Cap. 11

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Hoy desperté sin ánimos de nada, los ojos me duelen, la cabeza me da vueltas, la garganta me arde, mis ojos están hinchados. Me siento como si no hubiese dormido nada, lo cual es raro, ya que gracias a la pastilla somnífera me dormí muy temprano y relativamente rápido.

Daniel me ha mirado con cara un tanto preocupada durante el desayuno, pero no me he tomado la molestia ni siquiera de tratar de dedicarle una sonrisa para calmar su preocupación. Mamá y papá llegaron ayer mientras dormía, ellos realmente no notan nada.

Mi celular no tiene pila, realmente ya ni si quiera me interesa de nuevo mi celular y para colmo mi transporte se fue sin mí, a caminar se ha dicho.

Tenía mucho sin ir caminando a algún lugar que fuera más lejano que la distancia del edificio F a la cafetería y eso ya es mucho decir. Me he tomado mi tiempo al caminar, he ido sin prisa y disfrutando cada detalle. No es como que unas cuantas calles vayan a ser el paraíso soñado, pero tienen lo suyo y aparte creó que me ayudo a pensar un poco la caminata.

Un día nuevo, aspecto nuevo, ánimos nuevos y nada de tristezas pasadas, así es como he decido que comenzare hoy el día. Tratare de ser positiva y ya no pensar en cosas que no pensaba hasta que conocí a Oliver. Aparte, él y yo no somos nada, no tendría por qué ponerme mal por algo así. No somos nada, él tiene derecho de besar a las chicas que quiera y estar con quien quiera. No sé cómo pude pensar que podría haber algo más entre nosotros, ni siquiera sé cómo se podría fijar en alguien como yo o yo en alguien como él. Yo lo detestaba y eso jamás cambiara, sólo fue una confusión todo lo que pasó. Algo de un solo amanecer, que se esfumó con la muerte del sol de ese día, fue eso y sólo eso.

Ni siquiera sé cuánto tiempo camine, pero antes de que lo note ya he llegado a la escuela. A poner una sonrisa y seguir.

Ya es medio día y aún no ha pasado nada interesante o fuera de lo común. Yeiden me encontró en la biblioteca o quizá me siguió a la biblioteca, o eso creó, porque casi vivo en la biblioteca y nunca antes lo había visto allí. Mientras hablamos ha sido el único momento del día en que mi mente ha estado en la tierra y no me he sentido como zombi.

Hemos hablado de todo un poco y me ha pedido mi teléfono, mientras me decía que ayer en las canchas ya no tuvo tiempo de pedírmelo. Se lo he dado y ha prometido hablarme para salir juntos por un helado o cualquier cosa deliciosa.

Ya es hora de por fin irme a casa, desde la primaria no había estado tan ansiosa de por fin irme. Hoy regresare sola porque Daniel va a ir casa de Cristian a terminar una maqueta. He decidido ir caminando y no en el autobús de regreso a casa.

Mientras camino recuerdo que en la mañana estaba muy equivocada, la última vez que camine sola de la escuela a mi casa fue justamente el día que Oliver me mojo al pasar con su moto. Al recordarlo no sé si reírme, enojarme o ponerme a llorar. He terminado riendo, llorando un poco al final y he terminado por enojarme haber hecho eso.

He querido sacar mi celular para ver la hora, pero no lo encuentro por ningún lado, estoy empezando a alterarme. Ya si lo perdí, pues ya qué más da.

Justó al entrar a mi cuarto he visto mi celular botado en el escritorio y he vuelto a recordar que en la mañana lo vi sin batería y lo deje allí. Mamá me llamó para comer, he puesto a cargar mi celular mientras voy a comer y hago la tarea.

Hoy mamá estaba de malas y me ha puesto a hacer mil cosas. Son las 10pm y apenas he podido regresar a mi habitación. Se me ha acelerado el corazón al leer en las notificaciones:

2 Mensajes de: tonto Oliver

1: llamada y mensaje perdido del número 4431550502

Quiero escribir la contraseña, pero las manos me tiemblan demasiado como para marcar los números correctos, tanta sangre bombeada me está dando dolor de cabeza.

Me he sentado en la cama para tranquilizarme, tengo miedo de abrir los mensajes, pero a la vez es lo que más quiero hacer. Ya he tomado valor y los veré.

Iniciare por los de Oliver y luego por los del número desconocido que supongo es Yeiden.

