Yo Si Creo En Los Unicornios

Capítulo 19

-¿Donde estamos?- digo quitando las hojas de todos los árboles que estorban en mi camino.

-El fuego es el mejor elemento.

-¿De que hablas?

-Es hermoso pero no te acerques tanto te puede lastimar.

-Eso suena como un anuncio de estación de bomberos.

-Cuando esta alborotado te provoca una sensación de miedo, pero cuando solo se mueve al compás del viento te causa deseos de acercarte y es cuando mas daño te puede hacer, es como tu.

-Verga, estoy con un piriomaniaco ¡genial!

-Tu padre me habla mucho de ti ¿sabes?

-¿A si? No me digas- digo con sarcasmo.

-Llegamos "pequeño unicornio"

-No vuelvas a llamarme así, o tu estarás en el infierno- lo amenazo.

-Hey tranquila.

-¿Donde es? Yo solo veo un estúpido charco y árboles.

-Nena permitete ver mas que solo lo que te han enseñado, usa esa imaginación tan grande que tienes.

-¡Carajo! ¿Que es esto?- estoy en el puto infierno.

-Camina- es como mi casa de echo es como mi ciudad pero nadie nos voltea a ver, todos tienen cadenas en las piernas y todo es tan triste, la gente se la pasa llorando y rrogando piedad mientras los castigan.

-¿Esto es?

-Si bienvenida al infierno- me interrumpe.

-¿Por que hay niños aqui?

-Por que ellos son pequeños asesinos, mira ese niño que viene ahí.

-Hola yo soy daemon mate a 67 personas en el año de 1756 solo con un encendedor- ¡NO MAMES!

-Hola soy tamara y no e matado a nadie- No mames es un niño con pecas, pelirrojo y con ojos azules como puede caber un demonio dentro de ese niño.

-Eres bonita- Awww

-Gracias, creo.

-Hey ve a resevir tu castigo diario.

-Ya perdió el chiste después de mas de 100 años.

-¿Donde esta mi padre?- Miro a todos lados buscándolo.

-En tu casa te esta esperando- en ese momento comienzo a correr a mi casa.

-¡Papá! grito y abro la puerta. Entro a la sala de mi casa​ y lo encuentro sentado viendo las fotos de cuando tenía 3 años.

-¿Tamara?- se levanta y me da un fuerte abrazo en ese momento me suelto a llorar.

-Papi te extrañe mucho- nos tiramos al suelo los dos.

-Nena estas...

-No, solo vine a visitarte, me haces falta.

-Mi amor, tu a mi- me acaricia con el pulgar la cara y seca mis lágrimas.

-¿Por que?

-Mi amor ¿no sabes por que estoy aquí?

-Mamá nunca a querido hablar de eso.

-Nena di mi alma para salvar la tuya- ¿Como?

-¿Que?- me aparto y me quedo helada.

-Si, mira no hay mucho tiempo en un momento vendrá y...

-¿Qué? Papá ¿A donde vas?- me levanto e intento seguirlo a la puerta, entonces pareciera que la poca felicidad del mundo se terminara y empieza a hacer demasiado frio.

-Tamara corre hija, corre- Por primera vez en mucho tiempo tengo miedo y comienzo a correr con todas mis fuerzas hasta llegar al "bosque" o al menos eso parece ahí encuentro a Matías.

-Tienes que ayudarlo el esta en peligro- digo exaltada.

-¿Ayudarlo? Estas en el inframundo aqui cada quien resuelve sus problemas como puede yo no voy a ayudar a nadie- cruza los brazos y juega con las piedras.

-Te lo ruego el.. es mi parde no lo quiero perder de nuevo.

-Calla el esta aqui por ti, por tu culpa Filali.

-Me llamo Tamara no Filali- dejo el drama.

-Filali es hija del inframundo en el idioma antiguo lumi, ya deberias saberlo.

-¿Por que debería ser hija del inframundo?

-Eres un demonio vestido de angel, un arma mortal- me toma las manos.

-Suéltame- le arrebato mis manos y comienzan a sangrar.

-Mira, lo que puedes causar Filali.

-Que no me llamo Filali ya te lo dije mi nombre es Tamara y no soy ningún demonio soy una Lumi soy luz no oscuridad.

-Los simples mortales no pueden entrar aquí eres un demonio.

-Cállate ya- mi furia es demasiada yo no soy ningún demonio, soy alguien con luz no un puto demonio que siempre se esta escondiendo y causando daño yo no...

-Te llevaré a casa Filali- caminamos a casa y en mi mente no pasaba otra cosa mas que mi padre no estaba muerto, intercambio su alma por la mía a y soy un puto demonio.

-Es aquí, adiós- cierro la puerta y subo a mi habitación evitando a mi madre que se encontraba en la sala de la casa, me pongo la camiseta de Héctor después de haberme quitado toda mi ropa, una lágrimas​ cae sobre mis mejillas y me quedo dormida.

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Buenas noches...