7.

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Los días pasaron sin que pudiese notarlo, estábamos a un mes, aproximado, de que comenzarán las vacaciones y llevaba cerca de cuatro meses junto a Warren.

Warren iba todos los fines de semana a mi casa y se quedaba a dormir, íbamos a algún lado o sólo perdíamos el tiempo en el sofá y luego el iba a su trabajo, aunque no me quería decir cual era aun.

Además, la misma semana en la que acepté salir con él, se había encargado de contarle a todos, literalmente todos, en la Universidad que estábamos saliendo.

Me llevaba flores, me abrazaba y besaba en todos los lugares que podía, cuando me veía cansado me traía un café dulce, como me gustaba y siempre me miraba con aquella hermosa sonrisa.

Aunque, claro, Warren no dejó de pelear con algunos chicos que nos veían raro. Pero era mucho menos que antes.

Mi rubio novio amaba mimarme, porque para él, yo era lo más bello e importante del mundo, según sus palabras.

Hoy me había llamado para salir a comer, era en la misma pizzería de nuestra primera cita.

-mi amor- una mano se posó en mi espalda- que bueno que llegas.

Dejo un pequeño beso en mis labios para luego entrar.

En la terraza había una mesa llena de flores y velas, todo adornado para nosotros.

-¿Te gusta?- su sonrisa estaba esperando a que respondiera.

-me encanta, gracias- deje un pequeño beso en sus labios y Warren me llevo hasta nuestra mesa.

Estuvimos hablando de cosas sin importancia durante la cena, Warren no dejaba de besar mi mejilla.

Caminamos a casa, aún abrazados mientras Warren reía.

-eres demasiado perfecto- dijo besando mis labios con mayor intensidad.

Sus manos recorrían mi cuerpo y yo apenas podía estar de pie.

-es hora de dormir...

Si había una queja con respecto a mi relación con Warren era que siempre me insinuaba muchas cosas pero no llegábamos a más de algunos toqueteos.

Ese fin de semana, Peter insistía en que fuese a verle, me había mantenido un poco alejado pero ese día no me pude negar.

Al entrar todo estaba en un tono oscuro, busque a Peter con la mirada y apenas me vio, corrió hacia mi.

-¡Al fin llegas! Es tarde- me arrastró hasta el escenario y me dejó sentado en medio.

-Peter, yo no- me interrumpió mientras me veía con una sonrisa.

-shh, esto te gustará- bajo del lugar y todas las luces se apagaron comenzando a sonar una fuerte melodía.

»les recomiendo poner la canción de la descripción aquí«

Las luces de colores se hicieron presentes en la habitación, paseaban sin rumbo fijo hasta que un gran foco iluminó donde yo estaba.

Algunas luces me iluminaron mientras veía que las personas comenzaban a acercarse al escenario.

Una mano pasó por mi hombro, recorriendo toda mi espalda hasta quedar en el hombro contrario y vi su sonrisa coqueta.

-Arcángel...- susurré y el comenzó a bailar a mi alrededor.

Vestía un esmoquin y una gorra negra.

Su cuerpo se movía al ritmo de la música, sus manos tocaban mi torso, mis brazos y mi cabeza.

Mío (Nightangel yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora