「 𝘪𝘳𝘳𝘦𝘢𝘭 」❲ 𝘸𝘭𝘸 ❳

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Dave Thomson pov.

Las hojas de papel se agotaron en el momento preciso en que la señorita Eloise Bonnet finalizó su declaración, me dolían las manos por escribir sin descanso, podría asegurar que incluso las teclas estaban cansadas.

- Eso no explica las manchas de sangre en su vestido. - me animé a comentar pues luego de escucharla hablar por horas, sentía que la conocía.

Ella me miró a los ojos por primera vez desde su llegada, estaba intentando formar una sonrisa pero su tristeza era mayor.

- Cuando me estaban trayendo aquí, sus oficiales casi me rompen la nariz.

Su tono era dulce, como si aquello ya estuviese perdonado.

El oficial Jackson regresó con una mirada de confusión en el rostro, había estado movilizándose por todo el recinto para corroborar los datos y fechas que la sospechosa relataba. Pasó de largo hacia mi máquina de escribir para levantar los papeles, sus ojos se movían en zig-zag mientras buscaba entre las líneas pero no quiso decir nada en voz alta, se limitó a agacharse junto al señor Chapman y le entregó un folder carmesí, susurrándole algo que logró que los ojos del mayor se abrieran con intriga antes de responderle de igual manera.

La morena volvió a verme, al igual que yo, intentaba decifrar su lenguaje clave antes de que el pelinegro volviese a abandonar la habitación.

- Señorita Bonnet, ¿está al tanto de que acaba de testificar bajo juramento?

- Lo estoy, todo lo que dije fue cierto. Por favor, tiene que creerme.

El hombre suspiró ante la voz rota de la muchacha.

- Quiero creerle... - Durante todo el día, me había demostrado que sentía demasiada empatía para estar al mando de investigaciones tan grotescas pero, ¿de qué otro modo se podía reaccionar cuando alguien te rogaba por su vida? - Pero dijo que los asesinatos ocurridos entre los meses de agosto y septiembre estuvieron a mano de la señorita Abigail Dalton.

- Así fue.

- No puede ser posible. - deslizó el folder por la mesa, abriéndolo frente a los ojos marrones de la chica. - La fecha de defunción registrada de la señorita Dalton es el diecisiete de junio.

La castaña ni siquiera pestañeó, parecía aturdida.

- Perdone, ¿qué acaba de decir? - alzó una ceja, confundida.

- Abigail no pudo cometer esos asesinatos porque falleció hace tres meses, señorita Bonnet.

Utilicé todas mis fuerzas para mantenerme profesional y no arrebatarle esos archivos para corroborar lo que acababa de oír.

- No es cierto. - formó una sonrisa en sus labios como si estuviese escuchando un mal chiste. - La he visto todo este tiempo.

Dos oficiales de menor rango entraron por la puerta de metal, seguidos del oficial Jackson.

- Puede explicárselo al juez.

La joven no se inmutó cuando los hombres la levantaron, uno de cada brazo. Mantuvo su mirada en el suelo, más pálida que en todo el día, parecía muerta en vida.

No opuso fuerza cuando la retiraron, el señor Chapman me miró desganado antes de salir de la habitación.

Nos esperaba un arduo trabajo.