* Narra Rose*
- Me gusta este sitio- le dije a Aaron.
-¿ Por que?- preguntó.
- Canadá es el sitio que le gustaba a Mia, suerte que lo llegó a visitar- dije recordándola.
- Ya... Muchas personas no tuvieron esa suerte- dijo Aaron.
- Debo ir a Japón- dije.
-¡ Estás loca! - Gritó Aaron.
-¿ Por?- pregunté.
- En Japón hay mucha gente, lo cual quiere decir que habrá caminantes por todas partes, además, ¿ Para que quieres ir a allí?- preguntó.
- Para buscar a la familia de Mia- respondí.
- No irás, no arriesgarse tu vida por una familia que lo más probable es que esté muerta- dijo Aaron seriamente.
- Voy a ir, quieras o no, en el caso de que estén vivos los traeré, además, no hay nada más que hacer en este mundo, solo dar vueltas, antes o después, pero las darás- expliqué.
Aaron no dijo nada y yo me fui a un bosque que está fuera del pueblo.
Me adentré en el bosque y había un silencio absoluto.
Suspiré hondo y disfruté de las imágenes que me ofrecía aquel bosque tan bonito.
Seguí andando y me encontré con un riachuelo, me agaché y empecé a beber, vi desde mis perspectiva, en frente dos piernas, levanté la mirada y vi a alguien que me sonaba.- Rose...- dijo con voz espiritual.
-¿ Te conozco?- pregunté.
- Rose... Soy Mia- respondió.
-¿ Qué? ¡No! Mia está muerta- grité de miedo.
- Rose, no seas idiota, soy Mia- dijo sin perder la voz espiritual.
- No eres real, Mia está muerta- grité.
- Rose, te estoy esperando aquí arriba, dame la mano y podrás estar conmigo, es lo que quieres, ¿ No?- dijo extendiendo la mano.
Fui hacia ella pero caí al riachuelo, cuando miré Mía ya no estaba, solo había un caminante sustituyéndola.
-¿ Que coño fue eso?- me pregunté alterada.
Me levanté y le clavé la daga en la cabeza al caminante, y, finalmente decidí volver al pueblo.
Frente la puerta del pueblo había un cartel un poco roto que ponía: " Bienvenido a Trinidad"Fui a la casa de Maddison para contarle lo de Japón.
- Hola Rose, ¿ Que quieres?- preguntó Maddison.
- Solo quiero avisarte de que voy a ir a Japón- dije firmemente.
-¿ Que? ¡ Estás loca!- reaccionó Maddison.
- Ya... Eso también me lo ha dicho Aaron- respondí.
- Rose no vas a ir, estás embarazada- dijo Maddison.
- ¿ Y que? Cuidaré de él como si fuera mi vida- respondí.
- Rose, olvídate, no vas a ir a Japón- dijo Maddison cabreada.
- Volveré viva, lo prometo, ¿ Cuando os he fallado?- pregunté.
- Ninguna pero...- dijo sin terminar la frase.
- Pues ya está, iré, no os fallaré, prometo que volveré- prometí.
- Confío en tí Rose, no mueras, lo has prometido- respondió Maddison abrazándome.
- Me iré mañana- dije.
-Vale-
Al día siguiente