Las raíces negras estaban causando estragos en todas partes. Destruían casas y campos con poca dificultad, acabando con la vida de Pokémon y personas, por igual, en el trayecto. En una isla lejana, Lillie apenas podía mantenerse en pie. Su estado de salud había decaído considerablemente debido a una enfermedad que la estaba aquejando. De pronto, Sun llegó a su lado, preocupado, y la tomó en brazos como si se tratara de una princesa. Un Incineroar, perteneciente al chico, utilizó un potente Lanzallamas para acabar con las raíces que amenazaban destruir la pequeña cabaña en la que estaban viviendo.
—Si esto continua así —dijo el chico pelinegro—, no tendremos a donde ir.
—Hay que luchar —dijo Lillie, mientras sacaba una pokebola de entre sus ropas—. Ayuda a Incineroar, Ninetales.
El níveo Pokémon encrespó sus colas, dispuesto a atacar. Una suave, pero potente, Ventisca congeló las raíces para que se rompieran en miles de pedazos. La pareja estaba casi acorralada. Las raíces estaban a punto de cubrirlos por completo. La rubia, en su interior, pedía a gritos que la crisis culminara. Sabía que esto estaba siendo una mala obra de Kalm.
—Solo espero que Ash pueda solucionarlo —dijo de forma débil y cansada.
—No hables por favor. Tranquila, si dices que él tiene la fuerza necesaria como para acabar con todo esto, lo hará.
Muy lejos de ahí, Alain, Tracey y Brock luchaban codo a codo para derribar otra luz parpadeante. Con esta ya serían tres que derribaban, viendo con asombro cómo el paisaje cambiaba. Sin la luz, las raíces perdían vida y terminaban por desmoronarse como un castillo de naipes. Los Pokémon y personas volvían a su estado normal, sintiéndose algo desorientados y con increíbles ganas de vomitar y dormir durante muchas horas.
— ¡Charizard, Doragon cro! —ordenó Alain con todas sus fuerzas. Cabe decir que el Pokémon se guiaba únicamente por el sonido de la voz de su entrenador, ya que sus ojos estaban vendados para no caer en la especie de trance que provocaban aquellas luces.
— ¡Azumarill, Tornado! —gritó Tracey, colgando de un árbol.
—De verdad no quiero golpearte, porque eres muy hermosa y eso va en contra de mis principios —dijo Brock, siendo acorralado por una hermosa mujer joven en "estado zombi". Finalmente, terminó golpeándola en la nuca para hacerla dormir.
eDe pronto, una fuerte explosión hizo que el moreno perdiera el equilibrio. Observó hacia el origen del estruendo, ahora siendo coronado por un potente humo, viendo con asombro y alegría que una nueva luz parpadeante había sido destruida.
—Muy bien, chicos —dijo Brock mientras alzaba su pulgar derecho en señal de aprobación—, solo faltan... ¿miles?
Los tres hombres suspiraron cansados. Todavía quedaba mucho qué hacer.
Por otra parte, Cilan y Misty habían derribado dos luces, mas ahora se preocupaban por los heridos que las raíces habían dejado. Como podían, y gracias a sus inseparables Pokémon, guiaban a los heridos hacia el Cuartel Anti – Kalm. La peli naranja ya estaba harta del olor a sangre y polvo que impregnaba sus fosas nasales. Además, el cansancio estaba haciendo mella en cada extremidad de su cuerpo. Sentía unas enormes ganas de dormir durante un mes completo, sin ser molestada y en total calma. En cambio, el peliverde no dejaba de atacar y observar a su alrededor. Desde que supo el plan maquiavélico de Kalm y cómo las luces parpadeantes lograban hipnotizar tanto a personas como Pokémon, dentro de él comenzó a crecer una remota esperanza: Iris podría volver a ser la misma después de todo esto. Él no creyó del todo que Iris los odiara, en especial a Ash, pero ahora estaba más que convencido de que podía salvarla.
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De nuevo tú [EN EDICIÓN]
Fanfic#1 EN ASHKETCHUM [05/06/19] #1 EN POKEMONXY [ 13/10/20] "Una invitación en sus manos y un nudo en la garganta fue todo lo que necesitó para que tomara la decisión de ir hasta Lumiose e impedir la boda de Serena, dueña de su ser y de todas sus primer...