Hoy es el día.

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Aquélla mañana brillaba con intensidad, la Briza fresca entraba por la ventana atrayendo el olor suculento del mar, la habitación estaba completamente sola si no fuera por mi presencia en ella, mi pequeña ángel no estaba, se encontraba en el cuarto vecino junto a mis padres quienes se escuchaban moverse de un lado a otro consumidos por la emoción de ver que el día mas importante de nuestras jóvenes vidas había llegado. Algo igual de importante que aquel día en que mi pequeña nació, después de aquel año.... Un año tuve que esperar después de la llegada de mi pequeña para poder llegar a este momento.

Mis manos temblaban, y la corbata negra que sostenía también lo hacia, mis rodillas me fallaban y mis piernas se debilitaban, una boda peculiar, una boda mágica ¿Como podía hacer para juntar la maravilla de un mundo peculiar y la belleza de la magia de Nanny Mcphee? Era difícil pero no imposible.

La puerta sonó una, dos, tres veces con pequeños golpes en ella. —¿Puedo pasar?—. Se escuchó la voz de mi padre tras la puerta, una sonrisa se dibujo en mi seguido de una contestación torpe de mi parte al tener un nudo en mi garganta tan grande que difícilmente podía hablar.

—¿Ocurre algo padre?.

El me miró sonriente entregándome unos gemelos, los gemelos que mi abuelo y mi padre habían utilizado en su boda, gemelos que usaría yo y que en el futuro se los entregaría a quien se casara con mi hija o di llegara a tener un varón lo haría.

—Hijo, no sabes la emoción que sentimos al saber que te casaras, aunque también aterrados por saber que sera muy pronto, confiamos que las cosas entre ustedes dos salgan como lo planean.

Sus palabras llenas de amor sacaron en mi una sonrisa, yo también estaba aterrado, pues una boda, una vida con alguien a quien siempre ame era más de lo que pedía, temía que al despertar el día siguiente ella no estuviera allí y que todo fuera un simple sueño.

Un desayunó, la familia corriendo de un lado a otro y mi amada ____ ¿Donde estaba ella? No lo sabía, las horas pasaban y ella aun no aparecía, la necesidad se verla crecía cada vez mas en mi, mientras que a lo que mi pequeña Angel concierne, ella aparecía de momentos en brazos de alguno de sus cuatro abuelos para que yo la pudiera ver.

—¿Donde esta ___?—. Me atreví finalmente a preguntar mirando a todos y cada uno de los que se encontraban presentes en mi casa.

—Esta cerca de el lugar cariño —. Habló mi madre acercándose a mi con una tierna sonrisa, su vestido rojo brillaba con intensidad al igual que su labial habiendo que portará gracia y Elegancia como solo ella sabia hacer.

—Esta bien.... Ya quiero irme—. Las ansias me comían cada vez mas necesitaba estar con ella ya, necesitaba casarme con ella cuanto antes.

—Tranquilo yerno ya estamos de caminó —. Dijo la mamá de ___ abriendo la puerta de la casa mientras salia sosteniendo la falda e su vestido azul cuidando no estropearlo, su cabellera negra bailaba con cada moviento que daba.

Mire a mi padre quien solo me miro a los ojos y me sonrió, no dijo nada, no había necesidad de hacerlo, sabia que me decía que me calmara y eso planeaba hacer una vez estuviera de camino al lugar.
Deje salir un suspiro, un gran y nervioso suspiró y camine fuera subiendo a la camioneta, lo único que podía hacer era mirar el celular esperando un mensaje de ella, una señal que me dijera como estaba, pero, a pesar de los mensajes que le envíe ella no contestaba ¿Porque? Quizá estaba ocupada, mirando por la ventana rodó parecía ir e cámara lenta, la gente, el camino mismo era un eterno recorrido. Algo que no le veía fin.

Hasta que finalmente llegamos, llegamos a ese lugar donde me uniría por toda la eternidad a ____ frente a toda mi familia, amigos, frente toda esas personas que tenían un lugar en mi corazón.
Hoy era el día.

Hoy me casaría con ella.

I LOVE YOU (asa butterfield y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora