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Sus ojos miraban fijo él techo, como en las ultimas ocho horas.

Que va, como en las últimas veinticuatro, pues Liam, no había llegado a dormir desde la noche anterior.

Y entonces, supo que el alfa merecía una disculpa de su parte, pues tanto tiempo meditándolo, se dio cuenta de que posiblemente, él estaba siendo un tanto orgulloso respecto a lo que sentía, pero...

Ya era de día, no había dormido nada, sus feromonas inundaban preocupación en la habitación entera, tenía hambre pues no había comido nada en un día y... No podía faltar el remate, Liam no estaba.

No había aparecido.

Se había cansado de esperarlo.

Y si, para qué negarlo.

Esos ojos hinchados, y las lágrimas que aún residían en sus sollozos, hacían gritar en silencio cuanto aquel estupido alfa le importaba.



Olfateo su suave y lacio pelo, con la punta de su nariz, que básicamente estaba metida en la cima de su nunca.

Sonrió bajando por su cuello y subiendo por su oreja, donde un pequeño movimiento anunció que si seguía con aquello, despertaría al pequeño Louis.

La noche anterior, le había puesto las cartas sobre la mesa.

Pero él omega, astuto como él solo, no le había dado respuesta.

Ja!

Le había puesto hasta condiciones solo para que responda una simple proposición.

Quien lo diría!... Pero ciertamente, y aún no lo aceptaría...

El pequeño Louis lo valía.

Se sostuvo de su codo en el colchón, tratando de hacer nulo movimiento y se dispuso a seguir inhalando sus embriagantes feromonas.

Su nariz paso por sus rosadas mejillas, rozando con su labio superior, notando que su linda boca estaba entre abierta.

Río cuando uno de sus rizos choco con la nariz del omega y le hizo fruncirla hasta estornudar, despertándolo enseguida.

Louis volvió a fruncir el ceño enderezándose enseguida y rodando los ojos ante él actuar de Harry.

"Qué crees que haces?" Se cruzó de brazos sonrojándose violentamente, puesto que sabía perfecto que era lo que el alfa hacia.

Y vaya, para qué negarlo.

Su corazón estaba a punto de salirse del pecho.

Harry sonrió satisfecho al notar la reacción del pequeño Louis, mordiendo su labio y alzando los hombros, poniendo una expresión de ignorancia.

"No sé de qué hablas." Sonrió.

"Ash." Louis bufo a punto de reclamarle el que estuviera haciendo ese tipo de cosas mientras el dormía, pero el llamado constante a la puerta, que amenazaba con tirarla les hizo a ambos esfumar sus pensamientos contiguos.

"Que sucede?" Gruño cuando abrió esta y dejó notar su evidente enojo al irrumpir su mañana.

"Señor, tenemos un problema." Uno de sus hombres, Eric, se posicionó frente a él respetuoso, a pesar de notarse que era de mayor edad, con la mirada baja en señal de sumisión, a pesar de ser alfa.

Harry frunció el ceño.

"Qué clase de problema?" Preguntó ya más calmado.

"Están atacando uno de nuestros túneles de paso de cocaina. Al parecer son rebeldes, pero aún no se confirma. Se le notificó a Liam y este lo investigo, entonces, notó que los rebeldes podrían ser parte del cartel Garfield. Enemigos naturales de su padre." El rizado resopló exasperado en cierto punto puesto que, sabía quiénes eran aquellos de los que Eric hablaba.

Asintió enseguida.

"Da la orden. Liam y yo iremos en este momento." Eric sólo respondió corto retirándose enseguida.

El alfa tomó aire cerrando la puerta mirando esa carita tierna que le veía curioso y dudoso mientras estaba sentado esperando por el en la cama.

Enseguida la pequeña preocupación de que aquella sería su primera participación en el cartel se esfumó.

"Sucede algo?" Preguntó el castaño.

Harry asintió suspirando.

"Tengo que ir a tirar plomo a un estupido cartel que cree que puede burlarse de los Styles solo por qué Desmond ha muerto." Dijo con fastidio. Louis rió negando.

"Cuando?"

"Ahora mismo." Su pequeña boca se abrió en una O asintiendo después.

"Cuídate." Una de sus curveadas cejas se alzó arrogante ante la preocupación del omega.

"Te preocupo acaso, pequeño Louis?" Louis refunfuñó parándose enseguida para ir hacia él y pincharle el pecho con su dedo índice.

"No confundas las cosas, gigante."

"No soy gigante." Exclamo divertido y fingiendo estar ofendido.

"En fin. Solo... Cuídate." Dijo ya más en calma cruzándose de brazos y mirándole fijo.

"Si me cuido, prometes darme una respuesta cuando vuelva?" Louis sabía que se refería acerca del futuro de su extraña •relación•

No pudo evitar estremecerse y ladear el rostro.

"Te pedí algo. Cúmplemelo y entonces, cuando regreses, tendrás tu respuesta." El alfa gruño desesperado.

"Sabes que es algo insultante que me pidas tal cosa, cuando se supone que yo soy quien da las órdenes?" El ojiazul se mordió los labios retrocediendo dos pasos del rizado, llevando su dedo índice a morderlo de manera sensual, encogiéndose de hombros.

"Yo sé que puedes hacerlo." Sus ojos verdes se pusieron blancos resoplando.

"Un cuarto para ti solo." Confirmó. Louis asintió. "Yo queriéndote más cerca y tu alejándome de ti."

"Estás casado."

"Algún día tienes que escuchar mis razones respecto a mi matrimonio." Dijo serio.

"Pues, ese día no será pronto." Respondió con negatividad a pesar de morirse de ganas por saber la verdad del asunto.

"Bien. Tú ganas, pequeño Louis." Sus océanos le brillaron enseguida, pues, aunque no le hacía gracia alejarse de Harry, el sabía que estaba respetando de cierto modo su matrimonio, aunque, ya había decidido que si el alfa quería jugar, el sería la puta perfecta. Claro que esto cambió cuando se enteró, la noche anterior, de las intensiones del mismo. Entonces sintió lastima por Rebecca así que, no quería contestar a su propio beneficio. Le gustaba el alfa, para que mentir, y su omega se retorcía con fiereza frente suyo. Pero, seguía siendo omega, por lo tanto, comprendía que no sería para nada bonito que te robasen a tu esposo. "Pero cuando venga...." Y a paso cauteloso, acercándose a él "Quiero mi respuesta." El esmeralda le robo un beso al pequeño frente suyo, con toda la intención de hacerlo volar.

Un ágil y pequeño movimiento de sus labios que se abrazaban a un ritmo demasiado extraño pero magnífico para ser mortal.

El primer beso de ambos.

Se despegó a duras penas de esos carnosos y perfectos ejemplares del castaño, sonriendo al ver su expresión.

Sus ojos cerrados y los labios húmedos con los pómulos en color carmín.

Guardaría eso para siempre en su memoria.

"Tonto." Graznó él omega desviando la mirada cuando notó su estado.

Harry respondió un vago •aja• para así prepararse para su primera vez siendo el jefe de todo al mando.

Vendido. "Larry"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora