Narra Tammara
La verdad no sé que hice o que dije que hizo molestar tanto a Brenda, me siento muy confundida.-Amor vamos al bosque- me dice Héctor sacándome de mis pensamientos.
-Si está bien, me hace falta un descuento estrés fue un día muy pesado.
-Si lo sé pequeña- me toma la mano y la besa.
-Te amo- le digo mientras veo sus hermosas pestañas.
-Yo a ti- No sé cómo puedo amar tanto a alguien en tan poco tiempo, es la persona con la que quiero estar en este momento sin importar nadie ni nada, ni siquiera nuestras familias, el es especial, es único y lo mejor que solo es mío.
-¿Sabes hace mucho que no veo a la perra esa?
-¿Quien amor?
-La estúpida con quién casi te peleas en la fiesta.
-Ah, esa perra.
-Si, es una buena señal.
-Ya no hablemos de eso- le digo y veo por la ventana, veo mi vieja primaría, recuerdo que la ceremonia después que yo salí, extraño esa escuela- Para- le ordeno.
-¿Pasa algo?- pregunta frenando en seco.
-No solo quiero entrar- señaló la primaria bajando de mi coche.
-Esta bien, vamos- me sigue.
-Aqui estudie hace tiempo, mira en estos columpios conocí a fresa.
-Que lindo, no te sientes están oxidados- No le hice caso y me senté.
-Ay Tammara pareces niña chiquita- hace una mueca.
-Y tu pareces un espantapájaros cállate y ven a sentarte anciano.
-Me caes mal- dice con sarcasmo y se sienta a mi lado.
-Recuerdo que fresa me traía comida por que mi mamá no tenía tiempo de hacer comida para mí, y que me salvaba de las estúpidas que me molestaban, y desde ese momento se convirtió en mi mejor amigo.
-El me cae bien, solo que a veces siento que me odia.
-No te odia, solo que desde que estoy contigo e cambiado mucho, pero es que no me importa que carrera estudiaré, seré una princesa no necesito una carrera universitaria.
-Yo seguiré estudiando...- Nos interrumpen unos pasos, y no son solo de una persona, rápido me levanto de los columpios y me pongo más atenta que nunca, el me sigue la corriente.
-Princesa- sale Armando y tres hombres más, se que entrenan con nosotros pero no los e tratado.
-¿Qué buscas alimaña?- le dice Héctor y se pone delante de mí.
-Nada, solo a tu novia, la buscan en el campamento- me voltea a ver y me guiña un ojo.
-Amor, está bien ahora regreso- le doy un beso en los labios.
-No, nada de ahorita regreso, yo voy contigo- avanza y Armando le pone una mano en el pecho.
-La buscan a ella no a ti guapo.
-Nadie me puede impedir que la acompañe- le quita la mano.
-Vamos amor, no hagas un drama de esto, regreso pronto.
-Si amor, te la regreso intacta- le dice Armando y le lanza un beso.
-La cuidas cabroncito, ella es mi vida- le toma la cara y le da una pequeña cachetada.
-Si, como sea- Salimos de la primaria y todos me cubren, como si fuera Justin Bieber o algo así.
-Oigan no necesito protección especial, me se defender.
-Ja, la oíste Tabo, la princesa no quiere protección- le dice Armando a uno de los muchachos y comienzan a reír como si fuera muy gracioso.
-No te vistas asi- me dice Armando viendo el escote de mi blusa.
-Mis ojos están arriba, además yo me visto como se me da la gana.
-Cuidado, un unicornio podrá robar tu virginidad- los demás use echan a reír.
-Cállate, eres un cerdo.
-Pero te encantó- me guiña un ojo y me toma de la cintura.
-Suéltame ahora- forcejeo con él pero me cargan entre todos y me llevan a una parte del bosque que nunca había visto.
-Ahora si princesa, me cobraré todas las que me hizo tu novio- desgarra mi blusa y comienzo a gritar.
-Héctor, ayúdame por favor, Héctor- grito con la esperanza de que aparezca por algún lado.
-Nena, aquí tu príncipe no te va a escuchar- comienza a besarme el cuello y poco a poco desabrocha mis pantalones, lo golpeó con todas mis fuerzas pero es inútil, no para, su asquerosa lengua está el número mi cuello su manos sostienen mis muñecas y los demás ayudan jalando mis pantalones hasta que quede en ropa interior.
-Para por favor, Para- le suplico entre lágrimas, parece no importarle se introduce dentro de mi, solté el grito más desgarrador, el solo se ríe y sigue una y otra vez, por más que e suplico que pare el sigue.
-Ay nena, ahora entiendo por qué Héctor está contigo- sigue una y otra vez.
-Para por favor, me lastimas- grito con menos fuerzas, el se detiene.
-No me vendré adentro de ti, no soy un monstruo- me quedé fría, en es suelo y solo veo como ellos se alejan de mi y ríen.
Comienzo a llorar, incluso aún más que cuando mi padre murió, suelto un grito horrible y me siento, me duele, no me puedo levantar pero tengo que irme de aquí, tomo mis pantalones y comienzo a caminar camino a casa, la gente pasa en sus autos y motos gritan "puta" "zorra", carajo me acaban de violar, no puedo parar de llorar, tengo sangre entre mis piernas, al llegar a casa mi madre duerme en el sofá, subo las escaleras, entro a mi habitación y tiro mi ropa en mi cama, me miró en el espejo, mi maquillaje corrido, mis ojos rojos y mi piel cubierta de tierra y sangre, me meto a la regadera y vuelvo a llorar, vuelvo a gritar, no puedo quitar de mi mente su cara, su risa, su voz, es un cerdo, como pudo hacerme esto.
Termino mi baño y me a uesto en mi cama, me pongo pijama y tomo mi celular.
Héctor
-¿Ya llegaste a tu casa?
Si.
-¿Estas bien?
Si.
-Voy a tu casa tengo algo genial que mostrarte
No, de echo quiero estar sola.
-Tam, tú tienes algo, iré para allá
No Héctor, te e dicho que quiero estar sola.
-¿amor?
Creo que debemos darnos un tiempo
-Voy para tu casa
Que no me vengas carajo.
Carajo, bajo las escaleras y despierto a mi mamá.
-Mamá va a venir Héctor, no le abras la puerta por favor.
-¿Están bien?
-No, de echo terminamos así que no le abras la puerta.
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Yo Si Creo En Los Unicornios
FantasyTenia 17 años y todos se burlaban de mi porque yo aun creía en los unicornios... Pero sabia que existían en alguna parte yo... Bueno esta es mi historia.