Mío (Nightangel yaoi)

Epílogo.

Benditas vacaciones escolares.

Mi pequeño Warren, estaba volando en el comedor, mientras que mi niño, Keith levitaba a su lado, aunque el era más tímido que su hermano, pero cuando ambos se unían eran capaces de dejar un gran desastre.

Mi princesa, Wanda, está en un sofá apareciendo y desapareciendo en diferentes lugares de la sala, mientras su hermanita Kelly, estaba en unos de los sofás riendo de los chicos que hacían un desastre.

Por suerte, ambas chicas estaban ahí, casi nos da un ataque al notar que ambas y habían heredado mi mutación. Mientras que Warren había comenzado a tener sus alas cuando tenía 4 y mi bebé, Keith, podía levitar y desplazarse a libertad.

Mi pequeño Keith y mi linda Kelly habían heredado mi color de piel, ambos niños tenían mis ojos y las nenas los de su padre. Ambas nenas tenían el cabello rubio mientras que los niños eran morenos.

Habíamos decidido sus nombres a partir de nuestras iniciales. Casi me da un ataque cuando Warren se tatuo los nombres de los niños en el brazo, pero el que más me impactó fue que tenía el mío a un costado de su cadera.

''un lugar íntimo para el dueño de mi corazón''

Quiso ponerse una K en el torso pero le dije que si lo hacía no le dejaría tocarme otra vez. Después de eso se acabó el furor por los tatuajes.

Aunque secretamente había buscado alguien para escribir su inicial en mi torso, aunque desistí luego de un tiempo.

-mis amores- los cuatro se voltearon a mirarme y mis niños me ayudaron con las bolsas que traía- gracias mis príncipes.

Deje un pequeño beso en cada una de las cabezas de los niños para caminar a besar a las niñas.

Warren salía tarde hoy, ambos trabajábamos en la empresa de su padre, el era el presidente de esta y yo el gerente de ventas. Aunque Warren me pidió que fuese su secretario, claro que no acepté, el sólo quería que me sentará en sus piernas, aunque lo habíamos hecho en su oficina en alguna ocasión.

Mis bebés, tenían 12, 11, 7 y 5, aunque nos cuidabamos, no había caso, el doctor me había dicho que era demasiado fértil y, además, que ambos somos demasiado compatibles por lo que optamos por cuidarnos con otro método además de las píldoras.

Mi madre y hermanos los adoraban, siempre que venían de Alemania les traían mil y un cosas, en especial dulces. Pasaban los días jugando con sus sobrinos, todos se llevaban bien.

Por otra parte, su abuelo siempre llegaba con alguna sorpresa los fines de semana, o les llevaba a pasear donde ellos pidieran.

Sin duda mis niños se encontraban rodeados de mucho amor.

Y que mencionar de su padre. Fue un reto convencerle de que un perro en este momento era demasiado para nosotros, aunque los niños por poco lo convencen, pero tengo mis métodos para hacerle cambiar de opinión.

Esa tarde, haría una cena especial junto a mis niños. Ellos estaban felices. Luego de cambiarme por algo más cómodo, comencé a preparar las cosas.

Preparamos todo, los niños se encargaron de arreglar el desastre que habían hecho y cuando estaban poniendo la mesa, llegó mi amado esposo.

-mi cielo, he llegado- dijo cuando entró y los cuatro se le tiraron encima- mis niños, ¿Cómo se han portado mis campeones?

Ambos niños flotaban alrededor de su padre.

-muy bien, papá- hablo mi pequeño Warren mientras que Keith asentía.

-me alegro- él se puso al nivel de las niñas que habían corrido a su encuentro- mis princesas, ¿Qué han hecho hoy?

-estuvimos jugando, papá- hablo mi nena, Kelly.

-si, si, no hicimos ningún desorden en la sala- mi esposo sonrió mientras acariciaba los cabellos de ambas.

-me alegra escuchar eso- se acercó a mi y puso sus brazos en mi cintura- ¿Y tú? ¿Cómo está la reina de este castillo?

Solté una pequeña risa y deje un beso en sus labios.

-he cuidado el castillo hasta que mi Rey ha llegado- él sonrió y dejó otro beso en mis labios para entrar.

-bien, me alegra saber que todos mis príncipes y princesas han cuidado a nuestra reina, pero es momento de lavar sus manos para ir a comer el delicioso banquete que nuestra reina ha preparado.

Los cuatro aceptaron y todos se fueron en dirección al baño mientras yo me iba a la cocina.

Serví la comida y poco a poco comenzaron a aparecer mis bebés junto a su padre.

-delicioso, como tú- hablo Warren frente a mi y los niños sonrieron, acostumbrados a los constantes coqueteos por parte de Warren.

Estábamos comiendo una torta de chocolate de postre, que había comprado de regreso a casa, cuando le hice un pequeño gesto a los niños.

Los cuatro desaparecieron frente a la mirada atenta de mi esposo y las niñas se pusieron primero a un lado de su padre.

-¿Que pasa, mis niñas?- ellas le dejaron una bolsa mientras que al otro lado aparecieron los pequeños con otra bolsa- ¿Qué es esto?

Me miró sonriendo y yo le hice un gesto para que lo abriera.

-no...- abrió uno y luego el otro- ¿En serio?- sin dudarlo se puso de pie y se arrodilló frente a mi, sus manos quedaron en mis muslos y me miraba desde aquella posición con una gran sonrisa- ¿Cuando lo supiste?

-hace una semana, con los niños preparamos algo especial para darte la noticia.

-oh mi amor, esto es perfecto- dejó un pequeño beso en el plano vientre que tenía por ahora.

-¡Papá! ¿Qué serán? ¿Niños o niñas?- pregunto Wanda a nuestro lado.

-bueno, aún no sabemos, puede ser una niña y un niño o dos niñas o dos niños- respondí mientras mi esposo me abrazaba y besaba mi mejilla.

-ohhh- exclamaron los cuatro niños sorprendidos.

-bien, ahora que nuestra reina está esperando dos príncipes o princesas más para este reino, ustedes serán los encargados de cuidarla y no hacer que pase malos ratos ¿De acuerdo?

-¡Si!- respondieron los cuatro con una sonrisa.

Esa noche nos dedicamos a besarnos hasta que nuestros corazones estuvieron satisfechos y antes de dormir Warren me susurró en el cuello.

-me alegro de que seas mío... Mi lindo, precioso, perfecto esposo.

Sus brazos me rodearon y el sueño me invadió.

Cerca de ocho meses más tarde, nació nuestra linda Katlyn y nuestro hermoso William.

Éramos, somos y seremos una gran familia feliz.

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Por si se lo preguntan, no, no es la Wanda hija de Magneto, es otra niña sólo que no se me ocurrió otro nombre con W.

Bien disfrute mucho escribir esta historia, espero que ustedes igual al leerla.

Un gusto cada comentario y estrella que dieron. De verdad se los agradezco.

Espero nos leamos en otra historia.

Un abrazo y gracias por todo!!!