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Sus manos tamborileaban el volante mientras veía de reojo al omega, tratando inútilmente de descifrar su reacción.

"Lou..."

"Ahora no..." Le respondió.

Y es que, pudo verlo.

Pudo ver cómo el corazón del pequeño Louis se quebraba ante el, viendo los trozos de este caer a la nada. Desvaneciéndose.

Después de eso, Louis había dado un paso hacia su madre abrazándola durante minutos que parecieron una eternidad, diciéndose palabras que él no alcanzó a oír y respondiendo la sonrisa que Jay Tomlinson le daba, confiándole a su hijo.

"Pero..."

"Por favor." Pidió él omega. Sus manos aferradas a la tela de sus jeans, su rostro fijo al frente del camino, tratando de que sus feromonas no descontrolaran su autocontrol.

Harry asintió con la preocupación palpable, gruñendo a lo bajo por lo irritado que le ponía no poder hacer nada para que Louis dijera algo.

Lo que sea era bueno.

De verdad!

Estaciono el auto fuera de una casa demasiado bonita para ser verdad.

Louis miró esta como si fuera de cartón, tardándose varios segundos en tomar la mano que el alfa le daba para que se pusiera de pie fuera del auto.

"Es linda, no?" Asintió sin mirarle.

"Es tuya?" Harry negó mirando la casa y luego a él.

"Te gusta?" Le miro algo perdido sin responder y avanzando después hacia dentro de esta que estaba abierta para ellos.

La sala era demasiado espaciosa, con un juego de muebles y una gran pantalla. La cocina demasiado lujosa, la puerta al patio, que daba la vista de la playa entera. Las escaleras que subían hacía dos recamaras bién equipadas.

Un verdadero lujo que en su vida creyó poder tener.

"Si, me gusta." Dijo al fin volteándose hacia el rizado que le seguía el paso de cerca, como si temiera que este se desmoronara en cualquier momento.

No lo entendía, realmente.

Harry no entendía como Louis podía estar tan bien después de una noticia como esa.

"Tal vez deba comprarla." Se encogió de hombros caminando leve hacia él, con el omega siguiéndole los pasos meticuloso, sintiéndose estremecer cuando sus manos tocaron sus mejillas, haciéndole vibrar de pies a cabeza.

Estaba usando su presencia.

Y eso era peligroso.

"Por qué la comprarías?" Preguntó curioso a la vez con un toque de timidez, mirando fijo aquellos verdes que le estaban mareando de tal hipnóticos que resultaban ser.

Sonrió.

"Para ti." Y entonces sus labios se apretaron brevemente, bajando la mirada enseguida y tomando aire. "Estás bien?" Le preguntó apenas y notó su estado decadente de ánimo.

"Lo estoy." Afirmó. "Solo, necesito dormir..." El alfa asintió acariciando a la vez su mejilla, subiendo a jugar con un mechón de su pelo, y depositar un beso estruendoso y largo en su frente.

"Bien. Pero, nuestra cita sigue pendiente. Quiero comenzar con una cena, esta noche. Que dices?" Louis ladeo el rostro sonriendo después.

Apreciaba mucho el respeto que Harry le estaba dando, a pesar de que no tenía por qué.

Vendido. "Larry"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora