Tears ~ Fairy Tail NaLu

Capítulo 9

Lucy

Abrió los ojos.

Los cerró de nuevo.

Y cuando por fin me miró, pude ver lágrimas asomando de ellos.

Me dolía verle llorar. Desde que yo le conocía, solo recordaba haberle visto haciéndolo dos veces: cuando murió mi yo del futuro y cuando lo hizo Igneel. Y tuve la certeza de que estaba rememorando ambos momentos.

- No te pongas triste.- Sonreí y pude verle negar con la cabeza a través del velo de lágrimas que cubría mis ojos. - Yo ya lo he aceptado. No pasa nada.

Ahogó un sollozo, y yo solo pude soltar un bufido.

- Intentaba ahorrarte esto, ¿sabes? La verdad es peor cuando te la cuentan cara a cara.

Agaché la cabeza dejando que el flequillo me cubriese el rostro y me quedé allí, estúpidamente de pie frente a la persona que más me importaba mientras no podía hacer nada para que dejase de llorar.

Era culpa mía, por ser tan débil. Si no lo hubiese sido, invocar al rey Celestial no habría perjudicado mi salud de ese modo. Pero no me arrepentía, porque al final... aunque me costase la vida...

Había conseguido salvarlos.

Me acerqué al sofá y me senté junto a él. Apoyé la cabeza en su hombro y nos quedamos así, en silencio.

Al cabo de un rato, sentí su brazo rodearme los hombros y me tensé.

- Tú... deberías irte, Natsu.

Su brazo me apretó aún más.

- Ni siquiera lo pienses.

- ¡¿Eres sordo o qué?! ¡¿No te he dicho lo que pasa con el Ethernano a mi alrededor?! ¡Es peligroso estar...!

Solté el aire bruscamente cuando Natsu me agarró con fuerza por los hombros y me giró hacia él, dejándonos cara a cara.

Tenía los ojos rojos y aún llorosos, pero su mirada denotaba la resolución y la franqueza que yo asociaba a sus orbes verdes.

- Ni siquiera pienses que voy a irme. Ni... ni siquiera lo pienses.

- Pero... yo... el Ethernano...- Alegué débilmente.

Sonrió.

- Tienes muy baja opinión de mí si crees que voy a sucumbir tan fácilmente.

- Pero... Natsu...

No me dejó terminar la frase.

En menos de un segundo tenía la cara pegada a su pecho y sus brazos en mi espalda.

Sollocé. Me apreté contra él.

Hasta ese momento no me había dado cuenta de cómo de sola había estado.

De cuanto había necesitado contárselo a alguien, apoyarme en alguien.

De cuanto necesitaba ese abrazo.

Me acarició el cabello.

- Shh... Todo va a estar bien...

Eso solo me hizo llorar más.

- Vamos, Luce.

Ni siquiera tenía ánimos para pedirle que no me llamase así, porque en el fondo me encantaba.

Me hacía sentir... especial.

Lloré hasta que no me quedaron lágrimas.
Lloré hasta que pude volver a respirar.
Lloré hasta que lo saqué todo fuera.
Lloré hasta que me quedé expuesta.
Lloré hasta que volví a ser Lucy.