hablado conmigo desde que había vuelto de “Venecia” porque había salido casi todo el primero de enero al algún lugar del campus que desconocía, yo pensaba que había ido a la piscina pero ahora que lo pensaba con detenimiento había posibilidad de que ella hubiera ido a tomar la prueba.

Luego mis pensamientos volaron hacia Liam, el vampiro probablemente había ido a ver a Lua en la biblioteca, ya que se habían vuelto bien unidos desde el “carnaval de Venecia”, parecía que los sueños de la factus se estaban volviendo realidad de a poco.

Mis suposiciones quedaron cortadas en pocos segundos cuando vi a Johan hablando con tres figuras al fondo de la pista de carrera, mi corazón se detuvo por un par de segundos cuando reconocí a los que serian mis compañeros pilares.

Ondeando en el viento de enero se encontraba la llameante melena de Madison, a su lado se revolvían dos cabelleras, una castaña y otra rubia.

—No puede ser— mis pensamientos salieron como un susurro de mi boca, pensé en salir corriendo, alejarme de ellos y encerrarme en mi cuarto una vez más, pero sabía que no podía hacer eso. Suspire y camine lentamente en dirección de Johan.