Keyra.
Tengo todo listo. El vestido, los zapatos, mi bolso y el alma rota en mil pedazos. Mi ánimo está por los suelos y la chica del reflejo se burla cuando me detengo frente al espejo. No deja de reírse de una forma grosera mientras me señala con el dedo y me grita esas verdades de las que antes huía. Ya no lo hago. Ahora la escucho siempre. Creo que algún día me armaré de valor y le haré caso.
Doy los últimos retoques a mi maquillaje. Nada demasiado exagerado, muy natural. La chica del espejo en cambio, viste sombras negras y labial rojo excesivo para mí pero a ella se le ve bien.
La música sigue sonando en mi habitación. Mi emisora favorita consigue animarme cuando estoy triste aunque hoy creo que no bastará con eso.De pronto me parece escuchar un tema que me hace recordar aquella noche noche. Salgo del baño a toda prisa y pongo algo más de atención.El corazón late a mil por horas. Puedo sentir el sonido de la sangre que bombea, en mis oídos. Sí, es la canción de Radiohead que Ian traía en el coche mientras recorríamos la ciudad. Justo cuando termina comienza una de mis canciones favoritas de Ellie Goulding, y que aquella noche también sonó tras Led Zeppelin. Me parece una señal del niño destino, que se divierte con mi desdicha.
<<¿Porqué me hace recordarlo aún más? ¿Por qué no dejo ver señales que me llevan a todos los momentos efímeros que hemos compartido? ¿Por qué hemos perdido?... Nos hemos perdido...>>
Suspiro y apago la radio. Me siento en la cama junto al vestido que voy ausar. Rozo la tela, apenas, con mis dedos. Las ganas de llorar son inmensas. La presión en mi pecho se hace mayor y el llanto ahogado explota. No. No puedo echarme a llorar.
<<Es lo mejor. Aceptar. Es lo mejor...>>
Me visto y regreso al baño para acomodar mi cabello antes de salir. La chica del reflejo continúa ahí pero en un ataque de valentía, la miro a los ojos con firmeza.
<<¡Vete al diablo! No me dejaré vencer... Lo aceptes o no, de momento esta es la única salida>>
Me siento orgullosa. Sonrío y apago la luz.
Mi padre me espera sentado en un sillón, en el salón. Está tomando un vaso de Whisky mientras lee el periódico. Orgulloso. Con cierta satisfacción el rostro. Supongo que ver que los negocios marchan bien le produce esa sensación de "felicidad". Camino hacia él. El sonido de mis tacones sobre el suelo impecable de mármol llama su atención. Levanta la vista y me dedica una media sonrisa.
-Estás preciosa, hija.
-Gracias.
-Pensé que, como es una ocasión especial, usarías el colgante que te regalé la noche de la fiesta. Luciría hermoso con ese vestido.
<<El colgante... Si supiese que él lo tiene se escandalizaría. Sí. La llave de mi corazón está en las mejores manos. Con eso, para mí,es suficiente>>
-¡Oh!No papá, prefiero reservarlo para algo más especial. Quizá el día del compromiso-me atraganto al pronunciar esa última palabra que araña mi garganta como un cristal roto hiere la piel.
-Buena idea-comenta con amabilidad-Siempre pensando en todo.
Fuerzo una sonrisa.
Alzo la vista para ver la hora en el reloj. Ya son las 20:00 horas en punto. El timbre de la puerta suena. No puedo evitar sentirme sorprendida por tanta puntualidad británica. Me aguanto para no poner los ojos en blanco. Ojalá se hubiese retrasado. Me habría dado motivos para buscar un enojo estúpido por hacerme esperar y cancelar la cita.
-Puntual-dice mi padre.
-Sí-musito.
-Es de caballeros no hacer esperar.
-¿Quieres saludar a Marcus?-pregunto-Puedo decirle que pase.
-No es necesario. Ve y diviértete-contesta.
Me acerco y beso su mejilla sin ninguna emoción antes de marcharme.Odio hacer todo esto.
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Without Gravity
RomanceKeyra Abbott tiene una vida perfecta que nunca pidió. Su mundo gira en torno a compras, fiestas y conversaciones sin sentido. Nada de lo que la rodea tiene que ver con ella y cada vez le cuesta más poder respirar. Ian es un chico con un pasado compl...