-Hola bobo.

*Hola abejita <3 :P

*Recuerda el baile el viernes, tan sólo falta hoy y mañana, porque no creó que el viernes cuente como otro día. Por si no lo recuerdas, te aviso que hoy es miércoles.

-si lo recuerdo, por supuesto que sé que es miércoles. Bye tengo cosas que hacer.

He pensado ese mensaje durante casi 5 minutos, ya no sé qué musculo no me tiembla después de haberle contestado. En realidad ya ni siquiera sé si quiero ir al baile con él, o tan siquiera ir al baile. Pero ya tengo todo para ir, ya que más da, iré con o sin él.

Ahora es momento de contestar el mensaje del número que supongo es Yeiden y efectivamente es él.

*Hola Elena, soy Yeiden.

-Hola, perdón por no haber contestado tu llamada y tu mensaje antes, pero es que mi celular quedó sin pila.

Después de contestarle a Oliver, lo de Yeiden fue pan comido. Ahora a dormir por fin, no creó que contesten hasta mañana o como Oliver que contesta cada vez que se aburre supongo.

Ya estoy lista para entrar a la cama cuando he escuchado la puerta de abajo abrirse, no recuerdo que mamá mencionara visitas o algo antes de irse con papá. Seguramente Daniel pidió comida o algo y por eso no le he puesto atención, hasta el momento en que he escuchado esa risa tan peculiar y extraña que tiene Oliver. Justó antes de comenzar a alterarme ha sonado mi celular con un mensaje que efectivamente es de Yeiden.

He decido apagar la luz y hacerme la dormida antes de que Oliver me note. Quiero evitarlo lo máximo posible antes del baile y después de eso no quiero volver a verlo ni a pensarlo nunca.

A oscuras he buscado mi celular a tientas para poder contestarle a Yeiden.

*Hola Elena, soy Yeiden.

-Hola, perdón por no haber contestado tu llamada y tu mensaje antes, pero es que mi celular quedó sin pila.

*No te preocupes, ni siquiera pensé que me llegarías a contestar. ¿Qué haces pequeñuela?

-No soy tan mala como para no contestarte. Heyy, ¿no soy tan pequeñuela o sí señor gigante? Jaja

*No, para nada eres malvada. Eres un hada del bosque, no una bruja, al menos eso esperó. Tengo miedo de responder esa pregunta señorita pequeñuela, aún recuerdo cuando en primaria te dije fea y me lánzate esa piedra, esa cicatriz me ha recordado nunca decirle fea a ninguna chica nunca jaja.

-Ohh Dios, ya no recordaba ese golpe. Ahora lo lamento jaja

*Para nada, quizá si necesitaba esa lección sobre las chicas rudas.

-Obvio, pequeñuela pero peligrosa.

*Una pequeña hada peligrosa, eso eres.

-Sí, pero no creas que he olvidado aquel día en que lanzaste mi mochila desde el 5 piso. Debó de admitir que te odie tanto ese día, no por lanzar mi mochila, si no que con la caída se salieron mis cosas y nunca volví a encontrar mi pluma favorita de conejito.

*Debemos admitir que fue muy chistoso cuando bajaste como flash por todas tus cosas y existe una pequeña probabilidad de que esa pluma no se perdió realmente, si no que se quedó como un pequeño subvenir para un niño un poco loco.

-¿Me estás diciendo que robaste mi pluma? Creó que llamaré a la policía para reportar el robo y que lo has admitido. -_- Un poco... Claro, como no.

*Woow, calma pequeñuela. No es necesario llamar a la policía por el robo-Secuestro de tu pluma desde hace tantos años, aún la tengo y si la quieres te la puedo dar mañana en la biblioteca. A mi niño un poco loco interior le va a doler dejar su subvenir de travesura, pero es tuyo.

-Supongo que estoy de acuerdo en que mañana me devuelvas mi hermoso lapicero de conejito.

Ya era la 1am y Yeiden y yo seguíamos hablando, al igual que Oliver y Daniel seguían abajo en "silencio". Oí a Oliver mencionarme unas cuantas veces, pero no pude entender lo demás que hablaron.

Me he despedido de Yeiden y hemos quedado de vernos mañana en la biblioteca para que me devuelva mi lapicero y para platicar, creó que esa plática con Yeiden ha sido lo mejor del día o bueno, de la noche. 

Olvidé decirte adiós.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora