Ivanka & Yuuri

9. Un Secreto

Había pasado un mes desde que Alexandra había robado un beso a Yuuri y este se había enterado de la verdad, Víktor por su parte no sospechaba nada aunque claro había doblado las horas de entrenamiento de Yuuri hasta que la rutina quedo perfecta.
-Buen trabajo, muchacho- dijo Yakov, al abrazar a Yuuri quien salia de la pista.
-Muchas gracias-dijo Yuuri sonrojado, en una semana se presentaría a la ronda clasificatoria de Japón y de ahí al cuatro continentes.
-Ya están los boletos de avión-anunció Mila sacudiendo los boletos.
-¡Wow! Eres rápida-señaló Víktor quien los tomo era uno para Yuuri, Yakov, Alexandra, él y...-¿Porque había un quinto boleto?- preguntó Víktor de manera desconcertada a Mila.
-Eso es porque...
-Yo lo pedí, Couch Víktor- interrumpió Alexandra quien tomaba los boletos de la mano de Víktor.
-¿La vas a llevar?- preguntó Yuuri, Alexandra asintió, pero el principal interesado no entendía en absoluto nada.
-¿A quien?- preguntó Víktor, Alexandra y Yuuri sabían que metieron la pata.
-Es un secreto Vitya- le dijo Yuuri y corrió a la pista, todos los demás se encogieron de hombros.

Al llegar al departamento, Víktor quería saber la verdad y podría usar un método bastante sucio para su obtención, pero si se equivocaba.
-Oye, Yuuri ¿Dormimos juntos?- propuso Víktor.
-No, creo que esta bien así- contestó Yuuri mientras se vestía.
-Como esta bien, si te extrañe mucho- insistió Víktor quien se subió a la cama de Yuuri.
-Yo también, pero... Víktor, sal de mi cama- le ordenó Yuuri completamente sonrojado.
-No lo haré, a menos que me digas el se...
-Esta bien puedes dormir conmigo, si así lo deseas- respondió Yuuri mientras acomodaba las cobijas.
-Yuuri... Me puedes decir, ¿Que secreto tienes con Alexandra?- dijo en tono bastante dolido, Yuuri no podía creer que Víktor se comportará así, pero Alexandra hablaría con él en unos días, hasta entonces tenía que distraer su mente.

-Víktor, yo también te extrañe y mucho- dijo Yuuri de manera seductora y atrayendo la boca del ruso, este no sabia como reaccionar y se dejo llevar por la situación, intercambiando besos desde castos hasta convertirse en profundos y apasionados, el sistema de Víktor estaba nublado completamente, solo quería seguir de esa manera con Yuuri y seguiría de no ser porque sonó el teléfono móvil de Yuuri.
-No contestes, Yuuri- suplicó Víktor mientras pasaba de la boca al cuello del chico, Yuuri soltó varios suspiros.
-Sólo un momento y te prometo que te recompensaré- Prometió el chico japonés mientras veía que era una llamada de Pichit.
-Hola Pichit- contestó agitadamente.
-Mañana no se te olvide que es la presentación de Ketty, nos vemos- cortando la comunicación.
-Bueno en que...
-Hola Alexandra, mañana va estar la filarmónica, me acompañas, ok hasta mañana- dijo por teléfono Yuuri, Víktor ya se había acomodado, y estaba un poco lastimado.
-Víktor, mañana iremos a ver una amiga a su concierto- le susurró Yuuri al oído.
-Como digas- dijo Víktor haciéndose la víctima después de las interrupciones. Yuuri por su parte quería seguir distrayéndolo después de todo era el momento de ambos.
-¿Seguro?, Moy Lyubov- le susurró al oído, Víktor se turbó y más cuando las ágiles manos del chico recorrían su cuerpo, Yuuri de verdad lo extraño. Víktor se volteó a ver a su Yuuri quien estaba subiéndose encima de él, más había tardado en ponerse la camisa de la pijama que en lo que mostraba su pecho desnudo.
-Yuuri-fue el susurró de Víktor.

Alexandra por su parte tomaba religiosamente sus medicamentos, la llamada de Yuuri la había sorprendido, por lo regular ella era quien lo llamaba, no sería mala idea ir a un concierto de musica clasical y tal vez sería oportuno hablar con Víktor y porque no llevar a Ivanka.
-Mami, vamos rápido a dormir- dijo la pequeña niña, quien nadaba en su nueva y preciada pijama, cortesía de Yuuri.
-Si, mañana vamos a salir con Yuuri y una persona muy importante, así que quiero te comportes-dijo Alexandra mientras cargaba a su pequeña hija.
-Si, mami lo prometo, pero ¿Quien es esa persona tan importante?- pregunto la niña mientras se acomodaba en la cama.
-Un amigo de mami y de Yuuri-le respondió mientras la chica arropaba a su hija.
-Pero mami y Yuuri tiene muchos amigos, ¿Quien es?- insistió la niña, seria prudente decirle que era Víktor, aunque de cualquier manera convivirían y serían una familia una vez que ella se fuera.
-Bien, te voy a contar como mami, conoció a esta persona-le dijo Alexandra, la niña se acomodó alegre ella sabia que mamá contaba cuentos hermosos-Hace mucho tiempo, una niña llamada Princesa Cisne...
-Esa es mamá- dijo riendo la niña.
-si, la princesa cisne vivía en un enorme castillo en Moscú, que solo servía para bailar, junto con otras niñas pasaba las tardes bailando ya fuera al sonido de un piano o violín, todas bailaban ballet, un día llego un príncipe de larga cabellera plateada...
-Ese es papá-soltó la niña con soltura, el cuento era el mismo.
-Si, el príncipe es papá, ese príncipe era caballeroso y gentil, y sobre todo amaba bailar, una noche invito a la princesa cisne a bailar y lo hicieron hasta media noche y desde entonces se veía para bailar, la princesa cisne y el príncipe de cabellera plateada se amaban profundamente y de ese amor surgió una hermosa bebé con ojos del color mar...
-Mami, esa bebé soy yo-dijo la niña riendo nuevamente.
-Así es, pero... El príncipe no pudo conocer a su bebé porque fue lejos, muy lejos donde la princesa cisne no podía ir, pero después de una larga ausencia, llego otro príncipe a vivir a un palacio de hielo, este príncipe era un príncipe cisne que era bueno con los niños y jugaba con la princesita...
-Ese es papá Yuuri- interrumpió la niña nuevamente.
-Me dejas acabar-dijo en tono bromista la chica y continuó-Bien, el príncipe cisne se hizo amigo de la princesa cisne y se podría decir que eran amigos, este le dio la noticia que había encontrado al Príncipe de cabellera plateada y la princesa cisne se puso feliz, porque al fin su princesita conocería a su papá.
-Mami, papá Yuuri trajo a papá-dijo la niña con una enorme sonrisa.
-Si, mañana- dijo Alexandra con un semblante triste. La niña después de un cuento más se quedó dormida y Alexandra solo atino a apagar la luz.

-Vitya ojalá no me odies-fue lo último que dijo Alexandra antes de caer en un sueño profundo.