Cap. 2

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Hoy ha sido un día terrible, he peleado con 4 de mis 8 profesores, es época de entrega de calificaciones. Como siempre Melissa no pudo mantener su boquita cerrada, ni ella ni las lenguas de víbora de sus mascotas o en otras palabras, ni ella ni su grupo de amigas pudieron mantenerse sin opinar. Melissa me odia desde que, bueno, desde que tengo memoria. Si, así sin ninguna razón, simplemente le gusta joderme la vida. Para terminar esté asombroso día de escuela, camino a casa comenzó a llover, corrí a un pequeño techo y logré no mojarme. Terminada la lluvia decidí retomar mi camino a casa, cuando justo estaba a una manzana de mi casa, paso una motocicleta negra a toda velocidad y me empapo de punta a punta, no me quedó nada más que gritarle idiota, el motociclista volteo a verme y se fue riéndose. Me sacudí y camine lo más veloz que pude a casa para no resfriarme. Pensar que apenas comienza la semana.

Ni bien había terminado de abrir la puerta cuando ya escuchaba las carcajadas de Daniel y una voz no tan familiar, pero que estoy segura que no olvidaría. Apenas entraba a la casa, cuando alguien me grito, "por fin te bañas abejita"

-¿Qué hace el aquí? No es viernes, es lunes si no me equivoco y tus amigos no vienen los lunes.

*Oliver pasaba por aquí, decidió venir a visitar y ahora me ayuda con uno de mis proyectos para ciencias. ¿Qué amable no crees?

> ¡Cariño! ¡¿Qué te pasó?!

-Ah, hola mamá. Nada grave, sólo un loco en motocicleta y un charco enorme.

> Anda a bañarte.

Ya me iba cuando mamá me dijo: ¿"No piensas saludar antes de irte"?-aggg-

-Hola Daniel y hola insoportable Oliver.

>Cariño no seas tan grosera, yo creo que Oliver es un chico maravilloso y muy gentil.

-ohh, muchas gracias señora Misher.

> Dime Karina por favor.

-Por Dios, ¿ya puedo irme?

>Si.

Justo cuando mamá se fue a la cocina y yo me disponía a subir las escaleras, Daniel y Oliver comenzaron a reír como locos de nuevo mientras me miraban y Oliver decía entré susurros. "¿Qué te pasó cariñó? ¿Te caíste en un charco abejita?

Moría de hambre, frío y rabia. Los ignore, tome unas galletas y subí a mi habitación a darme un bañó, dejando mi mochila empapada en la sala.

Por fin escuchaba a Daniel despedirse de ese odioso de Oliver, mientras miraba por la ventana pude ver en la acera aquella motocicleta que me había dado tan refrescante baño de agua negra. Pero eso no fue todo, vi a Oliver subirse a ella mientras terminaba de hablar entre gritos con Daniel que se encontraba en la puerta. No pude evitar dedicarle una mirada fulminante y emitir un gruñido. No estoy segura de sí me oyó gruñir o como supo que esa era mi habitación, pero antes de por fin marcharse, volteo a verme mientras reía y me mandaba un beso que yo recibí con una seña de asco.

Ha sido suficiente por hoy, mejor decidí ir a dormir. Al menos allí no podría mojarme o hacerme enojar. Apenas coloque mi cara en la almohada cuando ya tenía una enorme mancha de pintura morada en la mitad de mi rostro, tan sólo grite Oliver a todo pulmón, me lave la cara de nuevo para por fin dormir y acabar esté horrible día, pero no sin antes revisar cada rincón de mi cama.


Olvidé decirte adiós.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora