Mi tesoro [RBD].

Capítulo 21

Dos semanas pasaron desde la primera reacción de Maite, quien poco a poco fue despertando y los médicos comprobaron que gracias a Dios no había secuelas graves causadas por el accidente, aunque a veces se le dificultara hablar debido al golpe, pero eso sería temporal. Para ese entonces ella había sido dada de alta aunque se le recomendaba reposo y sobre todo abundante paz y tranquilidad. Livia se preocupaba tal vez demasiado por ella, pero Maite era feliz.

Livia: ¿Ya comiste? –La interrogó – ¿bebiste algo? ¿Saliste a tomar sol al patio? El doctor dijo que te haría bien tomar sol y aire fresco. Maite sonrió como respuesta.

Maite: No te preocupes tanto Livita –dijo con cierta dificultad – ¿Por qué no estas estudiando?

Livia: hoy no tengo clases, ¿de verdad está todo bien?

Maite: Te digo que si mi linda –dijo y volvió a sonreír, Livia siempre lograba que Maite sonría más de 100 veces en una hora. Livia le dio un beso en la mejilla.

Livia: bueno, te dejo con Dulce porque le prometí a papá que lo ayudaría con la mudanza.

Maite: ¿Se van a mudar?

Livia: Papá sí, pero yo no, no tuve tiempo de contarte pero mis papas se están divorciando y él se irá a vivir con mi tío Eddy, y parece que mamá se irá de viaje así que no sé si hoy vuelva a pasar por aquí, adiós May –dijo y le dio un beso, para luego irse.

Maite: Hasta mañana, hijita –dijo, pero ella ya no la pudo escuchar.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Zoraida: ¿Christopher?

Ucker: ¡Zory! ¿A qué se debe el honor de tu visita?

Zoraida: Bueno, sólo vengo a despedirme.

Ucker: ¿Despedirte? ¿Y eso?

Zoraida: Lo que pasa es que como ya sabes Anahí y Chris se están divorciando, y como verás no me gustaría estar en medio o ser una carga más, así que decidí irme de regreso.

Ucker: Es una pena, pero está bien, ¿te veo en el casamiento?

Zoraida: No lo sé, lo más probable es que no sea buena idea que venga pero desde ya te deseo que seas muy feliz.

Ucker: ¡Muchas gracias!

Zoraida: Uck, ya que es la última vez que nos veremos antes de que estés casado, ¿me dejas hacer algo?

Ucker: Está bien, pero, ¿qué?

Zoraida toma uno de los brazos de Ucker, lo tira hacia ella y le planta un beso. Dulce llega a la casa y los ve.

Dulce ¿Interrumpo?

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

En una plaza.

Alfonso está sentado en un banco de la plaza viendo cómo los niños juegan, Anahí lo ve de lejos y se acerca a él.

Poncho: ¡Hey Any! Qué bueno verte.

Any: ¡Alfonso! Lo mismo digo, ¿Cómo va todo?

Poncho: Bueno, terminé con Estefania, pero me siento bien porque ya no había motivo para estar con ella.

Any: Lo siento por ambos, pero me alegra que lo hayas tomado tan bien.

Poncho: Por suerte terminamos bien y somos amigos, ¿y tú que tal?

Any: Bueno... La verdad no tan bien, pero espero que con el viaje que haré mañana las cosas mejoren un poco.

Poncho: ¿Te vas? ¿Por cuánto tiempo?

Any: No lo sé, es un viaje sobre todo para reflexionar y relajarme, ahora que me voy a divorciar quiero cambiar mi forma de ser, de sobra sabes que hice cosas horribles en el pasado y de verdad me gustaría cambiar –En ese momento ella decide tomar las manos de Alfonso entre las suyas –espero que cuando vuelva, sigas aquí.

Poncho: Yo siempre estuve aquí para ti, sólo que tú no lo viste. Y voy a estar aquí siempre, esperándote.

Ambos sonríen, Anahí lo abraza muy fuerte.

Poncho: ¿De verdad quieres cambiar?

Any: Por supuesto que quiero.

Poncho: ¿Entonces por qué no empiezas por contarle la verdad a Livia?

t