14.

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Estaba asustado, mi respiración estaba agitada y el dolor en mi vientre me impedían mirar que sucedía a mi alrededor.

-Kurt, bebé, respira- estaba sobre la camilla y mi rubio prometido estaba a mi lado sosteniendo mi mano.

-¡Duele!- apretaba su mano mientras pujaba.

-lo último y ya está- apreté la mano de Warren con fuerza y sentí como algo terminaba de salir de mi interior.

Un fuerte llanto se hizo escuchar en la habitación y Warren besaba mi frente.

-es precioso... como tú- solté una pequeña risa.

-no me mientas, aún no lo ves- el soltó una risa.

-si, pero si es nuestro hijo no puede ser otra cosa que precioso.

Sentí la anestesia hacer efecto y lentamente comencé a dormirme, lo último que vi fue a Warren sosteniendo a nuestro pequeño bebé en sus brazos.

Desperté después en una habitación de la clínica, estaba un poco desorientado pero cuando vi la pequeña cuna a mi lado mi corazón se calmó.

-mi amor- Warren entró y corrió a la cama, tenía un café en su mano y le vi con una sonrisa.

-Hola, mi amor, ¿Podrías...?- hice un gesto para que me acercara a nuestro hijo y el entendió de inmediato.

-es precioso- dijo con el entre sus brazos a medida que se acercaba.

-oh, mi bebé- mire al pequeño que extendía sus deditos hacia mi.

Tenía unas pocas hebras de cabello negro, su piel blanca como porcelana me hizo sentir aún más feliz, una perfecta combinación de ambos.

-nuestro hijo es muy calmado, debió salir a ti- dijo dejando un beso en mi frente.

-esperemos que sea apuesto, como su padre- el me miró y negó con una sonrisa.

-o que sea aún más guapo como su mamá- Warren estuvo abrazandome durante algunos minutos más hasta que una pregunta surgió.

-su nombre...- habíamos peleado un poco por el nombre del bebé, yo quería al igual que su padre que llevará su nombre, pero Warren no quería.

-este guapo jovencito se llama Warren Alexander Worringthon IV- lo miré sonriendo.

-te dije que era perfecto.

El solo sonrió mientras asentía.

Vino mi familia y su padre a verme mientras estaba en el hospital.

Algunos de sus amigos también me visitaron.

Estábamos llenos de regalos cuando salí del hospital, la preciosa cuna que habíamos comprado para nuestro príncipe quedaba perfecto.

-no quiero dejarle- dije cuando le vi quedarse dormido.

-yo tampoco, es tan pequeño, tan frágil que pienso que si dejó de mirarle algo puede pasar- solté una risa y deje un pequeño beso en sus labios.

-nada le pasara, nunca, porque tiene un papá y una mamá que siempre le van a cuidar- el me abrazo y beso mi cuello para luego subir hasta mi mejilla.

-siempre sabes como calmarme- dejó un pequeño beso en mis labios- ven, estas cansado y es hora de dormir.

Asentí y me deje llevar a la cama.

Warren me abrazo por la espalda y me confesó que extrañaba tenerme en la cama con él, yo sólo reí un poco escondiendo el hecho de que también extrañaba su calor.

Esa noche, dormimos un poco y sentimos al pequeño Warren llorar en su habitación, ambos acordamos llevarle a la cama y que durmiera entre nosotros, sólo por esa noche.

Ese solo está noche duro cerca de dos meses, hasta que al fin cambiamos la cuna del bebé a nuestra habitación.

Decidimos esperar cerca de cinco meses para realizar la ceremonia.

Warren insistió en que vistiera de blanco y el lo hizo de negro, con un pañuelo y corbata azul.

A pesar de que Warren quería una gran y extravagante boda, le convencí para realizar algo pequeño y privado.

Nuestros amigos cercanos estaban invitados, además Raven y Charles también habían asistido con sus parejas, recientemente el castaño y la rubia nos habían ayudado y apoyado en todo lo que necesitabamos.

Nos dijimos los clásicos votos y sellamos nuestra unión con un beso.

Durante la fiesta, Warren no dejó de tocarme en cada oportunidad que tenía. Rozaba mis manos, mi cintura, incitandome.

Luego de pasar la cuarentena, no dejamos de aprovechar cada segundo que teníamos.

Nuestro bebé, era bastante inquieto pero parecía que podía ver claramente cuando estábamos teniendo un momento privado, porque  apenas comenzabamos a besarnos, el no molestaba para nada.

Esa noche, pensaba hablar con el de algo importante.

Mi madre se quedaría con nuestro pequeño mientras nosotros íbamos a pasar un fin de semana solos para nuestra Luna de miel.

Estaba ansioso por estar a solas con él, por lo que apenas la fiesta termino le lleve al hotel en el cual nos quedaríamos esa noche.

-al fin puedo decirle a todos que eres mío- susurró besando mi cuello.

-siempre he sido tuyo, con o sin anillo- me voltee a mirar su rostro- soy tuyo como tu eres mío.

Warren beso mis labios y yo pasé mis brazos por su cuello.

Y lo traje en un pequeño beso más profundo.

-te ves tan malditamente sexy que debería ser un pecado- hablo para luego cargarme estilo princesa- lástima que pronto te veré de una manera aún más sexy y que nadie nunca va a conocer.

Solté una risa mientras pasaba mis brazos por su cuello.

-no dejaré que nadie más además de mi vea el ardiente cuerpo de mi esposo- susurré sobre su mejilla- además tengo una sorpresa para ti

El cruzó el marco de la puerta y me dejó de manera delicada sobre la cama.

-¿Una sorpresa? ¿Algo erótico?- el me miró ansioso y yo solté una risa mientras le hacia quedar sobre mi.

-puede ser- su mano recorrió todo el borde de mi cuerpo, apretando en algunos momentos, sacandome una pequeña risa.

-¿Cuál es la sorpresa que me tiene guardada mi perfecto esposo?- deje un pequeño beso en sus labios y le miré sonriendo.

-bueno, en la mañana me hice un test y arrojó positivo- el se quedó inmóvil- podría ser un falso positivo pero yo se que es cierto, lo siento aquí- puse una mano en mi abdomen y el me abrazo.

-sin duda el mejor regalo de bodas que me podrías dar- bajo hasta mi vientre y dejó un beso en él- Hola hijo, es papá, me voy a asegurar de que seas muy feliz con tu hermano mayor y tu mami- se enderezo y dejó un gran beso en mis labios- te amo, mucho, sin duda eres lo mejor que me ha pasado.

-tu eres y serás siempre lo mejor de mi vida- me abrace a su cuello y sonreí- siempre serás mío.

-y tu mio- nos miramos y comenzamos a besarnos de manera voraz- hey, cuidado con el bebé.

Sonreí y seguimos en lo nuestro.

Siempre seríamos el uno para el otro.

***************
Bien, lamentó informar que este es el final, si, así es.

Aún queda el epílogo que estaré subiendo más adelante.

Además quiero decirles que acabo de subir otra historia de esta linda pareja, espero les guste jeje

Un abrazo enorme y nos leemos pronto!!

Mío (Nightangel yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora