Soberbia, amor y locura.

4.6

Bajé del remís, agarré mi moto y partí rumbo a mi casa. Tenía todo listo para mudarme en dos días.

Cuando subí a mi habitación me fuí directo a dar una ducha para después poner música desde la computadora e ir a dormir un rato.

Cuando me desperté tenía un mensaje de Sofía;

"Esa fue nuestra despedida, estuvimos por mucho tiempo envueltos en un "hasta luego" y ahora le doy fin. Nada ni nadie va a superar lo que tuvimos. Vos vas a quedar en mi alma como lo más lindo que pude tener y dejé ir un triste domingo por la madrugada. Pero que esto no te traiga tristeza, todo lo contrario, ponete felíz porque algo (o alguien mejor dicho) que te lastimó mucho por fin se va de tu vida. Pudimos ser más que esto, porque incluso ahora yo amaría dejar todo e irme lejos con vos. Pero ya no puedo ni quiero lastimar a nadie más. Te diría el típico "No sos vos, soy yo" pero para vos no tendría sentido, siempre me dijiste que en una pareja fallan los dos o no falla ninguno, siempre supiste dejar en claro que con vos podíamos ser uno. Yo simplemente no te supe amar en su momento y eso no fué mi culpa. Nos vemos cuando tu locura me quiera llevar hasta donde la realidad no pueda y nos amaremos en un futuro lejano u otra vida."

Parecía que alguien estaba apretádome el corazón con fuerza.

No respondí a su mensaje. Apagué el celular. Me tomé unos minutos para asimilar que esto en algún momento iba a pasar y que pasó, justo en nuestro "mejor momento" por así decirlo.

Comenzó a sonar "Ilusa Ilusión" de Salta la banca.

"... Ya no tengo la función de la mañana, de rogarte que despegues de la cama. Ya no tengo tu solcito en mi habitación, se ha instaurado una ilusa ilusión de un olvido repentino, burlando a un tiempo lerdo..."

Las lágrimas comenzaban a salir y mi respiración se aceleraba, me vestí y salí a correr para despejar la mente.
Una vez que logré calmarme, volví a mi casa, me dí una ducha, prendí mi celular y comencé a escribir:

"Quizás no pueda contener el dolor que es LEER que vos me digas eso, desearía escucharlo y que me mires a los ojos, para entender de una vez por todas que de verdad lo querés, para poder por fin tocar fondo y volver a volar, pero no, me dejás acá, cayendo y quién sabe durante cuánto tiempo más voy a caer. Amaría que dejáras todo y vinieras conmigo hasta donde dé. No me quedan palabras para definir lo que me hiciste sentir durante todos estos años, "siempre volvemos a nuestros orígenes" decías. Sos el origen de mis sueños, sos quién crea día a día mis ganas de seguir, de luchar, de no parar. Siempre sos vos.
Si ésta es una despedida entonces dejame decirte que nadie te va hacer sentir como yo, que el amor que te tengo es eterno y que la vida nos va a  unir de nuevo, porque princesa, dejame decirte también que nosotros somos eternos y que este amor va a durar más allá de la eternidad. y que si lo pensás bien, incluso estando quién sabe donde en esos dos años sin vos, con un pié en el más allá y otro acá, yo te quería conmigo sin saber que estaba muriendo de a poco... Incluyendo esto digo que nuestro amor es mucho más fuerte que la muerte.
Quizás pasemos por otros amores durante este trayecto, pero sos vos en quién voy a pensar cada noche que tome de más o cada día al estar escuchando música, porque estás en todos lados o yo te veo en todos lados. Con un poco de cerveza y un pucho en la mano, brindo por lo que fuimos, por lo que somos y por lo que algún día seremos."

Envié el mensaje.

Terminé de preparar lo que faltaba para la mudanza y después fuí a prepararme algo para comer.

Cuando volví tenía la respuesta de Sofía. Un poco nervioso, lo abrí y comencé a leer...