Capítulo 17 "Vamos ya!"

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Ash y Kalm se miraron, queriendo saber más allá de lo que sus ojos expresaban. El azabache no quería admitirlo, pero estaba más que furioso, al punto de querer terminar la batalla y moler a golpes a su contrincante. No pensaba con claridad, mucho menos estaba consciente de sus movimientos. Cuando algo tenía que ver con Serena, no le importaba perder los estribos. Estaba decidido a terminar con todo eso ahí y ahora.

― ¡Krookodile, usa Terratemblor! ―ordenó Ash con una sonrisa confiada.

Y como si a Kalm no le importara cuánto daño recibiera su Pokémon, se quedó en su lugar sin una orden que dar. Magmortar, por su parte, recibió el potente daño y trastabilló en su lugar, pero una vez que se recuperó volvió a poner ese rostro impávido de antes. Aquello produjo que el público enloqueciera. ¡Cuán fuerte era el campeón de Kalos!

― ¿Eso es todo lo que tienes, basura? ―interrogó el pelinegro en un intento por hacerlo enojar―. Veamos hasta donde resiste tu paciencia, ¡Magmortar, usa Llamarada!

― ¡Krookodile, esquiva y luego usa Excavar en las zonas altas, destrúyelas!

Krookodile hizo lo ordenado con una rapidez única. El ataque del enemigo no lo alcanzó y de paso, destruyó el único lugar en donde Magmortar podía estar libre del agua.

― ¿Acaso Ash no sabe que esa jugada le traerá bastantes consecuencias a él también? ―preguntó Tracey―. Krookodile se verá bastante perjudicado.

Y así fue. Después del ataque, ambos Pokémon quedaron con la mitad del cuerpo en el agua, debilitándose a cada minuto. Pero entre los dos, el más perjudicado era el Pokémon de Ash.

― ¡Magmortar, termínalo con Embestida! ―gritó Kalm. Su Pokémon lo obedeció, lanzando al cocodrilo directo al agua donde quedó flotando, completamente inconsciente.

― ¡Krookodile no puede continuar, el ganador es Magmortar!

El público aplaudió y gritó a más no poder. Kalm se estaba acercando a la victoria con un potente Pokémon que parecía estar tranquilo a pesar de estar con medio cuerpo bajo el agua. Bonnie observó a Ash, preocupada por su siguiente jugada. No sabía hasta qué punto su amigo estaba razonando, aunque pareciese que ya había perdido la cabeza.

― ¡Amigo, es tu turno! ―dijo Ash, observando a Pikachu a su costado. Este sonrió confiado, aun cuando no tuviera un lugar en donde estar. Eso Ash lo sabía, por eso aprovecharía el impulso de su Pokémon al saltar de la tarima para atacar―. ¡Pikachu, Impactrueno!

Pikachu se elevó de un gran salto y lanzó un potente rayo que dejó a más de alguno con la piel erizada. Kalm sonrió con burlo, pensando cómo mandaría a dormir al ratón eléctrico, hasta que lo comprendió todo. Pikachu lanzó su ataque de forma directa sobre Magmortar y si a eso se le sumaba que dicho Pokémon estaba tocando el agua, el ataque se duplicó instantáneamente. Al parecer Ash si estaba pensando después de todo.

― ¡Esa jugada fue excelente! ―exclamó Gary, quien se puso de pie, sin poder contener sus ganas de animar a su amigo.

― ¡Ash está de vuelta! ―ahora fue el turno de Brock.

Pikachu cayó al agua, nadando lejos del enemigo. Magmortar, estaba confundido. A medida que se iba debilitando por estar en constante contacto con el agua, intentaba vigilar al ratón eléctrico sin éxito. Pikachu se había hecho uno solo con el agua.

― ¡Magmortar, usa Lanzallamas en el agua! Si Pikachu no quiere salir, nosotros lo obligaremos a hacerlo.

El lanzallamas cubrió gran parte de la masa de agua. Acto seguido, Pikachu salió de allí con vapor saliendo de su cuerpo. El agua caliente le había proporcionado bastante daño, pero no lo haría rendirse. Todavía le quedaban energías para un ataque más. Aquello estaba siendo una verdadera batalla campal. Los ataques iban y venían. Un Pokémon lograba esquivarlos, el otro no. El turno se decidiría con el siguiente movimiento.

De nuevo tú [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora