La trágica muerte de la mosca (III)

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Mosca siempre tuvo complejos. Mosca también tenía ilusiones de grandeza. A Mosca no le resultaba complicado mentir. Pero, además de todo esto, Mosca era increíblemente persistente.

Nada lo ejemplifica mejor que cuando su madre les regaló un arco de juguete.

El hermano de Mosca intentó darle a la diana un par de veces, pero no lo consiguió porque era torpe. No le importó demasiado, se marchó y se fue a jugar con otra cosa. Eso es un comportamiento normal que uno se puede esperar de un niño de diez años.

Pero Mosca no era un niño normal y se quedó hasta la noche practicando con el arco. Él también era torpe como su hermano, si no más, pero él se convirtió en un maestro de la arquería. Otra cosa distinta es que al dominar la técnica perfectamente lo primero que hiciera fuese darle caza a su hermano, pero... aún así. Ese chico no sabía cuándo rendirse. O no sabía rendirse en absoluto.

Así que decidió hacer sus ilusiones de grandeza realidad. A cualquier precio.

En el instituto, Mosca enseguida se hizo el más popular. ¿Cómo?

Don de gentes y un montón de dinero. ¿Y de dónde el dinero?

De su madre y su hermano, por supuesto. Mosca había aprendido a manipularlos con tanta certeza que podía conseguir cualquier cosa de ellos. Cualquier cosa, no sólo dinero.

Por ejemplo, un año unos chicos se empezaron a, meter con él.

Él no se preocupó en absoluto. Él empezó a mandar cartitas a la novia de su hermano en nombre de su acosador, y al acosador en nombre de la novia de su hermano.

Cuando su hermano encontró las notitas, rompió con su novia y le pegó una paliza orbitral al acosador.

Este chico le cogió un miedo tremendo (y justificado) a la familia completa, y dejó en paz a Mosca.

Hazañas similares facilitaron a Mosca una reputación increíble (le admiraban y quizás también le temían un poco) y una concentración completa a sus estudios, lo que condujo a unas notas estratosféricas, y eso le condujo a una universidad de ensueño. Y eso condujo a un trabajo de ensueño, porque las cosas conducen a cosas, y si se trata de Mosca, aún más.

La evolución de Mosca era algo digno de admirar y tomar de ejemplo.

Era una bella historia que debería haber terminado allí. Eso hubiera sido lo mejor para su madre, su hermano, su alrededor e incluso para Mosca.

Pero al igual que Mosca no sabía rendirse, tampoco sabía conformarse.


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