Soberbia, amor y locura.

1.3

Ella empezaba a ser distante, hablábamos cada vez menos. Y cuando le pregunté que nos había pasado, por qué estábamos así, me dijo:

-Las cosas cambian, o pensabas que íbamos a estar toda la vida así?

-Así cómo?

-Como estúpidos fingiendo amor donde no hay.

-Sofía, yo te amo, yo haría lo que sea porque podamos ser felices juntos.

-Las cosas no son así Nicolás, somos muy diferentes. Soy muy complicada y vos sos tan...

-Tan?

-Tan idiota, cómo podiste creer que sentía algo por vos? jajaja por favor.

-Yo sé que sólo lo decís para que me aleje, pero te prometí estar siempre y en eso no voy a fallar.

-No ves que te odio? te detesto! no quiero nada más con vos, no te quiero a vos.

Esa noche, después de esa discusión lloré más de lo que lloré en toda mi vida. Y no está de más aclarar que llorar no me hace menos hombre. El que se quiera creer macho sólo por tener pija está muy equivocado. El verdadero macho es el que enfrenta la realidad y sabe que está enamorado. El verdadero macho es el que no tiene miedo de mostrar sus emociones, los demás son puro verso.

Al día siguiente en el colegio ella me esquivó en los recreos y a la hora de la salida. Cuando llegué a mi casa le escribí...