Al ver a Maite tirada en el suelo, despeinada e inconsciente a un metro de donde ocurrió el choque, todos corren hacia ella preocupados mientras Christopher llamaba a una ambulancia.
Minutos después se encontraban en el hospital más cercano desesperados por un diagnóstico al no poder pasar a verla ya que estaba en terapia intensiva, William intervino.
Will: ¡Doctor Hernandez! ¡Déjeme pasar por favor! Mire, yo soy médico, puedo ayudar, pero por favor déjeme ver a mi novia. –dijo mientras le mostraba su credencial médica.
Doc: Venga conmigo.
Will: está bien –le dijo al doctor para luego dirigirse al resto, quienes se quedarían en la sala de espera –pronto volveré con noticias, no se desesperen.
Aproximadamente media hora más tarde, William aparece con una notoria cara de preocupación. Dulce, preocupada, abrazaba con todas sus fuerzas a Christopher.
Will: Me temo que no tengo buenas noticias.
Christopher: ¿Está muy grave, cierto?
Will: Lamentablemente si, el carro la golpeó fuertemente en la caja torácica, pero eso no es lo más grave, en la caída Maite se golpeó en la cabeza por lo que no se sabe cómo y cuándo reaccionará y que consecuencias habrá, además tiene cortadas en todo el cuerpo y perdió mucha sangre, lamentablemente en el hospital se quedaron sin ese tipo de sangre y es muy difícil de conseguir un donador.
Dulce: Ni siquiera yo que soy su hermana tengo B-, ella heredó la sangre de un bisabuelo, yo de mi padre que era A-
Poncho: Yo soy B+, ¿no puedo donar?
Will: Me temo que no.
Livia: Bueno, yo estoy casi completamente segura que soy B-
Will: Ya es un avance, si estás dispuesta a donarle sangre a Maite con gusto te haremos los exámenes correspondientes.
Livia: Estoy dispuesta a lo que sea si con ello puedo salvar su vida.
Will: La verdad la transfusión de sangre no garantizará su vida, pero la mantendrá estable, reducirá el peligro de muerte pero no lo eliminará por completo.
Livia: De todos modos le donaré mi sangre si puedo hacerlo, todo lo que pueda hacer para ayudarla lo haré.
Will: De acuerdo, acompáñame a la sala.
Una vez que William, y sobre todo Livia, se fueron, Dulce y Anahí comenzaron a discutir.
Dulce: Mira, güerita de quinta, le prometí a mi hermana que no me metería en este asunto, pero creo que es necesario que mi sobrina se entere que quien está al borde de la muerte es su madre, su verdadera madre.
Anahí: ¡No te atrevas Dulce María!
Dulce: No te exaltes monourónica, no le diré nada por ahora, pero te advierto que en el caso de que Maite no tenga más vida para contarle a Livia la verdad, yo todavía estaré viva para decirle todo lo que mi sobrina tiene que saber.
Anahí: ¡Deja de llamarla "mi sobrina"! ¿Y deveras lo crees conveniente? Livita siempre fue una niña malcriada que sólo ve lo que ella quiere ver, piensa lo que vas a decirle, ¿O acaso piensas que de la noche a la mañana aceptará que su madre no sea la mujer de su padre, sino su amante? ¿Piensas que aceptará el hecho de tener un pasado así? ¿O crees que le gustaría saber que no es más que una bastarda, concebida por el pecado? ¡Pero por favor! –dice con una sonrisa sarcástica, llena de odio y satisfacción –ella está muy bien como está, y si esa idiota muere, será una carga menos para nosotras.
Luego de eso, Anahí sale del hospital, seguida de Zoraida, quienes se dirigen hacia la casa.
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Will: Que bueno que seas compatible con Maite, no tienes idea de lo mucho que tu sangre la está ayudando.
Livia: Lo que sea por ayudarla, y lo hago con un gran gusto, es una mujer admirable y guerrera, un verdadero ejemplo.
Will: Estoy seguro que ella adoraría oírte hablando de esa manera.
Livia: Por eso quiero ser la primera voz que ella escuche cuando reaccione.
Will: Lo serás, te lo prometo. –dijo mientras la besaba en la frente y le daba un abrazo, William comenzaba a ver a Livia como una hija.
Los días pasaban y Maite no reaccionaba, pero se mantenía estable, Livia rara vez salía del hospital, a la mañana iba a la universidad para no atrasarse, pero apenas salía se iba para el hospital y no salía de ahí hasta la próxima clase. Anahí odiaba eso, pero no existía forma humanamente posible para despegarla del hospital.
Ella siempre intentaba conversar con Maite.Livia: ¡Buenos días! ¿Sabes? No sé si puedes oírme o no, pero si puedes, ya debes estar harta de mí, es que no salgo jamás de aquí, pero es que quiero que reacciones mi linda, por favor, no soporto la angustia de la espera –Maite sonríe –tienes una linda sonrisa, ¿lo sabes cierto? Espera, ¡estas sonriendo! ¡oh por Dios, oh por Dios, OH POR DIOS! ¡WILLIAM! ¡WILLIAM VEN!
William entra a la habitación.
Will: Livi tranquila, espantarás a los demás pacientes, ¿Qué ocurre?
Livia: disculpa, es que me emocioné, ¡estaba hablándole y sonrio! Estoy segura que me escuchó.
Will: -emocionado, se arrodilla frente a ella y toma su mano derecha -May, mi amor, ¿nos oyes? Si puedes oírnos, por favor danos una señal, una pequeñita, no te esfuerces mi cielo.
William siente un suave apretón en su mano, y ambos ven una pequeña sonrisita brotar de sus rosados labios.
Livia: ¡Está reaccionando!
Will: Si mi niña, ¡reacciona! –le dice a Livia, y luego intenta hacerle un examen a Maite –Mi amor, ¿sabes quién soy, cierto? Si la respuesta es sí, sonríe, si es no, aprieta mi mano.
Maite sonríe.
Will: ¿Puedes hablar?
Luego de unos segundos, Maite aprieta su mano.
Will: ¿Y abrir los ojos?
Pasan otros pocos segundos y vuelve a apretar su mano.
Will: -dirigiendose a Livia en vos baja -¿quieres preguntar algo?
Livia asiente, William se aleja de Maite dándole paso a Livia, quien toma su mano.
Livia: ¿Reconoces mi voz?
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Mi tesoro [RBD].
FanfictionEsta web novela es originalmente del idioma Portugués, de una cuenta de instagram que ya no existe, espero que la disfruten.