cap 3

160 15 0
                                    

Es que es tan confuso nunca había sentido este tipo de atracción. Con las personas que me acosté pues, simplemente me gustaban físicamente. Pero con Smile…es diferente.

Mire mi casa las luces están apagadas eso significa que mi padre aun no llega, es un alivio luego se pone como loco si estoy tan tarde fuera de casa, como si le importara. Abrí la puerta principal. Mi casa no es tan grande, es de un solo piso tiene dos baños, dos cuartos una sala y una cocina, no necesitamos comedor casi siempre yo estoy solo.

Un ladrido se escuchó de la sala.

-¡Hola Gulliver!- un Golden Retriever, sale disparado hacia mí y me lame la mejilla- al parecer mi padre olvido sacarte al patio, vamos perro feo ve hacer tus cosas.

Abrí la puerta y Gulliver salió disparado. Tal vez su nombre es un poco tonto, pero el cachorro llego cuando yo tenía once años, en ese tiempo leía Los viajes de Gulliver y bueno fue el primer nombre que se me ocurrió en ese entonces. Además nadie sabe de mi perro con nombre ridículo.

(…)

Mi pared siempre me parece interesante cuando no tengo nada que hacer. Después de darme un baño y comer algo, estoy aquí jugando con mi celular y mirando el número que aún no he guardado.

-Debería de dejar de hacer esto.

Después de mucho guarde el número. ¿Y si le mando un mensaje para ver si ya llego? Puff no digas estupideces mejor deja de actuar así. Últimamente cuando estoy con él no me siento como yo, no me siento como el Eren normal. El Eren de siempre es: calmado, callado, anti-social y a veces un poco seductor, pero cuando apareció Smile me he sentido…raro, me molesta cada vez que alguien se le acerca, a veces dice cosas hacen que me sonroje un poco…aunque sea sarcasmo. ¡Y ahora no puedo dejar de pensar en él!

-Es un…

Unos golpes en mi puerta hacen que me sobresalte.

-¿Hijo?- Era la voz de mi padre.

-¿Qué pasa padre?

-Oh, solo quería decirte que ya llegue, perdona si te desperté- se volvió a escuchar su voz, no creo que pase.

-No importa, apenas me iba a dormir.

-¿Hay algo para cenar?

-Si, en la nevera esta la comida que prepare hoy.

-Bueno, gracias. Duerme bien hijo.

Los pasos de mi padre se fueron alejando. Ninguno entraba a la habitación del otro, eso es lo bueno del viejo, respeta mi privacidad. En cambio mi madre hubiera entrado sin importar que le dijera que no quiero hablar con nadie, a veces extraño esas caricias que me daba antes de dormir o sus canciones, su voz me relajaba mucho.

Como sea el tema de Smile tiene que esperar, además como si yo también le gustara.

(…)

Estaba durmiendo cómodamente en mi cama, al parecer mi padre ya no estaba en la casa. Todo era paz y tranquilidad, claro hasta que alguien comenzó a arañar mi puerta.

-¡Ya Gulliver, trato de dormir!

Volvió a reinar el silencio, solo por cinco minutos ya que mi perro volvió a rasguñar mi puerta. Solté un bufido y salí de la comodidad de mi cama para abrir la puerta. Mire a Gulliver que movía la cola feliz.

-¿Qué quieres?

Gulliver se acostó patas arriba.

-Tienes hambre, bien. Vamos a desayunar…gracias por molestarme.

boundless bar [erenxlevi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora