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Sus manos se clavaban con ímpetu a sus hermosas caderas, con estas moviéndose por sí solas, de esa forma empinada en la que se había acomodado, con su pecho acostado a la cama y su rostro rojo, lloroso, apoyado en la almohada.

Las feromonas de pino fresco, un bosque frío, inundaban con su presión al de ojos azules, ahogándose en estas con placer; mientras que el océano de malvaviscos que Louis emanaba, llenaba a Harry haciéndolo roer por más hasta saciarse.

Él sabía que eso nunca pasaría.

Saciarse de Louis?... Por suerte era afortunado.

Harry gruñía moviéndose con agilidad, siempre cuidando en todo momento de no lastimar a su omega; Louis gemía desconsiderado ante la sensación abrumadora que era complacer a un alfa como el rizado.

Jamás había estado tan activo en una sola noche; solo Harry era capaz de hacerle el amor de esa forma y conseguir fuerza de lo más profundo de su ser para que sus piernas resistan.

"H-Hazz!..." Gimió cuando se vino por tercera vez en la noche, con sus dedos apretando las sabanas debajo suyo, viendo nublado desde su posición los rizos alborotados de su alfa, quien se mordía el labio y le tomaba de los muslos, abriéndolo un poco más y alzándole el redondo trasero para abarcar lo suficiente, entonces dándole unas bruscas estocadas más, su nudo se hinchó de igual modo por tercera vez en la noche, provocando en él omega un grito demasiado desvariado, que amenazaba con dejarle sin voz.

El rizado beso cariñosamente su espalda, sintiendo que poco a poco su celo pasaba, dejándole solo agotamiento físico y emocional.

Tardó unos veinte minutos en poder salir de su interior, abrazando enseguida al castaño que ronroneó entre sus brazos, acomodando su rostro en su pecho, y rodeándolo para que quedarán unidos.

"T-te lastime?" Preguntó algo agitado, tratando de que su cuerpo no temblara tanto, buscando fuerza de voluntad para retrasar a su loco alfa.

Louis se sonrojó violentamente agradeciendo que el rizado no le viera fijo, negando.

"Estoy bien, alfa.." Con sus dedos acaricio su pecho, logrando que Harry volteara a verle con una diminuta sonrisa.

"Mira cómo te ha dejado ese cabrón la cara." Gruño tocando leve el violáceo golpe en él omega.

Louis negó restándole importancia y sonriendo.

"Esta bien. Ya me encargaré de el." Harry apretó los labios suspirando.

"No lo sé, Lou... No quiero que vuelva a ponerte un dedo encima. Realmente quiero matarlo." Masculló. Y Louis pensó que no había nada más adorable en el mundo que aquel alfa protector.

Con ese puchero y sus ojos verdes demasiado claros por el celo.

Tenía una fuerza de voluntad enorme, ya que no cualquiera, que sea alfa, se aguantaba a no empotrar toda la noche a su omega.

Por suerte, él no tenía a cualquier alfa.

"Harry..." Susurró tomando su mejilla y haciendo un esfuerzo sobre humano con las caderas destrozadas de levantarse hacia él y besarle leve su nariz, bajando a sus labios y luego a su barbilla. El alfa sonrió apretándolo más hacia su cuerpo. "Estaré bien." Dijo seguro. Pero aún así el rizado seguía dudando. "Puedes poner a Josh en la puerta... Es un buen guarda espaldas." Dijo después, con el alfa refunfuñando ante la insistencia y acariciando su suave pelo.

"De acuerdo..." Accedió. "Pero Josh se queda dentro de la habitación."

"Bien." Sonrió. Siguió acariciando el pecho del alfa haciendo una mueca que no pasó desapercibida para este.

Vendido. "Larry"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora