Capítulo 10.1

126 41 32
                                    


Keyra.

   Está frente a mis ojos, vestido con un impoluto esmoquin y una dulce sonrisa en sus labios perfectos. La barba de dos días ha desaparecido y su cabello está peinado de una forma diferente, más formal. Está guapo, aunque he de reconocer que me encantaba con su ropa casual y el cabello cayendo sobre sus ojos.

  Intento controlar mis emociones. El corazón me palpita con tal fuerza que podría romper cada una de las reglas que rigen mi vida, en este instante, sin pensarlo. De hecho creo que acabo de romperlas todas.

  -Ian... ¿Qué haces aquí?-pregunto sin poder contener una sonrisa.

  -He venido a una fiesta-contesta acercándose a mí con dos copas de champagne en sus manos-¿Te apetece?-pregunta ofreciéndome una de ellas.

  -Gracias.

  Siento una sensación cálida que recorre mi cuerpo al rozar su mano.

  -¿Cómo sabías que...?

  -Aunque no me gusta reconocerlo, y mucho menos a ti, eres la mujer más hermosa de toda la fiesta-responde antes de poder terminar mi pregunta-¿Creías que alguien no se daría cuenta?

  Agacho la mirada, ruborizada, ante su halago. Esas palabras de sus labios, significan mucho para mí.

  -No te había visto...

  -Tengo un don para pasar desapercibido entre la multitud cuando quiero-esboza una sonrisa-En cambio tú, no podrías hacerlo aunque quisieses. Te vi cuando llegaste del brazo de tu padre. Dulce, elegante, amable, sencilla... Sobresales por encima de todos ellos. Después una de tus amigas te llevó, casi correteando, a través de todo el salón... ¡Ah! Casi lo olvido...-me muestra una sonrisa burlona-El galán, y seguro, deportista de la Universidad, que no podía apartar sus ojos de ti. Una lástima para tu amiga, todos los intentos por llamar su atención fracasaron estrepitosamente. Aunque para mi suerte, ella no se ha dado cuenta de eso y mantiene entretenido a ese chico mientras te da tiempo de escapar.

  Me río ante si explicación y él muestra una enorme sonrisa.

  -No lo culpo-prosigue más serio-Yo tampoco he podido dejar de verte-su voz casi en un susurro consigue erizar toda mi piel-Gracias por esconderte de todos.

  -No me escondo-le miento en voz baja agachando la mirada.

  -¿Algún día me darás la razón en algo?-pregunta levantando una ceja mientras la comisura de sus labios se eleva.

  -Quizá... Sólo quería un poco de aire fresco. Necesitaba respirar.

  -En realidad no necesitas explicarme nada. Buscaba el momento de poder acercarme a ti, así, a solas y tu necesidad de escapar o respirar o como diablos quieras llamarlo ha sido la excusa perfecta. Así que brindemos por eso.

  Su copa toca suavemente la mía emitiendo un leve sonido y después ambos la alzamos antes de dar un sorbo al líquido burbujeante de su interior. Siento mis mejillas arder. Me pregunto si será producto del champagne o habrán sido sus palabras. No lo sé pero agradezco la oscuridad de la noche para ocultarlo.

  -Sé que esto te sonará extraño viniendo de mí pero me alegro de que estés aquí-confieso encontrando su mirada.

  -La última vez que nos vimos me dejaste tirado en una cafetería... Así que sí, suena extraño.

Without GravityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora