Azúcar Prohibido • Yoonmin • (POV Jimin)

Capítulo 7

-No podemos asegurar que se despierte... Sabemos que no se encuentra en un estado de coma, pero tampoco tenemos claro qué le ocurre. Por el momento, solo nos queda esperar al resultado de las pruebas de esta mañana...

-De acuerdo, gracias.

¿Quién hablaba y sobre quién? ¿Era esto un sueño?
Oía voces que parecían completamente reales, incluso escuchaba pasos y sonidos de sillas en movimiento, pero, ¿de dónde venían?

-Jimin, queremos que despiertes, te necesitamos en el grupo

-¿Pero cómo se hizo eso?

-Ha dicho el médico que no lo saben exactamente, pero tuvo que ser un golpe... Suga, ¿tú sabes algo?

-... No... No vi nada la... última... vez que le ví.

- No preguntes tonterías Namjoon, si Suga lo hubiese visto habría huído antes de llamar a la ambulancia, menudo agujero, es una pasada lo que se ha hecho Jimin en la cabeza.

- No estamos para bromas Hobi, tiene que haberle pasado algo grave y es extraño que no se lo mencionase a Suga al verle...

- Hay que darle un poco de humor al asunto... Si Jimin pudiese hablar seguro que le gustaría que mantuviesemos nuestros yos bromistas durante nuestras visitas al hospital.

Me costaba asimilar lo que oía. Estaba en el hospital por la herida de mi cabeza, los otros miembros habían venido a hacerme una visita y... ¿no podía despertar?

Intenté con todas mis fuerzas incorporarme, levantar los párpados para, al menos, poder verles, patalear, mover el brazo, girarme... Nada. Decidí probar con movimientos más leves, intenté mover uno por uno mis dedos. Nada funcionaba. Estaba entrando en pánico y nadie podía darse cuenta. ¿Estaría para siempre consciente pero me mantendrían en el hospital, sin saber que yo estaba consciente ya?

-Vaya... Le han subido las pulsaciones... ¿será verdad eso de qué cuando al gente entra en coma puede oír todo? -esta voz correspondía a Jungkook.

-Jimin, despierta pronto y dinos que todo está bien, echo de menos verte posar frente al espejo... Tus bailes improvisados, cuando me guiñabas el ojo... -Escuchar el lado sentimiental de Jin me estaba emocionando, no sabía cuánto tiempo llevaba en este estado pero les echaba muchísimo de menos. Escucharles me complacía, pero al mismo tiempo me enfurecía el hecho de no poder decirles que estaba allí. Ojalá despertase pronto para disculparme ante todos, y darles un fuerte abrazo. 

-Me duele verle así... ¿Y si no despierta? No estoy preparado para nada de esto. Quiero que vuelva... Últimamente se había torcido algo en él, pero siempre fue alguien en quien confiar, un buen amigo, me ayudaba a ensayar, atendía a sus fans... Aunque sigamos siendo Jungkook y yo en el cuarto, su cama vacía me recuerda tanto a él...

-Parad, que me emociono-escuché decir entre carcajadas entrecortadas a Jhope.

Las carcajadas de todo el grupo, a excepción mia, vinieron seguidas de un largo silencio, en el que me sentí comprendido, como si ese silencio fuese una metáfora de su respeto hacia mi. Me fundí en él, sin saber cómo. Me daba miedo no volver a escuchar nada nunca más, como estaba sucediendo en ese instante. Hubiera dado cualquier cosa para volverles a oír, de verdad lo necesitaba. Y lo hicieron.

-Ejem... Deberíamos irnos ya. Yo volveré sobre las seis, después de los ensayos, quien quiera venir conmigo, no hace falta que pida permiso. - dijo en tono amable Namjoon.

Escuché como las sillas se movían, seguidos de pasos, cremalleras abrochándose, y lo más doloroso para mí, unos cuantos suspiros de lástima. Estaban realmente preocupados por mí. ¿Por qué tuve que hacer todo esto? Lo único que había conseguido es su preocupación, hacerles perder el tiempo, y, quizá, el fin del grupo. No había cosa que esperase más que despertarme. Echaba todo tanto de menos... Necesitaba bailar, reír con ellos, y también quería disculparme a Suga. Ojalá.

-Yo me quedo un rato más -escuché a Yoongi decir, en voz baja.

-Como quieras... Le diré al profesor que estás aquí. No llegues muy tarde aún así.

-Gracias.-respondió él.

Oí la puerta cerrarse. Él estaba allí, pero no le notaba, no le olía. Escuchaba su respiración, y con eso no me bastaba. ¿Por qué se había quedado? No me parecía bien que perdiese más tiempo aún que los demás por mi culpa.

-Um... Estás aquí. Sé que puedes sentirme. Bueno, a quién voy a engañar. No lo sé, solo tengo fé en que estés aquí, Jimin...

Oí como aspiraba aire fuerte, y tragaba saliva. ¿En serio lloraba? No podía ser.

-No sé que es lo que ha pasado últimamente, pero ya que no he tenido otra ocasión para aclarar mis sentimientos, me he sentido en la obligación de decirte, aquí y ahora mismo, que lo que siento por tí, no es lo mismo que con el resto. Me pasa desde que te conocí. Creo que... ¿te quiero? Siempre te he admirado, y detesto que estés aquí, no soporto la idea de no tenerte más. Eres la persona del mundo que menos se merece estar aquí y odio todo lo que nos haya hecho llevar la situación a tal límite. Prometo que no te volverá a ocurrir nada más nunca, ¿de acuerdo?

Quería decirle que le quería, mi alma se estaba separando de mi cuerpo para estrecharle a él, pero supuse que ya lo estaba haciendo él por el largo silencio que ocurrió a continuación.

Abrí los ojos, un techo blanco me encerraba en un cuarto desconocido.
Bajé la vista, sentí un agudo dolor en la nuca, pero mereció la pena. Suga dormía apoyado en mi pecho. Suspiré, aliviado. Era muy tarde, pero por fín volvía a estar allí, vivo. Y con él abrazándome. Había caído dormido por el cansancio. Una lágrima de agradecimiento caía hasta mis labios, mientras le acariciaba los nudos del pelo con mi mano derecha, tratando de no despertarle, mientras trazaba movimientos circulares con sus mechones entre mis dedos.