Keyra.
Espero a mi padre sentada en uno de los alocados sillones del salón. He decidido rendirme y no ante esta fuerza que siento sino ante mi catastrófico destino. Miro la hora en mi reloj de pulsera. No debe tardar mucho. Sandra, nuestra asistenta y mi nana, me observa desde el otro lado de la estancia. Siempre ha sentido debilidad por Grace y por mí. Aunque no dice nada puedo notar la preocupación en su mirada. Evito encontrarme con sus ojos. Entrelazo los dedos y fijo la vista en mi regazo. Ella se acerca despacio, en silencio.
-Keyra, cariño-dice con voz dulce.
Cuando papá no está dejamos de lado los formalismos que él tanto aprecia yo tanto detesto. No digo nada y sus manos acarician mis cabellos.
-Dime qué te ocurre. No pareces estar bien.
Posa su mano sobre mi hombro y yo la tomo con ternura.
-No te preocupes Sandra, estoy bien-contesto en un susurro pero sin ser capaz de mirarla a la cara.
-Te conozco desde que naciste. Podrás engañar a muchos pero a mí no.
-Me conoces mejor que mi padre entonces-dejo escapar en un susurro.
Ella dibuja media sonrisa triste en su rostro. No la veo pero yo también la conozco a la perfección.
-¿Habéis discutido de nuevo?-pregunta con tono amable.
-¿Acaso es algo tan normal?
-Desde hace poco sí.
Levanto la vista dejándola volar por los ventanales que hay frente a mí. Guarda silencio un instante y eso me ayuda a continuar hablando.
-¿Aún no lo sabes? Mi padre quiere que me comprometa con Marcus, el hijo de Peter Smith.
Ella deja escapar una ahogada exclamación pero enseguida intenta disimularlo.
-Si es el deseo de tu padre, estoy segura que lo hará por tu bien y tu futuro. No debería preocuparte.
-Eso es lo que debes decirme ¿verdad? Tranquilizar esta inquietud que siento por dentro, ese es tu papel ahora.
Ella siempre mediando por nosotros . Preocupada porque no termine de desmoronarse toda esta obra teatral. Pero lo hace desde el corazón. No por el que dirán sino por lo que para Sandra significa el vínculo familiar.
-En serio ¿eso crees? ¿de verdad estás segura de esas palabras que me dices?-pregunto en voz baja.
Su silencio me ofrece la respuesta que esperaba.
-Tu padre es un buen hombre. Nunca he dudado de eso. Su vida no ha sido fácil. Quizá se equivocó muchas veces, puede que aún lo haga. Todos lo hacemos. No hay un manual efectivo para una situación como la que ocurrió en esta casa, en tu familia. Criar dos hijas solo, es una tarea complicada. No debes ser tan dura. Él se preocupa por ti. ¿Por qué no intentas comprenderlo aunque sea un poco duro?
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Without Gravity
RomanceKeyra Abbott tiene una vida perfecta que nunca pidió. Su mundo gira en torno a compras, fiestas y conversaciones sin sentido. Nada de lo que la rodea tiene que ver con ella y cada vez le cuesta más poder respirar. Ian es un chico con un pasado compl...