Los días pasaban y ella empezó a aparecer todo el tiempo en mi cabeza. Su sonrisa, sus ojos, su forma de ver la vida, si espíritu rebelde y libre, ella, simplemente, ella.
El 7 de mayo hubo un super clásico Boca-River los dos estábamos en busca de un beso, yo le sumaba una foto. Ganó River.
Viernes 8 de mayo, estaba en la plaza con mi mejor amigo y ella estaba a unos metros con una de sus amigas, le mandé un mensaje y se acercaron.
Me saludó a mi con un beso en la mejilla y a mi amigo con la mano.
Estuvimos unos minutos mirándonos mientras mi amigo y su amiga hablaban.
Eran las 12:50 y mi amigo junto con los de ella empezaron a caminar hacia el poli deportivo en el cual teníamos educación física.-Quiero mi apuesta. -Dijo mirándome a los ojos.
Estábamos caminando atrás de nuestros amigos y paramos en la parada de colectivo, que quedaba a unos metros de la entrada.
-Te-Tengo vergüenza- tartamudeaba.
Los nervios me comían vivo, siempre había sido un cara rota, a cualquier situación le hacía frente. Al tener a ella tan cerca y pidiéndome un beso se me paralizaban los músculos, notaba mis mejillas arder. Me fijé la hora en mi celular y ella me lo quitó.
- Sin beso, no hay celular.- Y se lo guardó el el bolsillo del pantalón.
Me quedé mirando para otro lado y ella me dijo:
-No me lo vas a dar?, me voy.- y cuando dió un paso y medio la agarré del brazo. No podía dejar que esa posibilidad se me esfumara por... por estúpido.
Nuestros labios se fundieron entre tantas ganas acumuladas y ella se acomodó posando sus brazos en mis hombros para que yo pudiera agarrar mejor su cintura.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, el mundo se detuvo y sólo estábamos nosotros.
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Soberbia, amor y locura.
Teen FictionNicolás Quiroga es un chico de 16 años que vive en Argentina, una noche de insomnio se le ocurrió hablarle a una chica que le llamaba la atención hace ya dos años. Él estaba saliendo de una relación tóxica y con ella sentía que todo era diferente, p...