Olvidé decirte adiós.

Cap. 7

9am- Oliver ya está aquí y yo sigo en la cama, mamá les hizo el desayuno a él y a Daniel, sus pláticas entre risas me han despertado.

9:30am- Oliver ha subido a mi cuarto a terminar de despertarme lanzándome bolas de papel de quien sabe dónde, me he levantado y lo he atacado con una almohada mientras él sólo ríe y aúlla "socorro una abeja me ataca, Daniel sálvame."

10 am- Al fin lo he podido correr de mi cuarto para bañarme y vestirme.

10:15am- Estoy lista para irme con él, pero no pienso subir a esa moto mientras el maneja.

10:30 am- Después de 15 minutos de discusión he imaginar probables muertes subida en esa cosa mientras el maneja, mamá ha decidido que confía en Oliver pero no el mí para que conduzca su auto, así que se lo ha prestado.

Mientras vamos en el auto no dejó de preguntarme el por qué Oliver hace todo esto conmigo o bueno, en realidad por que hace todo esto por mí. Se ve tan lindo mientras maneja y se enoja hasta por que los autos pisan un poco las líneas peatonales, quizá no hubiera sido tan peligroso ir en su moto. No ha quitado su atención del volante ni siquiera cuándo he tratado de molestarlo diciendo que es como un abuelito conduciendo.

Al fin después de esos 15mn de viaje súper seguro en auto, hemos llegado al centro comercial. Estoy lista para ir por un vestido, pero en realidad no sé a dónde van las chicas lindas en busca de vestidos o en general donde consigan toda esa ropa linda y llamativa que usan.

Caminamos alrededor de 5mn antes de que Oliver viera una tienda de lencería y me arrastrara dentro de ella, no sabía si reírme, enojarme, correr fuera y ponerme roja mientras él veía la ropa interior. Mientras trataba de disimular que venía con él, tomo un brasier rojo con encaje y me dijo "oye abejita ¿Qué te parece esté?" Me puse de todos colores antes de poder emitir un chillido y contestar.

-Estás loco, ni creas que también te voy a dejar elegir mi ropa interior.

-Vamos, si usaras un vestido lindo, también lo de abajó tiene que ser lindo y combinar, ¿no? ¿Así Es como piensan las chicas cierto?

-Jaja ¿Tu que vas a saber de chicas?

-Se mucho de chicas abejitas, tengo 5 hermanas, probablemente se hacer todo tipo de trenza que exista.

-Woo. ¿5 y eres el único chico?

-Por desgracia o por suerte si, 2 mayores y 3 menores. Ahora pruébate esto. -Me lanzó varios conjuntos que ni siquiera había mirado, en realidad no había mirado nada-

Me asusta que me haya dado la ropa interior exacta a mi talla, debo admitir que me gusto lo que eligió, pero no voy a decírselo. En cambio me lo he probado y he salido del vestidor sin decir nada, ahora le he dicho que deje de jugar con la ropa interior o yo también iré a elegir sus calzoncillos, eso sólo le ha causado mucha risa, pero ha aceptado que es hora de comenzar la búsqueda de ese vestido.

Después de haber entrado ya a 4 tiendas, al fin encontramos vestidos rojos que le gustaran a Oliver. Empiezo a caer en cuenta de que esté chico sabe más de moda o al menos de vestidos que yo y eso me da miedo o al menos me apena, porque se supone que yo soy la chica y eso son el tipo de cosas que debo saber.

Al final me ha hecho probarme en total 5 vestidos que él ha elegido y un 6 que yo elegí, pero que al parecer fue el que menos le gustó, no era tan lindo, pero lo elegí sólo para llevarle la contraria.

Después de buscar, buscar y seguir buscando, hemos encontrado el vestido perfecto. Ha llegado el momento de pagar y apenas he notado que ni siquiera le he pedido dinero a mamá para una paleta, he mirado a Oliver y le he dicho que salgamos corriendo, ha dicho que sí.

He corrido hasta llegar al auto, maravillosamente nadie nos ha seguido o disparado por robar un vestido. No creo que disparen por robar vestidos, supongo que eso sólo está en mi imaginación y las películas.

Ahora que llegué al auto no veo a Oliver, después de 5mn ha llegado corriendo, diciendo que tuvo que pasar al baño. Pero trae una bolsa con el vestido y algo que no puedo ver.

-Abejita, eres una muy mala ladrona.

-Claro que no, yo no te veo arrestado a ti o a mí.

-Por supuesto que no, porque yo he pagado y como yo he pagado ahora también aceptaras lo otro que he comprado, lo que significa que lo usaras.

-Zapatillas no, eso no por favor. Le diré a mi papá que te pague el vestido cuando lleguemos.

-Zapatillas no, comprendo. Claro que no me pagaran nada, yo he querido comprártelo, sí quisiera que me lo pagaran te habría dejado comenzar tu historia como delincuente juvenil hace unos minutos. Te he comprado la ropa interior que te he mostrado y por supuesto que la usaras.

-Estás demente, gracias por no permitir que me arrestarán. De acuerdo, la usaré, pero ni creas que te la mostraré cuando me la ponga.

-Escuchar eso es decepcionante, pero con tal de que lo uses.

Comprar su traje no fue tan complicado y tardado como fue elegir ese vestido, él se veía bien con cualquiera, pero al 2 que se probó quedo decidido.

El tiempo se ha pasado volando y morimos de hambre, Oliver ha tenido la asombrosa idea de que vayamos a comer a un extraño restaurante de comida Japonesa que él conoce y no me quiso decir cómo.

Al parecer conoce muy bien a quienes trabajan allí, han creído que somos pareja, por primera vez lo he visto sonrojarse y he sido yo quien ha tenido que negarlo.

Ya es tarde, pero por fin hemos llegado a casa y no hay nadie. Oliver ha traído las bolsas hasta mi habitación, mientras he dado la vuelta para mirar mis zapatos, él ya se ha tumbado en la cama, pero no me ha importado, estoy concentrada en buscar unos zapatos adecuados para la ocasión.

Después de un largo rato de pensar y mirar, finalmente he encontrado un par de pequeñas zapatillas bajas rojas que no recordaba que tenía. Pero cuando quise enseñárselas a Oliver, él ya estaba profundamente dormido.

Se ve tan calmado, me he recostado a su lado. No había notado lo cansada que estaba. Me he quedado dormida casi de manera inmediata.