Cap. 15

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Parecía estar exhausta, pero realmente no he podido dormir mucho durante lo que restaba de la noche y madrugada. Me he despertado casi cada hora, tan sólo para mirar el techo, mirar la hora o sin siquiera tener una razón.

Antes de dormir sabía que estaba un poco estresada y nerviosa por todo lo que pasaba con ese asunto del baile, pero nunca pensé que fuera tanto.

Hoy he estado más distraída de lo usual. Casi olvido mi mochila en casa, bueno, en realidad no es tan raro eso de que casi olvide cualquiera de mis cosas en casa, pero también casi la vuelvo a olvidar en uno de mis salones de clase.

Todas las chicas del colegio no paran de hablar sobre el baile, sus vestidos, sus parejas y todo lo que tienen como expectativa para esta noche. Ni siquiera en las clases dejan de cuchichear acerca de ello.

Hoy ha sido la clausura del evento deportivo y anunciaran a los ganadores a la hora del baile, la técnica perfecta para asegurar que todos los chicos de todos los equipo asistan al baile. Aún con la clausura y pequeño desfile que realizan por ello durante el día, no he ido, ni siquiera he caminado cerca de las canchas o en cualquiera de los lugares donde pudiera existir una probabilidad de toparme con Oliver.

Si de por si pensaba que esté día no podía ser más estresante, me ha quedado claro que estaba equivocada al darlo por sentado.

Justó 1 hora antes de por fin terminar esté horrible día de escuela Melissa y sus víboras han decidido que es un día perfecto para acercarse a tener una plática para nada amistosa conmigo.

-Hola Bicho-Sus amigas han reído como si estuviesen programadas para hacerlo tras escuchar esa palabra-

No le he contestado, ni siquiera he levantado la vista de mi mochila, justo estaba a punto de sacar el libro se Sam.

-Hey, tú. ¿Estás sorda o que te pasa?

-¿Me hablas a mí? Es que no recuerdo que en algún momento mis papás me hayan puesto el mismo nombre que a ti, si, me refiero a ese de "bicho". No deberías llamar a las otras personas por tu nombre. B-i-c-h-o

La cara se le ha puesto roja de furia y sus víboras se han puesto pálidas al no saber qué hacer, si reír o no. Es evidente que por su bien, ninguna se atreverá a reír, pero en una de ellas he visto ahogar una pequeña y casi imperceptible sonrisa con risa que disfrazo de tos.

-Como sea inepta, después de tu al parecer chiste sin sentido, vengo a avisarte que hay una vacante libre para el puesto de botarga de la mascota de la escuela para que baile en el centro hoy en el baile.-me ha pasado la mirada desde los pies hasta la cabeza mientras reía y lo decía-

-Que tierna, no tenías por qué molestarte en venir a avisarme que habías tomado el puesto y en qué lugar del baile estarías. ¿A tus mascotas, perdón, a tus amigas también les darán unas botargas de compañía?-Ahora les hierve la sangre en el rostro a las 3-

-No entiendes que la que va estar en la botarga eres tú, ¿cierto?

-Por lo visto la inepta es otra.

Melissa estaba punto de contestar algo más justo ha cuando llegado la profesora, al menos me he quedado con una aire de victoria después de está linda conversación con ella.

Durante toda la clase no han dejado de mirarme con un gesto asesinó y miradas filosas como cuchillas.

Al final de la clase he salido sin mirar atrás y con un solo pensamiento, llegar a casa lo más rápido posible. Hoy Daniel me ha dicho que me vaya sola a casa, porque tiene unas cosas que hacer camino a casa. Estaba tan distraída que ni siquiera lo recordaba hasta que ya llevaba 2minutos parada en la puerta de la escuela, ni siquiera la pregunte qué es lo que haría o si iría al baile.

Olvidé decirte adiós.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora