- ¿Eres mi gran amigo Yuuri? ¿El que llama a preguntar cómo estoy y jamás a pedirme solo favores? -escucha al otro lado de la línea. La voz suena sincera, a veces no logra diferenciar su sarcasmo pero capta el mensaje.
- Vamos, Pichit. Tendremos tiempo para eso después. Necesito que hablemos sobre el encargo que te pedí.
Yuuri observa a los lados mientras avanza lentamente, dejándose atrás a propósito para no tener que lidiar con ambos rusos. Les lanza una mirada rápida, Viktor abraza por los hombros al menor, parece que tienen una conversación íntima, tanto como para que Yurio dejara que lo tocara.
Siente un mal sabor de boca. No le gusta esa cercanía, pero se la traga. Viktor no es un rival para el amor de Yuri.
- Así que es eso...-suena preocupado.- Pensé que llamarías terminando tus competencias locales.
- Las cosas no son iguales a cuando conversamos. Ha pasado mucho, me estoy arrepintiendo de todo esto.
- Ah, mierda, no suenas como mi amigo Yuuri. ¿Quién eres?
El pelinegro gruñe irritado.
- Pichit, estoy hablando en serio. Si te estoy pidiendo esto es porque estoy desesperado.
- Ok, ok, tranquilo. Tengo todo lo que necesitas, pero no te lo diré por teléfono. Debes cuidarte, lo sabes.
- Es imposible que intercepten mi línea, no te preocupes. Igual debemos de vernos. ¿Estás en Tailandia?
- Sí, pero podría ir a Japón cuando te toque ir allá. De todas formas tenía pensando tomar unas pequeñas vacaciones en Yutopia, ¡incluso hablé con tus padres! -soltó un gritillo emocionado.- Les dije que ahora eres un patinador profesional y que harás tu debut. ¿Puedes creer que no sonaron nada sorprendidos? Tu mamá dijo que siempre pensó que era tu verdadera vocación, en vez de las leyes.
El pelinegro suspiró rendido. Cuando Pichit se proponía algo nadie podía pararlo, pero gracias a su gran boca ahora tenía un peso menos. Que sus padres supieran a lo que se dedicaba y lo hayan aceptado, lo calmaba de sobremanera. Hubiera sido incómodo que se enteraran por las noticias.
No solía hablar mucho con ellos. Una que otra llamada de vez en cuando solo para cerciorarse que todo iba bien, que nada extraño había sucedido. Su vida privada nunca era tema de conversación.
Yuuri había pasado cinco años en la escuela de leyes y desde el tercero se mudó al extranjero. Desde ese momento sus padres juraron que la razón de tantos viajes por el mundo era por cuestiones académicas. No indagaban demasiado y él era lo suficientemente discreto para no tener que levantar sospechas.
Así mantuvo en perfecto equilibrio sus dos vidas. Sin embargo, vivía con el temor de perder a su familia. El negocio no le dejaba, por seguridad, mostrar contacto obvio con cercanos. Todo podía ser usado en su contra.
Sin embargo, no había excusa para no pasar a saludar, y conociendo a su madre, insistiría para que se quedaran.
- Llegaremos a Tokio el sábado por la mañana, el torneo será lunes y martes, ni bien termina partiremos a Hasetsu. Supongo que nos quedaremos un par de días. Ahí te veo.
- De acuerdo, ¡Hasta luego! -se despidió.
Apretando el botón que daría por finalizada aquella llamada, corrió hasta alcanzar a Viktor y Yurio. Puso la sonrisa que siempre daba cuando estaba en frente de ambos y los empujó suavemente para que le dieran un espacio entre ellos.
Una vez estando al medio, respiró en paz.
- Un viejo amigo me llamó. ¿De qué hablaban?
El peliplateado le guiñó el ojo manteniendo su silencio.
ESTÁS LEYENDO
JUEGO DE NIÑOS [Yuuri x Yurio]
FanfictionYuuri Katsuki es un asesino a sueldo Yuri Plisetsky es un espía del estado Ambos tienen una misión... Matar a Viktor Nikiforov. Yuri on Ice