"Última Oportunidad"

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Hola, cómo los trata la vida? Espero que bien... bueno, no planeé nada para decir acá y esto de improvisar se me da fatal. Así que les dejo un nuevo cap. ya sé que todo viene medio triste, pero es que no decido si el final tiene que ser feliz o no xDDDD 

Capítulo XXIX:

Última oportunidad

—¿Piensas comer o tendré que darle tu cena al gato?

Abi frunció el ceño mirando al animal en cuestión, que a su vez la observaba retadoramente.

—Un segundo —pidió tapando con una mano el teléfono. Había estado llamando a muchas partes la pasada semana, como para dejar ir todo por una simple cena.

Luego de que Jules y ella descubrieran esa información casi nula sobre la prematura muerte de Will e Iker, Abi se había puesto en la tarea de hallar la verdad. Cualquiera pensaría que ya estaba obsesionada, pero ella no se creía capaz de dejar todo correr. No hasta saber qué había ocurrido luego de su partida. Era bastante difícil encontrar personas especializadas en esa época en concreto y en esa familia. Pero Abi tenía la idea fija de hablar con el profesor responsable del libro que ella y su amiga habían hallado en la biblioteca. El hombre parecía estar escondiéndose en el fin del mundo, pero lo positivo era: que estaba vivo y en su país.

—Si... —respondió para la secretaria con quien hablaba. Tomó lápiz y papel, luego de cuatro días de idas y venidas, finalmente había conseguido encontrarlo. Sonrió de oreja a oreja y tras agradecerle un millón de veces a la mujer, colgó.

—¿Y bien?

—Lo encontré —dijo con gesto victorioso, Jules le arrebató el papel de las manos y leyó la dirección.

—Esto está a más de cinco horas en auto.

Abi rodó los ojos y le palmeó la cabeza a la chica, como si se tratara de un niño quejumbroso.

—Por favor, intenta hacer un viaje de cuatro días en carruaje y luego me dices... esto es un juego —farfulló logrando que su amiga frunciera el entrecejo molesta.

Atravesar Texas bajo su abrasador sol de mediodía, era una hazaña a los que pocos se atrevían. Pero Abi estaba curiosamente acostumbrada a la sofocante atmosfera de su ciudad natal. Adoraba los kilómetros y kilómetros de casi desértico paisaje, regado aquí y allá por algún animal lo suficientemente valiente o estúpido, como para salir fuera en esos momentos. Jules conducía como una maniática, a decir verdad eso era algo que no echaba de menos ni un poquito. Lo bueno de eso, era que llegarían antes de lo previsto a la cita con el profesor de historia que tenía un gran conocimiento de la época que ella había abandonado. Tan solo esperaba que estuviera dispuesto a compartir dicha información y que no le anduvieran con evasivas.

Llegado ese momento, Abi ya tenía las emociones bastante caldeadas. No resistiría regresar con las manos vacías, debía averiguar qué le había ocurrido a Will. Aún no sabía para qué, pues no es como si pudiera regresar y salvarlo de tan oscuro final. Pero quizás su mente lograría descansar en paz una vez que lograra poner fin a toda esa historia. Otra cuestión, era que estaba casi segura de nunca ser capaz de cerrar ese ciclo de su vida. Y eso la entristecía enormemente. Había tenido tanto tiempo para meditar las cosas, que había llegado a la conclusión de que una vez más se había apresurado y tomado, muy posiblemente, la opción del cobarde. No enfrentó sus problemas, prefiriendo huir cuando más firme tuvo que haberse puesto. Lo había echado a perder, cuando quizás no todo era como ella lo imaginaba, y por estúpida ahora nunca se quitaría la duda. Regresó convencida que el amor de su vida no la amaba, ¿y si no había sido así? ¿Y si había una explicación? Preguntas como esa la mantenía largas noches en vilo, sería imposible retomar una vida que no le pertenecía, pero aún más imposible era dejar la otra atrás.

Pide un Deseo (Resubida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora