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Algo en el cerebro de la señorita Eloise Bonnet parecía bloquear la información sobre la muerte de Abigail Dalton, era la segunda vez que se lo decíamos y obtuvimos la misma reacción, una mirada vacía. Hasta que volvía a decirnos que era una vil mentira, por lo que tuvimos que mostrarle las fotografías de la escena del crimen.

Sí, su muerte había sido provocada.

Las imágenes mostraban a la víctima con una herida de bala en el pecho.

- ¿Por qué actúa tan sorprendida? - El prepotente abogado de la familia real, de apellido Vincent, se había acercado al estrado para amenazar con ojos acusatorios a Eloise. - Los registros dicen que recibieron una llamada suya, usted encontró el cuerpo, ¿por qué no mencionó eso?

- Yo no... No recuerdo. - la morena no sostenía las fotografías con tanta fuerza que parecía que las rompería.- ¿Por qué no puedo recordar? - Cuestionó en voz baja, más para ella misma pero pude oírla.

- ¿No recuerda o no le conviene decirlo? - No estoy del lado de la acusada, pero la sonrisa victoriosa del hombre se me hizo muy fuera de lugar por la gravedad del caso. - Tal vez usted le disparó también.

Los ojos de Eloise derramaban enojo hacia él, supe que quiso atacarlo pero no podía hacer mucho, seguía encadenada de las muñecas y los pies.

- Yo la amaba. - ella sabía que cada palabra que decía estaba condenándola más. - Por supuesto que no le disparé, la amaba más que a nada.

- Estábamos enterados del asesinato de la señorita Dalton. - Phillip, el abogado de la principal sospechosa, interrumpió buscando en sus archivos un papel que entregó al juez. Para ser alguien contratado por el gobierno, estaba haciendo muy bien su trabajo, parecía tener cierta repulsión hacia la familia Fontaine. - Se me hizo curioso que el caso haya sido cerrado como "inconcluso" cuando se conoce que la bala utilizada solo se fabrica en un lugar de todo Francia. - el papel otorgado al juez era la imagen del objeto mencionado. - Es una munición que se utiliza exclusivamente por los guardias del palacio de Versalles.

- Eso no significa nada. - Vincent intentó defender a sus clientes.

- Silencio. - el juez parecía intrigado. - Continúe, señor Phillip.

- Gracias. - el susodicho acarició su bigote con el pulgar. - Mi cliente ya mantenía contacto con Sir William Fontaine para cuando la señorita Dalton fue asesinada, tal vez se enteró de su romance y quiso apartarla del camino.

Observé a Eloise conectando puntos en su mente, sin poder ocultar su sorpresa.

- Yo nunca... - el duque intentó contraatacar.

- Acérquese al estrado nuevamente, señor Fontaine.

El joven siguió órdenes, ahora mordía sus uñas.

- ¿Qué tiene que decir al respecto?

- Junio, ¿no es así? - aclaró su garganta para sonar firme pero su nerviosismo se podía leer desde kilómetros. - En esos meses yo mantenía una relación únicamente de amistad con la señorita Bonnet.

- Según su declaración, tengo entendido que ella no dejaba que usted la cortejara. Eso le enojó, ¿cierto? - Phillip caminaba de un lado a otro, no era tan intimidante como Vincent pero el duque empezó a mover ansiosamente una de sus piernas.