5.

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Un camarero nos atendió y me guiño un ojo, aquello molesto bastante a Warren que de inmediato lo fulminó con la mirada.

-lo voy a matar si lo hace otra vez- dijo apretando los dientes mientras clavaba su comida con el tenedor como si la estuviera matando.

-Warren, por favor, no empieces una pelea- le miré pidiendo que se calmara, él soltó un gran suspiro.

-bien, pero sólo si me besas- si comentario me sonrojo bastante.

-yo... no puedo... eso...- el soltó una pequeña risa.

-quiero un beso, aquí- apuntó su mejilla- uno pequeño.

Warren se acercó para que pudiese besarle, mire alrededor y nadie nos miraba, vi que el camarero de antes estaba sirviendo unas mesas a la distancia.

-bien...- acerqué mis labios para besar su mejilla, cerré los ojos cuando estuve cerca y el volteo su rostro logrando besar mis labios.

Su mano estaba en mi nuca para que no me separara.

-delicioso- paso su lengua por su labio superior mientras se brazo aún rodeaba mis hombros- creo que no le mataré, sólo por ahora.

Una sonrisa se puso en sus labios y luego continuó comiendo.

Movía la comida un poco nervioso por lo que había sucedido, tenía una mano sobre la mesa y pronto unos dedos se entrelazaron con los míos

-Kurt, yo quisiera- el camarero de antes llegó con una sonrisa.

-¿Necesitan algo más?- Warren le miró molesto sin soltar mi mano.

-estamos bien, gracias- intente tranquilizar a Warren apretando un poco su mano y el sonrió.

-estamos más que bien- llevo mi mano a sus labios y dejó un pequeño beso en el dorso.

Baje la mirada para que Warren no me viera ponerme de todos colores.

Luego de eso, terminamos de comer y volvimos a mi casa, apenas puse un pie dentro, comenzaron a llegarme algunos mensajes.

-¿Qué sucede?- Warren aún estaba abrazando mi cintura cuando entramos.

-nada importante, Peter me está respondiendo lo que le dije ayer- intente tomar mi teléfono pero el me lo quito de las manos- hey, entregamelo.

-no- metió mi teléfono en su bolsillo- sólo debes mirarme a mi, por hoy.

Quise negarme pero Warren me miraba como si estuviese hablando realmente en serio.

-bien, de acuerdo- me fui a sentar al sofá y el lo hizo a mi lado, puso su cabeza en mi hombro.

-gracias- su mano busco la mía y comenzó a jugar con mis dedos- ¿Te gustaría ver una película? Podríamos ir al cine y luego comer en algún lugar, quizás ir por un helado después.

Solté una pequeña risa, y el movió un poco la cabeza para mirarme.

-¿Qué es tan gracioso?- se escuchaba como un niño pequeño.

-parece una cita- el se levantó y me miró fijamente.

-es por esto ES una cita- mi cara debió ser un poema porque Warren soltó una pequeña risa.

Luego de ello me hizo levantar y fuimos al cine, Warren pago por todo y me llevo de la mano durante todo el camino.

Vimos la película aún de la mano, su cabeza se apoyaba en mi hombro y yo intentaba no morir avergonzado.

Cuando termino la película, Warren me llevo a un restaurante de pizza, pidió nuevamente una mesa en la terraza y está vez no había nadie en el lugar.

-esto está delicioso- la pizza estaba muy bueno, estaba comiendo un trozo cuando Warren se acercó y mordió el pedazo que tenía en la mano.

-tienes razón, delicioso- su cercanía me incomodaba bastante, pero no tenía el impulso de empujarle lejos.

Me llevo a varios lugares, vimos algunas tiendas, compro algunas cosas que se negó a mostrarme y después fuimos por un helado.

-¿Quieres un poco?- el había pedido helado de capuchino y yo de chocolate.

-claro- su mano se puso en mi mejilla y volteo mi rostro hasta unir nuestros labios.

Su lengua se deslizó dentro mientras intentaba seguirle el ritmo.

El aire se hizo necesario y de mala gana me separe de él.

-quiero preguntarte algo... y espero que me digas que si- su frente estaba pegada a la mía y mantenía los ojos cerrados- ¿Aceptarias ser mi novio?

Su pregunta me había dejado en blanco.

-Warren, yo...- si bien su presencia y el contacto entre nosotros no me molestaba, no estaba seguro de sentir lo mismo que el rubio.

-se que quizás no sientes lo mismo que yo... pero dame una oportunidad y te aseguro que te haré feliz- le veía y el estaba expectante a lo que diría- más feliz de lo que jamás has sido.

El tenía mi mano desocupada junto a la suya mientras no dejaba de verme.

-esta bien... quiero ser tu novio- sin importarle que mi helado y el suyo cayeran al suelo, paso sus brazos alrededor de mi cuerpo para apretarme junto a él.

-lo siento, iré por más helado, pero antes- busco entre las bolsas que tenía una pequeña caja- esto es para ti.

Un collar estaba ahí en la caja, tenía un dije con una pluma y se veía precioso.

-Warren no tenías que hacer esto.

-pero quiero que todos sepan que seré tu novio... por favor...- asentí y el puso aquel collar en mi cuello.

Beso mi frente y fue por más helado.

Warren me acompañó a casa, entró junto a mi, pero no estuvimos ni diez minutos sentados cuando alguien golpeó la puerta.

-¡Kurt! Te he enviado mensajes todo el día y no me has respondido- sentí sus brazos ponerse en mi cuello mientras podía notar que estaba bastante enojado- tengo muy buenas noticias.

-Peter... lo siento... yo- no pude decir más cuando unos brazos rodearon mi cintura y me apartaron de él.

-no te le acerques con tanta confianza- Warren miraba molesto a Peter mientras sus manos me sostenían fuertemente contra el.

-¿Qué demonios haces tú aquí?- Peter me miró como queriendo exigirme una respuesta.

-el único intruso aquí eres tú- me hizo girar y mi rostro quedó en su cuello- porque está es la casa de MI novio, Pietro- hablo con burla.

No se que fue peor, la expresión de Peter o que supiese la verdad.

Mío (Nightangel yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora