Salí de la pequeña oficina y me fui a caminar por todo él lugar, todo era muy grande y espacioso, tenia muebles negros y cortinas rojas, él suelo estaba cubierto por una alfombra negra y también había un pequeño escenario donde, suponía yo, hacian bailes eróticos o cosas así.
Por un momento escuche algunos ruidos extraños, así que quise ir a ver, los ruidos provenían de lo que parecía una habitación que quedaba por un largo pasillo al fondo del burdel, la habitación estaba cubierta por una gran cortina negra, por un momento pensé que habían fantasmas y me asuste, pero después me acerco mas y escucho claramente gemidos.
Bueno no era nada raro, al fin y al cabo era un prostíbulo, pero no había servicio si no hasta por la noche. Puse mi cara de "¿ Que Carajos ?"
Cautelosamente abrí la cortina por un lado y pude ver todo claramente, era Amy, estaba teniendo sexo oral con otra chica, entonces comprobé que definitivamente era lesbiana o tal vez bisexual. Por que en este trabajo te acuestas solo con hombres, aunque podría "sacrificarse" y ser de lo mas hetero, para poder dejar satisfechos a los clientes y recibir buen dinero, eso es lo que yo haría en su caso.Me quede mirando un momento mas lo que hacia Amy y al parecer hacia un muy buen oral, por que podía claramente notar que la otra chica lo disfrutaba mucho.
- Oye! - me grito la otra chica.
De inmediato Amy volteo y me vio.
- Hey, Tahia? Ven acá - dijo Amy
- Em, hola, yo solo pasaba por aquí y escuche ruidos y pues... - mierda que avergonzada estaba
Las dos rieron al tiempo.
- Oh, esta bien querida, quieres unirtenos ? La estamos pasando muy bien - dijo la otra chica - por cierto, me llamo Lauren
- No gracias, jeje, yo soy Tahia, soy la nueva y... Perdón por espiarlas -dije, tratando de excusarme
- No es problema, Tahia, además, como te dije, di quieres unirtenos, no es problema, yo... Encantada -dijo Lauren, al tiempo que se acercaba, de echo se acercaba demasiado y me ponía nerviosa.
- Tahia, mmm veo que eres algo tímida...
- Eres lesbiana o bisexual? - interrumpí a Amy, no pude esperar mas y sentí la necesidad de preguntarle
- Bueno, pues - río - soy lesbiana, y no sabes como odio este trabajo por que enserio no me gustan los hombres, ni un poco, pero solo lo hago por él dinero, y algunas veces me gusta hacer "cosas" como lo que estaba haciendo con Lauren... Pues de alguna forma libera mi estrés y me encanta.
Yo no dije nada mas, Sonreí, y salí de allí lo mas rápido que pude, me quede impresionada, no por que fuera lesbiana si no por que las había visto teniendo sexo oral. Y era la primera vez que veía algo así, es genial! Este lugar es genial, pensé.
Con todo esto me puse a reflexionar sobre mi orientación sexual, siempre pensé que era hetero, pero de un tiempo para acá, me atraían mucho las mujeres, y no por lo que había estado pasando en él burdel, si no desde hacia mucho tiempo atrás, y todo empezó por que mi amiga Nataly me pidió que finjiera ser su novia para deshacerse de un chico molesto. Así que nos dimos un beso frente a él y... Me gusto mucho ese beso, pero nunca se lo había dicho a ella. Por que se que ella es totalmente hetero, y además no quería arruinar nuestra amistad.
Deje de pensar en esas cosas y fui a sentarme en uno de los muebles del burdel. Ya se acercaba la hora de abrir y yo no tenia ni idea de lo que tenía que hacer, me puse nerviosa entonces fui a buscar a la señora Carime para preguntarle que debía hacer, no se como no le pregunte antes. En ese momento cuando me iba a levantar del mueble escucho hombres hablar, dirijo mi mirada a la entrada y si, "él puteadero" como yo lo llamaba, ya estaba abierto, yo no sabia que hacer solo me quede ahí parada mientras veía como todos los hombres se sentaban, habían hombres ancianos, otros de unos 40 años, otros demasiado jóvenes, algunos que me daban ganas de vomitar de tan solo pensar que me tendría que acostar con ellos, y otros que al contrario, eran muy guapos.En la barra donde servían él licor, pude ver a Carime, así que iba a ir pero llego un tipo y me agarro por la cintura
- Hola, bonita! - dijo él tipo ese.
Yo volteé sin decir palabra y vi a un hombre, de cabello oscuro, con barba, ojos negros, alto y a lo que se podía notar, un excelente cuerpo. Su ropa era impecable y podía oler su perfume, un aroma que simplemente era encantador. Debía tener unos 35 o 40 años.
- Hola -dije, y Sonreí, Sonreí mucho.
- Como te llamas? -preguntó
- Soy Tahia, y tu? - dije algo asombrada por que, osea, quien se presenta formalmente con una prostituta?
- Me llamo Brad, encantado -dijo, con su vos toda perfecta y varonil - te puedo invitar a un trago ?
- Si, si, por supuesto - dije intentando disimular la emoción.
Me agarró de la cintura nuevamente y me llevo a la barra. Yo no podía quitarme la sonrisa de encima, el era tan... Guapo.
Nos sentamos y pidió dos whiskys.- Sabes algo? Es la primera ves que vengo a un lugar de estos - sonrió, y yo veía sus labios y dientes perfectos - y tal vez no te importe que te cuente estas cosas pero... Me siento en la necesidad de hacerlo.
- Oh no, tranquilo, y dime, por que estas aquí? -pregunte mostrando interés.
- Bueno estoy pasando por un difícil divorcio y eso... Bueno no quiero aburrirte, además no se viene a hablar de eso a un prostíbulo - tenia algo de vergüenza
Yo no sabia si se hablaba de estas cosas con los clientes, pero en realidad sentía una conexión con él, era algo muy extraño y en verdad me interesaba Todo lo que me decía, ahora estaba enterada de que era divorciado y eso me alegraba en gran parte por que estaba segura de que no llegaría alguna vieja loca a reclamarle por que estaba allí y hacer algún escandalo, era libre y aunque yo sabía que nunca se fijaría en una prostituta.
Creó que me estaba emocionando demasiado y haciendome ideas tontas.
Y sabia que como él, muchos hombres hablarían conmigo o simplemente no dirían nada y me llevarían a la cama, debía acostumbrarme a todas estas cosas y no encariñarme con nadie.Después de unos minutos me pidió que fuéramos a la habitación, sin saber donde estaban las habitaciones, solo improvise y me fui por él pasillo, solo abrí una puerta y por suerte allí había una cama grande, una mesita de noche y una botella de vino, así que entramos.
- Oye, puedo confesarte algo ? -dijo
- Claro que si.
- Yo no quiero acostarme contigo - espera, que? - solo venia a buscar a alguien con quien platicar, pero por favor en que estoy pensando, esto es un burdel y yo sinceramente no se que hago aquí.
Se quedo sentado al borde de la cama y en silencio.
Yo no sabía que decir...
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El Diario De Una Puta
RandomTahia es una joven que desde muy pequeña tuvo aspiraciones un tanto raras y una de ellas era convertirse en una buena prostituta.