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Sus brazos arrullaban al pequeño Shiloh mientras esté hacia caritas sacando pequeños gases.

Louis rió cuando un pequeño eructo invadió su boquita, acostándolo en la cama y revisándolo.

Tenía el pañal sucio, así que tomó la pañelera que se le había preparado antes y le cambio adecuadamente.

El pequeño reía con Louis, ya que este le pasaba su nariz en su pansita descubierta.

Y era hermoso.

La puerta se abrió, dejando pasar a Harry junto con el médico. Este traía en las manos el resultado del castaño.

El alfa fue hasta su omega y se sentó a su lado, usando uno de sus dedos para jugar con el bebé.

- Buen día señor Tomlinson.- Louis asintió sonriente.

- Buen día. Qué es lo que ocurre?- Quiso saber. El médico le regaló una sonrisa y abrió los papeles para luego dárselos al rizado a su lado.

- Felicidades. Usted está embarazado.- Por un momento había quedado completamente congelado.

Su mirada pasó al pequeño que seguía arrullando que ahora empezaba a cerrar los ojos y el sentimiento que en su pecho albergaba burbujeaba mucho.

- Y-Yo...

- Se que tuvo un aborto recientemente, así que me gustaría que vayan a mi consultorio para llevar un seguimiento adecuado para este embarazo.- Agregó el hombre.

Harry miraba aún los papeles atónito, siendo él quien asienta y le agradezca al hombre en un abrazo demasiado emocionado, acompañándolo a la salida y diciéndole a Josh que le pagara.

Volvió con Louis que seguía adormeciendo a Shiloh, hasta que este hubo cerrado por completo los ojos y entonces lo colocó en la cama, en el centro, pues aún no compraban una cuna.

Cuando se levantó y se volteó al rizado, sus ojos estaban llenos de lágrimas, y Harry jamás lo sintió tan indefenso.

- Lou... No pequeño... Está bien, no llores...- Le pidió. Louis negó mientras se dejaba abrazar por él, con toda esa rabia en su interior desapareciendo, con esa sensación agridulce en la boca siendo reemplazada por una empalagosa.

Las feromonas de Harry que le llenaban por completo.

Estaba feliz.

Estaba muy feliz.



Más tarde, cuando ya se hubieron calmado, demasiado felices por la noticia, ambos se recostaron a cada lado del pequeño que yacía en su cama.

Louis acariciaba su rostro y pelo, sonriendo ante lo hermoso que era, y lo bello que era su respirar.

-  Es tan pequeño... Harry míralo!...- El rizado sonreía como un tonto, por qué lo sabía. Sabía que ahora además de esperar uno, tenían un hijo.

Ese pequeño le había devuelto a Louis su hermosa sonrisa, de esas que hacía que unas pequeñas arruguitas se le formasen al costado de sus preciosos océanos.

Y mientras contemplaba toda la grata felicidad de ese hermoso amanecer que llegaba después de la tormenta, en otro lado de la ciudad, un nuevo huracán empezaba a formarse para desatarse fiero.

Un paquete, uno muy pesado.

Fitzgerald Bernabéu estaba planeando su siguiente movimiento.

Harry Styles le estaba jodiendo los huevos a cada día que pasaba, empezando por la muerte de su único hijo varón, alfa, su heredero, Dylan.

Vendido. "Larry"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora