Cap. 13

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Hoy he decido irme caminando sola hasta la escuela, últimamente he disfrutado estos trayectos de caminata a solas, esto último no se cumplió hoy. 3 cuadras antes de llegar a la escuela, me he encontrado con Yeiden que ha salido de quien sabe dónde. Fue realmente raro y hasta un poco sospechoso. Por qué llevó algunos días caminando por allí y no me lo había encontrado ni una sola vez, si es que siempre caminara por allí como me dijo, estoy segura de que ya lo habría visto o encontrado antes.

Pero ya no he prestado mucha atención a pensar en esto después de que Yeiden comenzara a hablar acerca de los eventos deportivos, pero sobre todo sobre el baile. Sólo se dedicó a decir que aún no tenía pareja, que tenía en mente a una chica, pero que aún no sabía si lo aceptaría, pero no me quiso decir quién era hasta que llegamos a las puertas de la escuela, hasta las que llegó corriendo y gritándome: "nos vemos en la biblioteca, allí te cuento". Apenas mi cerebro mandaba señales a mi boca para que contestara, cuando Yeiden ya había desaparecido dentro de la escuela.

Las clases no han tenido nada interesante hoy, en realidad creó que han estado mucho más aburridas de lo usual o tal vez son mis ansias por ya poder tener tiempo para ir a la Biblioteca y ver a Yeiden.

Por fin ya es tiempo de descanso, habría corrido hasta la biblioteca si no hubiera sido por que los pasillos estaban recién lavados y seguían húmedos, no creó que hubiera sido muy bueno patinar, resbalar y luego caer de pompis de una manera vergonzosa frente a todos con la posibilidad de que entre esos pasillos estuviera Yeiden.

He llegado a la biblioteca y aún no hay rastro alguno de Yeiden. Me he sentado a continuar la lectura de un libro que le he prometido a Sam que terminaría antes de que regresara. Apenas voy a la mitad, ya es jueves y ella regresará el lunes.

Todo el mundo creé que los lectores amamos cualquier cosa que tenga letras, es casi como que imaginan que vemos un instructivo y decimos: "Hey, mira, eso tiene letras, lo leeré y ahora lo amo." Me da risa pensar que piensen que somos así.

Me he sumergido en leer, ni siquiera creó que hayan pasado ni 5 minutos de que he comenzado, cuando he comenzado a sentir un pequeño soplido de aire tibio en mi nuca. Sin pensarlo 2 veces he cerrado el libro y me he volteado cerrando los ojos, mientras golpeo sin compasión con la pasta dura del libro a lo que fuese que me estuviera haciendo eso.

Me he detenido hasta que he escuchado unos quejidos diciendo "Oye, cuidado con los lentes, me vas a matar pequeñuela"

-Woow, perdón por eso. Es sólo que me asustaste un poco.

-¿Un poco? Yo diría que por la manera en la que trataste de matarme con ese libro, casi te provoco un infarto del susto.

-Yeiden deberías de cambiar un poco tu manera de saludar a las personas cuando están distraídas, pude haberte matado con el libro, por supuesto que pude haberlo hecho.

-Hoo, calma pequeña asesina.

-¿Acaso cuestionas mi peligrosidad?

-Para nada, estoy 100% seguro de que eres una pequeñuela arma mortal lista para matar a cualquiera, ya me lo has demostrado muchas veces.

-Ahora dame lo que te ha traído hasta mi trampa mortal-dije entré risas, haciendo referencia a mi lapicero-

-Antes de regresártelo, prométeme que no trataras de apuñalarme con él o algo por el estilo. Un lapicero de conejito es mucho más peligroso que ese libro, que por cierto parece que tiene pasta de piedra.

-Será difícil no querer matarte. Pero está bien, lo prometo, ahora dámela.

-Toma-Dijo al tiempo que sacaba un lapicero diminuto del bolsillo de su camisa-

Olvidé decirte adiós.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora