El Diario De Una Puta

Brad

Enserio pensé que solo quería un poco de sexo, me pagaría y luego se iría. Pero no, en verdad él solo quería hablar un poco y desahogarse, pero que mal lugar escogió para hacerlo.
Yo no sirvo para dar consejos o de alguna manera dar apoyo, y mucho menos sobre divorcios o separaciones. Así que le dije que lo escucharía, simplemente él se acostó y yo lo escuche sentada, trataba de comprender todo eso pero era tan extraño que estuviera pasando esto.
No se, me había imaginado que la primera noche allí, seria diferente. Tal vez atender a un anciano que ya ni él pene se le paraba, y que debía seducirlo y aguantarme él vomito mientras él me manoseaba... Pero no, y además debía verle él lado bueno a lo que estaba sucediendo por que preferia escuchar los problemas de un extraño señor a pasar la peor noche de mi vida.

Él me contó que nunca tuvo hijos con la ex esposa, ni con ninguna otra, que en realidad ella nunca lo quiso, que solo quería su dinero. Al parecer y hasta donde entendí, Brad era un señor muy poderoso y tenia mucho dinero, pero a pesar de todo eso no conseguía él amor, siempre resultaba todo mal y hasta llego a pensar que la mejor opción era suicidarse pero no, no lo valía y cayo en la cuenta cuando estaba a punto de tirarse al vacío desde él piso quince de un edificio. Edificio que era de su propiedad, él simplemente se arrepintió o tal vez tubo miedo y bajo por él ascensor, vagó por las calles hundido en él alcohol... Él no tenía familia en el país, estaba solo, y por eso necesitaba tanto de alguien, de una chica y debido a eso las mujeres se aprovechaban de su falta de afecto y de su amabilidad sin fin.

Luego me dijo que le comentara sobre mi vida y le conté algunas cosas sobre mi, de como había llegado a ese lugar, que era mi primera noche como prostituta y él me había escuchado con tanta atención, como si en verdad le importara lo que yo estaba diciéndole y me sentí de alguna manera feliz, por que nadie, nunca antes me había dado tal momento de importancia, y fue ahí en ese momento en que me di cuenta que si hay personas que podrían valer la pena y creí que él seria una ellas. No se cansaba de repetirme que yo era la mujer mas bonita que había conocido.
Se impresionó cuando supo que era mi primer día allí y no podía creer lo joven que yo era para estar en un lugar como ese.
Hablamos sobre muchos temas, reímos, casi lloramos, tomamos, hasta que nos quedamos dormidos.

- Hey, Tahia - escuche la voz de Brad y desperté

- Hola -dije y me levante de la cama

- Creó que ya debo irme, en verdad te agradezco todo lo que hiciste por mi, eres increíble mujer. Y aunque no tuvimos sexo ni nada, pasate la noche conmigo, ahí te dejo él dinero, volveré a verte, adiós. - Me dio un beso en la mejilla y se fue.

Al instante entro Carime y preguntó como me había ido, le entregue él dinero y salio.

Arregle la habitación mientras pensaba en todo lo que había sucedido. Llegue a pensar que era solo un sueño pero no, era todo real, y asimile que un hombre muy guapo, con mucho dinero, caballeroso, había entrado a un prostíbulo solo para buscar atención y a alguien que lo escuchara. A mi no me molestaba, y era raro por que en general, me importa una MIERDA los problemas de los otros. Y siempre me había preocupado por mi misma, ahora todo eso había cambiado, en solo una noche.

Revise mi teléfono y efectivamente tenia 15 llamadas de mamá.
Fui a buscar mi ropa que estaba en la oficina de Carime, me vestí y salí.
Cogí un taxi y después de veinte largos minutos de recorrido llegue a casa.
Abrí la puerta y estaba mamá sentada en la sala con cara de muerta. Seguro no había dormido en toda la noche. Me miro y empezó a llorar.

- Que pasa ? -pregunté tranquilamente
- Como que, que pasa? Ah? Acaso estas demente? Que son estas horas de llegar Tahia, por dios te estuve esperando toda la noche muy preocupada, por que no contestas ese bendito teléfono? Pensé que te había pasado algo -dijo ella súper dramática
- Oh... Que mal -repondi y subí a mi habitación.

Escuche a mamá gritarme desde la sala, al parecer pensaba que yo era una inconsciente e irresponsable, la verdad no entendía por que tanto drama. Acaso no se cansa de regañarme?, pensé.
Mire él reloj y eran las diez de la mañana, me fui a bañar, comí algo y me acosté a dormir.