Bueno hoy es lunes de dos por uno, ya actualicé la otra historia ahora voy con esta, para traer un poco de paz a su espera. Espero que disfruten de la lectura, saluditos ^^
Capítulo XXX:
Visita
Abi se bebió la última gota de café, era muy temprano esa mañana y llevaba toda la noche conectada a la computadora. Desde que había hablado con el profesor, una idea venía dándole vueltas en la cabeza impidiéndole pensar en algo más. Will había sido asesinado, pero por alguna razón la conveniente muerte de Iker y Ailim, le continuaba haciendo ruido. ¿Qué posibilidad había de que su accidente, hubiese sido realmente un accidente? Con Will e Iker muertos, el título se quedaba sin heredero directo. Si se lo pensaba con mucho detenimiento terminaba siendo obvio que ambas muertes, habían sido una gran coincidencia. Alguien había matado a Will, de eso no le cabía duda, ¿sería posible que esa misma persona decidiera terminar el trabajo y también se encargara de Iker? Bueno había una sola forma de averiguarlo, debía encontrar quién se beneficiaba de eso.
El heredero indirecto del título era su primer sospechoso. En esa época se mataba por mucho menos, la riqueza de Will era más que suficiente incentivo como para querer matarlo. Sin los hermanos Warenne en escena, el título quedaba a merced del próximo heredero. Pero, ¿quién rayos era? Era mucho más complicado hallar a alguien que no se conoce. Con Will ya había sido difícil, pero al no contar con un nombre las posibilidades de fracasar se ampliaban considerablemente. Suspiró, dándose suaves cachetadas para despertarse. Estaba a un segundo de claudicar en su búsqueda, pues tras revisar casi todo el árbol genealógico de Will seguía en ascuas. ¿Quién diría que sería un trabajo tan complicado? Comenzaba a sentir cierto respeto por los historiadores, la gente muerta era más complicada de encontrar que la viva y eso que los primeros permanecen siempre en un mismo lugar. Quizás ella era una terrible investigadora, definitivamente no consideraría el espionaje como carrera a futuro.
-Buenas... -Jules apareció tallándose los ojos y envestida en su pijama de vaquero.
Abi envidió su capacidad de dormir bajo cualquier circunstancia, pues ella tenía sueño pero si se iba a la cama no dormiría. No podía evitarlo, quería disipar este nuevo fantasma o morir en el intento. Sentía como si la estuviesen corriendo, como si una fuerza invisible la instara a no darse por vencida. Aún había algo más por descubrir y hasta no hacerlo, ella no descansaría.
-Abi esto ya comienza a asustarme. -Su amiga se acercó a ella para mirar por sobre su hombro, Abi la ignoró y cubrió la pantalla de la laptop con su cuerpo.
-Nadie te dice que veas -espetó cerrando algunas ventanitas y abriendo otras.
Jules bufó y se dirigió a la estufa para poner a calentar agua, parecía medio dormida y preocupada. Abi no quería poner a su única amiga de esa forma, pero esperaba que algún día llegara a comprender su situación.
-No dormiste -señaló de modo acusador, ella se encogió de hombros.
Frente a sus ojos una foto descargaba con gran lentitud, ¡maldito internet! Tímidamente la silueta de un escudo de familia llenó la pantalla, no lo reconocía pero los colores eran bastante chillones y tenía pequeños destellos parecidos al de los Adler. El escudo familiar de Will había ido cambiando con el tiempo, siempre que se añadían nuevas tierras adquiridas bajo el nombre, los marqueses de turno se encargaban de resaltar su logro. Por lo que ese que miraba en ese instante, le causó cierto escozor en la piel. Según la fecha, el escudo era de finales de siglo XVIII. Aun así no supo discernir si era o no una variación del que ella buscaba.
-No tengo sueño -mintió patéticamente, ganándose una incrédula mirada por parte de su amiga. Abrió una nueva foto a tiempo que hablaba sin poner demasiada atención-. Bien... tal vez sí, pero no puedo dormir. No hasta que...
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Pide un Deseo (Resubida)
RomanceSi pudieras desear lo que sea, cualquier cosa ¿Que seria? ¿Pedirías la paz del mundo? ¿Un auto nuevo? ¿Mayor inteligencia? ¿O simplemente pedirías que esta vez no salieras decepcionado? Algunos deseos son egoístas, otros demasiado imposibles y los d...