Olvidé decirte adiós.

Cap. 12

Estoy con Oliver en el baile, todo se ve y se siente tan perfecto. Él se ve tan bien, casi como un príncipe, pareciera que leyó mi pensamiento porque me ha dicho: "Abejita pareces una princesa con ese vestido". Puedo sentir como somos los 2 brillando entre todos, mis pies se mueven con la astucia de una bailarina experimentada y el me arropa entré la seguridad de sus brazos con cada vuelta.

Él está conmigo, su atención está en mí y sólo en mí. No hay nada ni nadie que nos pueda separar o interrumpir en ese momento. Somos como 2 hojas cayendo juntas y llenas de calma desde la copa de un árbol en otoño.

Se ha detenido súbitamente y comenzado a acercarse tanto que puedo sentir su respiración, la música pareciera disminuir su volumen mientras él se acerca a mí de esa manera lenta y medida que sólo él sabe, siento su mano en mi cintura, poniéndome la piel de gallina, haciéndome sentir una oleada de sudor frío recorrer mi cuerpo, mientras lo miro puedo ver en su cara un gesto de travesura. Justó está a punto de poner sus labios sobre los míos, puedo sentir la pequeña ráfaga de aire tibio proveniente de su boca que ahora ya está tan cerca de la mía.

Estamos ya tan cerca de besarnos, cuando de repente desde el fondo de la música ha comenzado a salir una melodía que no concuerda, una melodía con un volumen elevado y nada tranquilo, esto ha hecho que nos separemos. Todo ha comenzado a desvanecerse, como en los sueños, si como en los sueño. La música elevada se está convirtiendo en un pitido y yo he comenzado despertar, dándome cuenta que no sólo parecía un sueño, si no que en verdad era un sueño.

Ya no sé qué me ha hecho enojar más, soñar eso o que la alarma lo haya interrumpido. He tratado de volver a cerrar los ojos para terminar el sueño, no porque me gustara, si no por que nada se debe quedar a medias, pero ha sido inútil.

Es mejor que deje de tratar de terminar el sueño, porque soy capaz de quedarme dormida sin siquiera terminar el sueño y llegando tarde a la escuela. Debo comenzar a darme prisa para salir de casa y llegar a tiempo a la escuela o al menos no llegar 1 minuto antes de que cierren las puertas.